“No somos un comercio, somos una organización popular”

Escrito por el 18/07/2014

En Enredando las Mañanas, el programa radial de la RNMA, también se escucharon las voces de integrantes de colectivos culturales que participaron de la Jornada por la “Causa Sala Alberdi”. De las clausuras de espacios a la persecución a los artistas callejeros y al recuerdo vivo de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, un recorrido por las luchas y las reivindicaciones de quienes crean e impulsan cultura popular.

A través de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires recrudeció los controles a centros y bares culturales. A la clausura de Los Compadres del Horizonte, se sumaron las del Centro Cultural La Casa de Teresa, la Casa Cultural Víctor Jara y El Café de los Patriotas, entre otras, ya que 10 clausuras llegaron a espacios autogestionados.

Lucía, integrante de la Casa de la Cultura Los Compadres del Horizonte, en dialogó con Enredando las Mañanas, contó que la clausura al espacio en el que participa “es la misma hace 8 años. Lo que sucede es que recurrentemente vuelve el gobierno, a través de sus inspectores, a través de la Metropolitana, a hacernos causas contravencionales, causas que vamos acumulando. Unas las fuimos levantando, pero desde el año pasado han vuelto y al día de hoy hay dos compañeras con causas contravencionales”. 

Lucía señaló que les exigen tener habilitación comercial para funcionar y afirmó que “en estos años hemos juntado las pruebas que demuestran que no somos un comercio, somos una organización popular”.

Asimismo, reseñó que en el 2010 presentaron una nota en la AGC “explicando el tipo de actividad que nosotros desarrollamos y pidiendo que se nos indique cuál es la figura de habilitación que nos corresponde”. El director de la AGC les respondió por escrito que no necesitaban “ningún tipo de habilitación por no ser ni un comercio ni una industria”.

A pesar de ello, “no nos dejan acceder a la instancia de poder levantar la clausura. Como ésta se mantiene en pie, aprovechan para enviar inspectores y seguir haciéndonos causas contravencionales”.

Respecto al por qué de las clausuras, Lucía aseveró que esta situación “no sólo se da en la Ciudad de Buenos Aires sino también a nivel nacional porque quieren avanzar sobre lo que es una organización popular y los espacios de la juventud. Esto empezó con la Sala Alberdi, pero a lo largo de todo el país hay distintos intentos de desalojo, de clausura masiva a espacios de organización de la cultura: en Catamarca, en Santa Fe, en Córdoba, en Neuquén, en Junín de los Andes… Es una avanzada represiva general que se da contra las organizaciones populares”.

Particularmente señaló dos situaciones específicas en la Ciudad gobernada por el PRO: por un lado, “la visión mercantilista de la cultura”, y por otro lado, que “en Parque Patricios hay un proceso que no es nuevo y lo vivimos crudamente con la represión en el Borda. Se intenta limpiar toda esta zona porque ahí irá la Jefatura de Gobierno”.  Pero sostuvo con fuerza: “Nosotros seguimos abiertos, con todas nuestras actividades.

Esta clausura y las faltas contravencionales que conlleva son ilegítimas e ilegales. Nosotros pagamos un alquiler y no tenemos problema con el dueño de la propiedad. El problema es con el gobierno de la Ciudad, con el Poder Judicial”.

movida artítica

“Los brazos institucionales del gobierno de la Ciudad vienen acosándonos desde hace bastante tiempo”.

Alejandro Cabrera Britos es integrante de la banda de reggae Jamaicaderos y conductor de “Desde Afuera”, programa de Radio Zona Libre, impulsada por Familiares y Amigos de Luciano Arruga, se acercó a la jornada para “traer la solidaridad de todos los artistas callejeros de la Ciudad de Buenos Aires y de otras ciudades, para repudiar esta forma de intento de amedrentar la expresión de los medios independientes y también repudiar una página más de la violencia represiva, del intento de censurar la cultura”, afirmó en diálogo con Enredando las Mañana

Como artista callejero, Alejandro puede dar cuenta de la persecución que vive en San Telmo, pero que se replica en otros barrios de la Ciudad: “Los brazos institucionales del gobierno de la Ciudad -a través del Ministerio Público Fiscal, del Ministerio de Espacios Públicos, de la Policía Metropolitana, asociado a veces a la Comuna 1 y a algunos integrantes comerciales que desprecian la cultura como un derecho en las calles- vienen acosándonos desde hace bastante tiempo, haciéndonos coleccionar desde contravenciones, intervenciones judiciales y a veces hasta el intento de agresión física por medio de patotas. Tenemos 60 contravenciones motivadas por supuestas causas y algunas son el mal uso del artículo 82, que es el de ruidos molestos. A veces usurpación de espacios públicos, a veces venta de mercadería ilegal, y una que no se animaron a firmar que fue redactada como intento de instigar salideras bancarias por estar cerca de un banco”.

“Hay algunos funcionarios que forman parte de los mulos del macrismo que ya responden con una ideología. Esos sí disfrutan. A ellos los repudiamos”, y prosiguió: “Los demás son trabajadores que lamentablemente bajo presión se acercan y con toda vergüenza nos dicen que tienen que venir a sacarnos, o nos dicen que hay una denuncia”.

En este sentido, aseveró: “Nosotros acompañamos y seguimos apoyando la lucha por el Borda, el No al Centro Cívico, también acompañamos a la Sala Alberdi, el no a los vetos de Macri, el no a los cierres de grado en la educación pública porteña y otras situaciones también, entonces ellos responden… Macri es ‘insistente’ con nosotros. Por eso denunciamos que es una persecución”.

Como parte de la resistencia, Alejandro y sus compañeros brindan información a muchos músicos “para que se vayan defendiendo” y concluyó: “Lo que diezmaron en años en la calle, vuelve a dar fruto y a aparecer artistas de vuelta. Lo que hace que muchos artitas estemos en la calle es la simpatía social por el arte. Eso nos empuja, nos abraza, nos fortalece y muchas veces impide que nos saquen de una manera poco cortes”.


“La Estación Darío y Maxi hoy es un espacio de cultura y educación popular”

Por su parte, Natalia, del Espacio de Cultura del Frente Popular Darío Santillán, en el ENECA, hizo referencia a la experiencia de la Estación Darío y Maxi como espacio de cultura popular: “Es cultura, afuera, adentro. Pinturas, murales, que tienen que ver con una historia viva, con una historia que queda sellada como es el nombre de una estación como es la de Avellaneda, que empieza a tener expresiones contemporáneas. Un poco la idea de la estación fue que ese lugar cobre vida desde la cultura, pero no solo desde ahí, porque la pintura es algo que entendemos de una forma muy amplia, de cómo concebimos la educación, el trabajo, y en ese sentido la Estación Darío y Maxi hoy es un espacio de cultura y educación popular”. 

Y continuó: “Los espacios culturales los concebimos desde un espacio amplio, es decir una estación de tren que alberga un taller de costura, un taller de muralismo, de tela, o de cerámica, lugares que eran abandonados y hoy hay un anfiteatro y todos los meses se generan jornadas culturales, en donde un montón de gente además va a apropiándose del lugar. Durante quince días, la escuela de cerámica de Avellaneda usó el espacio. Está buenísimo que el espacio pueda ser usado, ocupado por la gente, y albergue la diversidad de expresiones del campo y la cultura popular”.

“Lo que empezó como una cuestión irruptiva, aparte de ocupar la calle cada 26 de cada mes desde hace 12 años, las organizaciones cortamos Pavón exigiendo juicio y castigo a los responsables políticos de la Masacre de Avellaneda y con eso unían las diferentes acciones que veníamos haciendo por rebautizar la estación como Darío y Maxi, fue irrumpir en el lugar, tapar el nombre de la estación, poner el de Darío y Maxi, y que luego termine siendo una ley, fruto de la lucha popular”, afirmó, al tiempo que reflexionó que “las leyes por sí solas no dicen, ni generan nada, pero si son acompañadas desde la organización y las propuestas del conjunto del campo popular  entonces tienen otro sentido, entonces pueden tener un uso real porque pueden ser representativas. Y la estación viene un poco a dar cuenta de eso”.

Terminando la entrevista, Natalia invitó a participar de las actividades en la estación los 26 de cada mes y señaló que también los interesados pueden escribir al Facebook del ENECA. “Todos los días hay una cooperativa de trabajo textil en la estación, también se pueden acercar, a su vez funcionan distintos talleres o si quieren hacer un mural o una obra en la estación todos los días se puede hacer”, finalizó.


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