Superávit fiscal con las personas afuera

Escrito por el 15/06/2024

En el programa Enredando las Mañanas-ELM, el informativo de la RNMA, conversamos con Alejandro Olmos Gaona, especialista en la deuda externa argentina. 

El gobierno nacional se regodea de haber alcanzado el superávit fiscal, sin embargo, como comenta Alejandro, “es una trampa”. “Hay trampa, primero porque ese superávit fiscal y financiero se ha logrado licuando salarios, jubilaciones y postergando pagos”. 

El superávit fiscal, calculado al 30 de abril, ha sido en cuatro meses de 4 billones y algo de pesos, pero lo que el gobierno no dice es cómo es posible que, de esos 4 billones de superávit, haya millones. Esto ocurre porque se utilizaron casi 3 billones de pesos en pagar intereses de la deuda. A esto se suma que ese superávit que, medido en dólares sería de alrededor de 1.250 millones de dólares, no tiene ninguna relevancia porque la deuda pública de la Argentina (de la que no habla Milei, ningún funcionamiento del gobierno ni los medios) creció. En enero 10.600, en febrero 5.230, en marzo más de 16.000, lo que hace un endeudamiento en 4 meses de 43 mil millones de dólares. El gobierno no dice cómo se va a pagar esa deuda. El Fondo Monetario nos otorgó 800 millones de dólares, que es muy poco, entonces el panorama de endeudamiento es muy complicado, además de las otras variables: el crecimiento de la pobreza, la indigencia, la vulnerabilidad. En el informe elaborado por la Universidad Católica menciona que el 20% de la población argentina tiene problemas alimentarios. 

Es decir que este gobierno, además de engañar con los números, ocultando, entre otras cosas, el costo social del superávit, de acuerdo a Alejandro Olmos también intenta “sostener lo insostenible, por ejemplo lo que hemos visto con la ministra Pettovello”.  Recuperando lo ocurrido, nos recuerda que cuando asumieron el gobierno dijeron que encontraron las arcas vacías, que no había alimentos, no había nada. Después, cuando se supo que había 5000 toneladas de alimentos en depósitos, la primera versión fue que estaban acumulados para responder a eventuales catástrofes. Cuando se les dijo que había habido problemas, como lo de Bahía Blanca, ahí dijeron que la mayor parte era yerba. Cuando también se puso en evidencia que no era cierto, ahí empezaron a trastabillar, culminando con la denuncia de Juan Grabois en la Justicia Federal. Finalmente el juez Casanello intervino los depósitos de Tafí Viejo y de Villa Martelli e intimó al Gobierno a que dijera cuándo iba a repartir los alimentos. 

En ese contexto Leila Gianni, Subsecretaria legal del Ministerio de capital humano, dijo que “de ninguna manera iban a someterse a la decisión de jueces militantes”. Sin embargo ella es abogada y sabe que el Poder Judicial tiene facultades para pedir lo que sea a cualquier funcionario y a cualquier Ministerio a través de una denuncia penal. Pero no le respondieron al juez Casanello y apelaron la resolución. La semana pasada la Cámara Federal lo puso en evidencia e intimó a que hagan lo que el juez dijo, bajo apercibimiento de desobediencia. 

Mentiras y opinión pública

Entendiendo que el Gobierno circula muchas mentiras respecto de sus propias acciones y de algunas estadísticas, en el ELM conversamos también sobre la opinión pública. El analista Lea Ross ensaya dos hipótesis sobre por qué aún hay personas que sostienen el apoyo al gobierno. 

Por un lado, Milei estableció la baja de la inflación como uno de sus grandes objetivos, bajo el diagnóstico de que la emisión monetaria es la responsable “considera que hay que eliminar la emisión monetaria, porque a la vez considera que la emisión de billetes se destina vía impuestos a sostener una casta política que son secretarios, funcionarios, burócratas, corruptos, etcétera. Bueno, al asumir él frena la emisión, hay una desaceleración en la inflación y eso genera (ahora, después veremos lo que ocurre) un ambiente en una parte de la sociedad que dice que él por lo menos dijo lo lo que iba a hacer y lo está cumpliendo y algo de efecto está generando”. 

Pero Alejandro Olmos Gaona refuta el argumento de la eliminación de la emisión monetaria “yo reviso los balances del Banco Central y cuando se fue Alberto Fernández la base monetaria era de 10 millones de pesos y ahora la base monetaria es de 16 millones de pesos, ha aumentado un 60% Entonces ¿cómo que no hay emisión?”.

Una explicación posible es que la instalación en el sentido común de que no hay emisión monetaria, más allá de que efectivamente siga habiendo, sea por influencia de los medios o por la lectura de que la desaceleración de la inflación se debe a que se desaceleró la emisión monetaria. Ese discurso queda instalado y explicaría en parte por qué hay todavía un cierto apoyo a Milei.

La segunda hipótesis de Ross sobre el apoyo sostenido al presidente es que no hay contraparte, no hay figuras representativas que muestren una solución, “no hay una cuestión ofensiva, no hay una claridad programática”. 

En esa línea, Olmos coincide en que uno de los factores que permitió el crecimiento de Milei es que “la gente se hartó de la dirigencia política tradicional, que demostró que no servía para nada y no le dio solución a los graves problemas que tenía la Argentina y eso que vos planteas es cierto, en este momento no hay nadie que se le oponga con un plan concreto con una política de Estado con otras alternativas”. 

Pagar o no pagar, esa es la cuestión

Teniendo en cuenta los vencimientos de la deuda, en el ELM le preguntamos a Alejandro Olmos cómo veía la relación entre Milei y el FMI, y mostró su preocupación por la falta de información: “de la deuda pública nadie habla, como si los 425.000 millones de dólares que es en este momento no tuviera ninguna significación como tampoco tuvieran significación los casi 7.000 millones que hay que pagar este año, los más de 8.000 que hay que pagar el año que viene y así creciendo las obligaciones y, si no hay plata, de dónde va a salir la plata”. Dejando de lado “los cuestionamientos del origen espurio de la deuda, de todas las refinanciaciones mal hechas, del siniestro Stand-by de Macri, del mal arreglo que hizo Martín Guzmán, Milei no habla una palabra de cómo va a enfocar este problema, que es gravitante”. Esto incluye qué va a hacer con la deuda, cómo va a volver a negociar con los acreedores privados, por los fondos de inversión y con el mismo Fondo Monetario Internacional. Lo que acordó Martín Guzmán con el FMI es pagarle toda la deuda del macrismo, 45.000 millones, con plata que el mismo FMI iba a desembolsar, pero eso termina en el 2025 y desde ahí hasta el 2034 hay que devolverle toda la plata que nos prestó. 

Una de las cosas que ya ocurrió, realizada por Luis Caputo, es que “emitió un bono atado al CER, por creo que 4 o 5 billones de pesos hace un mes y además emitió 2 bonos por 6.000 millones de dólares cada uno, con vencimiento el año que viene y en el 2026. Es decir que la Argentina se sigue endeudando, sigue reciclando su deuda y esto significa cada vez mayores gastos, mayor acumulación de intereses y lo mismo de siempre”.

Una deuda histórica y un futuro incierto

En la conversación con Olmos Gaona analiza la deuda que habían transferido los privados en 1982 al Estado Nacional, “deuda producto de un verdadero delito y defraudación al Estado Nacional”. Esos 23.000 millones de dólares del año 1983/ 84, que según informa el Banco Central es el stock de deuda de los privados, al 30 de diciembre eran 156.080 millones de dólares. Entonces, dice Alejandro, “entre todas las dificultades que tenemos está que tenemos un sector de grandes empresas privadas argentinas y extranjeras, que lo único que les interesa es usufructuar del Estado y no colaborar en nada para la inversión pública. A esto se suma que hay señores como Galperin, como los de Techint y otros que han trasladado sus matrices societarias a paraísos fiscales o a lugares donde no pagan impuestos”. 

Con este escenario, le preguntamos cómo se imagina que sería un gobierno que realmente quiere ponerse las pilas con respecto al tema deuda externa. Y retoma una experiencia real: “tengo el ejemplo de lo que viví en el Ecuador con el presidente cuando decidió señores a los inversores a los acreedores se acabó la joda de la deuda, nosotros no refinanciamos más ni reciclamos más, vamos a discutir las condiciones. Vamos a ver qué es lo que hay de deuda real y no hay deuda real, vamos a discutir intereses. Vamos a discutir los contratos. Vamos a discutirlo todo.” No la gestión pasiva de decir bueno sí, debemos tanto, eso es lo que ha hecho la Argentina siempre. “Recuerdo siempre una frase de un gran ministro de Economía que tuvo la Argentina, en ese momento de Finanzas, el doctor Juan José Romero que fue Ministro en 1893 cuando la Argentina estaba un enorme crisis de la deuda y envió a su embajador, al ministro argentino en Londres hablando de, primero, plantear una moratoria de 10 años y punto segundo ni se le ocurriera pedir nuevos créditos para pagar la deuda vieja porque la frase es textual. “Esto es ir derecho a la bancarrota”. Esto es lo que ha hecho la Argentina siempre y así nos va”. 

Entonces si un gobierno no enfrente al problema de la deuda de otra manera, discutiendo los contratos, discutiendo las obligaciones que ha contraído, discutiendo las exigencias los acreedores y fundamentalmente planteando que hay hechos que constituyen delitos de acción pública que para el derecho argentino, el derecho civil, el derecho administrativo son actos nulos de nulidad absoluta y los acreedores han sido cómplices, como el Fondo Monetario, que ha violado su convenio constitutivo que establecía que no podía darle dinero a un gobierno que recibía la plata por un lado y se la llevaba por el otro a través de una salida enorme de capitales”. 

Entonces si aquí no hacemos un replanteo total de todas estas cosas no va a pasar absolutamente nada. Y cuando me dicen que eso es imposible, vuelvo a plantear el ejemplo que viví, yo fui asesor del presidente del Ecuador, trabajé en la auditoría de la deuda y ví cómo enfrentamos a los acreedores. Y vi cómo esos acreedores, que estaban acostumbrados permanentemente a refinanciar las obligaciones y a que les pagaran se dieron cuenta que había un gobierno que tenía otras características, que tenía una auditoría que había demostrado la enorme cantidad de delitos y de violaciones a la ley. No sólo la ley del Ecuador sino las propias leyes de los Estados Unidos. Y pudo hacer realmente un arreglo notable, aunque podría haber hecho un mejor arreglo y no lo hizo porque no contó con el apoyo de ningún país latinoamericano”.

Mitos sobre el default

Argentina hace tiempo que no recibe inversiones, en segundo lugar cuando Argentina entró en default los únicos que iniciaron acciones legales fueron los fondos buitres que era una cifra insignificante respecto a la deuda total del país. 

De acuerdo a Alejandro existe un mito que es no no se puede dejar de pagar. “Publiqué un libro hace unos meses que se llama FMI y el derecho internacional que de alguna manera fue confiscado por las autoridades de la provincia de San Luis cuando asumieron el 10 de diciembre y sólo me quedó la edición digital. Ahí lo que muestro primero es la ignorancia de la dirigencia política y en general de todo el mundo cuando se habla de qué pasa si no se le paga el fondo. Si no se le paga al FMI, así como un país no puede denunciar al Fondo en ningún tribunal internacional el Fondo tampoco puede ejecutar ni denunciar al país, ¿qué hace el fondo cuando un país no le paga?”.

Negocia y si no llega a ningún arreglo en tres meses vuelve a mandar misiones y así puede estar un año, dos años, dos años y medio, tres años. Después de tres años de última el Fondo tiene como única acción suspender a ese país como miembro de la institución”. La prueba está que cuando entramos en default con el Fondo Monetario en el 2019 cuando ya ni nos dio más plata y ya no se le podía pagar, sube Alberto Fernández y se empieza a negociar, ¿cuánto duró la negociación con el fondo? desde principios del 20 hasta marzo del 2022. “En ese periodo el Fondo ni amenazó ni presionó nada, simplemente iban y venían las misiones, iba a Martín Guzmán, venían, había propuestas, nuevas propuestas, pero claro, cuando existe el mito de “no, si no pago no se amenazan nos invaden, no viene la inversión extranjera”.

Y esto de la inversión extranjera es otra de las cosas que parece que está instalada en la gente. “Argentina tiene 53 tratados bilaterales de inversión y se asoció al CIADI porque era la manera de recibir una gran inversión extranjera. El país que más inversión extranjera directa ha recibido en Latinoamérica en los últimos 30 años ha sido Brasil y no firmó ningún tratado bilateral de inversión que vincule la economía de Brasil con otras economías.” 

Cuando hice este libro me metí en todas las normas del Fondo, en su convenio constitutivo, en sus reglamentos, en sus estatutos y en toda la documentación interna del Fondo que pude conseguir para ver cómo se manejaban y ahí pude ver que de ninguna manera va a bloquear la inversión en un país porque ese país no le pague. (…) eso no quiere decir que el Fondo sean filántropos ni que nos digan bueno, está bien, no nos paguen nunca, hagan lo que quieran, no, pero es decir, hay que establecer las cosas en sus debidos parámetros”.

Otro de los mitos que circulan sobre el FMI y la deuda argentina es el Stand-by de Macri. “Cuando se hizo el Stand-by con Macri en 2018 un montón de legisladores salieron a decir que era ilegal, que no se había consultado al Congreso, y nada que ver con la realidad. Después la Oficina Anticorrupción le metió una denuncia a Mauricio Macri y a su ministros y a varios funcionarios por haber suscrito el Stand-by y después que la Oficina Anticorrupción hizo la denuncia penal, el presidente Alberto Fernández emitió un decreto para que se presente la Procuración del Tesoro como parte querellante. Se presentó la Procuración del Tesoro como parte y después de eso, como final, la Auditoría General de la Nación emitió un dictamen hablando que se había violado la ley y la Constitución: todo absolutamente un disparate y en el libro lo demuestro minuciosamente analizando ley por ley, estructura por estructura”. Y además, recuerda Alejandro, el Stand-by que firmó Mauricio Macri, más allá de el desastre que significó para la Argentina, en cuanto a su forma procedimental, que es lo que han denunciado, fue igual al que firmó Néstor Kirchner en septiembre del 2003 y a todos los anteriores Stand-by que firmaron los jefes de Estado desde el primero de Arturo Frondizi en 1958.

Cuando la Oficina anticorrupción llega al extremo de decir cosas que no es y a inventar una norma que no existe, cuando la Procuración del Tesoro, que es el abogado del Estado Nacional, se presenta a la Justicia mintiendo descaradamente y  cuando la Auditoría General de la Nación, que se supone que es un organismo que debe manejarse con pautas técnicas también desconoce principios elementales del ordenamiento jurídico, indudablemente tendríamos que preocuparnos”. 

Para acceder al libro de Alejandro Olmos Gaona: https://archive.org/download/el-fmi-y-el-derecho-internacional/El_FMI_y_el_Derecho_Internacional.pdf 


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