“Acá no queremos putos”

Dos jóvenes fueron agredidos en pleno centro de la CABA por un grupo de hombres que estaba viendo el partido de Argentina en la Copa América de fútbol. Lucas, una de las víctimas de la golpiza homofóbica, dialogó este jueves con el Enredando Las Mañanas para contarnos con más detalles qué sucedió.

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Lucas, que milita en la agrupación Desde el Fuego, había ido con su compañero al cine. Era domingo por la noche y jugaba Argentina en la Copa América de fútbol, pero ellos prefirieron ir a ver “Rara”.

“Salimos del cine, pasamos por Corrientes y Montevideo, había un lugar donde estaban comiendo, nos frenamos a ver qué pasaba en la tele y nos gritaron ´acá no queremos putos´”, contó: “nos pegaron, nos cortaron, tuvimos que salir corriendo”.

“Eran cuatro o cinco contra dos”, explicó Lucas. “En un momento mi compañero me grita que corramos después de que le dieran una terrible piña en la cabeza; entonces me doy vuelta y veo que están rompiendo una botella y se ve que con eso me cortaron”, al arrojársela. Después “nos metimos en una pizzería a lavarnos pero con mucho miedo, estábamos dolidos tanto física como sentimentalmente; ni siquiera atinamos a irnos caminando de la mano del miedo que nos daba”.

Nadie intervino en la situación. Un grupo de homofóbicos estaba atacando a dos personas por su identidad sexual y “nadie se inmutó”.

“Nos metimos en la boca del lobo, porque andar en plena zona futbolera a esa hora con las resonantes frustraciones que tienen los machitos por ahí es un peligro”, reflexionó Lucas. “No es un hecho aislado; son hechos sistemáticos que pasan a nuestra identidad, a las identidades que no son varones”, aseguró y continuó: “es la boca del lobo porque a esa hora estaba repleto de los machitos futboleros frustrados de siempre; que la cultura futbolera se haga cargo, yo no me voy a hacer cargo de esa situación”.

Lucas también dijo que “todo lo que es agresiones e insultos sigue ocurriendo” y que en Desde el Fuego “trabajamos muchísimo en el insulto, hay un laburo en lo simbólico”.

Más allá de haber entrado a su boca, queda claro que el lobo está enfermo y que en ciertas circunstancias colectivas y pasionales, como puede ser el fútbol, saca lo peor de sí.