LOS HECHOS POR LOS QUE FUERON CONDENADOS

2006-2014 – Trabajadores petroleros de las Heras

Ocho años después de la represión a los trabajadores de Las Heras y la muerte de un policía, en un juicio plagado de irregularidades, son los trabajadores petroleros los hallados culpables por esa muerte y sentenciados cuatro de ellos a cadena perpetua.

Los trabajadores petroleros de Las Heras, al noroeste de la provincia de Santa Cruz, iniciaron el 23 de enero de 2006 una huelga en reclamo por la suba del mínimo no imponible (impuesto a las ganancias) y el encuadramiento como trabajadores de la rama petrolera y no en la UOCRA como estaban hasta ese momento (es decir, en contra de la tercerización laboral).
Ante la ausencia de respuesta los trabajadores deciden profundizar las medidas de fuerza a través de movilizaciones, corte de rutas y de los accesos a las plantas petroleras.
Hasta ese momento, la difusión del conflicto estaba circunscripta al ámbito provincial: ningún medio nacional hizo referencia a la huelga. Lo mismo sucedió un año después en la provincia de Neuquén, ante el reclamo salarial de los docentes: los más de veinte días de huelga, los maestros no recibieron la atención de las corporaciones de medios nacionales. Hasta que en vísperas del fin de semana largo deciden cortan el acceso a los centros turísticos de la provincia y esto enerva a los empresarios.
Cuando el relato de la huelga llega a nosotros los trabajadores petroleros son llamados por los grandes medios nacionales como activistas, rebeldes del gremio, desaforados, piqueteros, entre otros. Por ejemplo: el entonces gobernador provincial, Sergio Acevedo, declaró que el vocero de los trabajadores Mario Navarro “era comunista”.
Frente a los cortes de ruta y de los accesos a las plantas, la reacción no se hizo esperar. La noche del 6 de febrero, el poder Judicial ordenó la captura del “cabecilla” Mario Navarro en momentos que se encontraba en una radio local dando detalles del conflicto. El gobernador dijo horas después, que la orden judicial para detener a Navarro se dictó a pedido de “particulares, el gremio y empresas”.
Inmediatamente, cerca de dos mil personas (Las Heras en ese momento registraba alrededor de 10 mil habitantes), se movilizaron a la puerta de la Alcaldía, lugar donde habían trasladado a Navarro, para exigir su liberación. Cerca de la madrugada, la cantidad de manifestantes se duplicó. A la movilización popular la policía provincial respondió con una impresionante represión con balas de goma y gases lacrimógenos. En medio de las corridas y la confusión, muere el policía Mario Sayago por un impacto de bala. Navarro denunció que “los disparos fueron efectuados por infiltrados pagos por Repsol, que busca desactivar nuestros reclamos”.
Posterior a la represión, ante el pedido del gobernador Acevedo al gobierno nacional del envío de gendarmes, llegan a Las Heras 230 integrantes de dicha fuerza.
Cristian Soria, trabajador petrolero, dijo que el gobierno provincial “está buscando la excusa para reprimir y la muerte de este policía, es la excusa ideal”.
Decenas de viviendas de trabajadores allanadas y detenciones y un juicio plagado de irregularidades, que en un primer momento fue anulado pero ante la apelación del gobierno provincial, volvió a reabrirse el año pasado y el 12 de diciembre pasado dicta las sentencias a los trabajadores petroleros.
Entre las irregularidades de la que consta la causa están las torturas que sufrieron los trabajadores durante su detención. En este sentido, el fiscal Ariel Candia reconoció que hubo apremios ilegales, pero, según sus propias palabras, “darle un cachetazo o ponerle una bolsa en la cabeza al testigo no implica decirle lo que tiene que decir”.