La impunidad multiplicada en el país (II)
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 26/01/2014
«Esto sigue pasando hoy, con este Gobierno, no es en la época de la dictadura»
(Segunda parte de las intervenciones de familiares y amigos de desparecidos en democracia o víctimas de gatillo fácil policial)
Francisco Núñez, papa del joven Diego Núñez, asesinado por un efectivo de la Policía Federal, relató: «El 19 de abril de 2012 era el cumpleaños de Diego. Salió a festejar con un grupo de amigos, anduvieron por Caballito y entraron en un edificio de Hortiguera 20, a metros de la Avenida Rivadavia. No está claro qué era el lugar, un puterío se decía. Cuando estaban subiendo a un departamento de ese edificio, de ahí salía un policía de la Federal, de INTERPOL más precisamente, con un maletín, que yo supongo por haber andado en la calle, que sería un recaudador de plata o proveedor de droga de los tugurios».
«El policía se persiguió, sacó un arma y se despachó a los tiros con los 3 pibes. Uno estaba en la parte más baja de la escalera, otro ya llegando al descanso y Diego en un primer descanso. Literalmente lo agarra a los tiros», explicó.
«Los jueces son malintencionados y forros, porque Diego muere en cuclillas. El único disparo recto que tiene es en la ingle, quedó en cuclillas en el primer descanso de la escalera, después tiene otro cuatros disparos de arriba hacia abajo. Oh, casualidad, los jueces lo enterraron NN, lo llevaron a la morgue como NN», aseguró Núñez.
Luego prosiguió: «Nosotros empezamos a las 8 de la mañana a buscarlo a Diego, porque era su cumpleaños y tenía que estar en casa. El siempre a pesar de salir con sus amigos estaba antes de las 5 en casa, era muy raro que se quedar aun rato más. Él tenía unas zapatillas muy particulares, y cuando empezamos a preguntar a la Comisaría N ° 24, nos dijeron que ellos iban a averiguar todo, que no hacía falta que llamemos a nadie más, ellos se encargarían de buscarlo. Ahí le dije a mi mujer que era muy raro que la Comisaría te dijera que iba a buscar a un pibe».
«Entonces, con un mal presentimiento fuimos a buscarlo nosotros. Después llamamos de nuevo y una policía me describió enseguida cómo estaba vestido, le pregunté si lo había visto, me dijo que no, y le dije cómo podía describir su vestimenta si no lo había visto. Entonces le digo a mi familia: ‘Diego está preso o en algún hospital’. Ahí empezamos a buscarlo más fervientemente. No lo encontramos por ningún lado, pero estábamos seguros que algo le había pasado, por lo que nos dijo esta policía».
«Al 20 o 21 de abril agarro y fuimos directo a la morgue, lo encaré al sargento de la puerta y le dije ´necesito que me hagas una diligencia acá adentro, mi pibe no fue a casa y quiero saber porque se comenta que mataron a un pibe en Caballito´. Me dice que había habido un enfrentamiento, y le describí cómo estaba vestido Diego. Me dice hay un pibe con esa descripción pero que fue un enfrentamiento con la policía. Le dije que iba a ir en cana, porque a mi hijo lo mataron, él no tenía armas para enfrentarse con la policía. Después no nos dejaron ver el cuerpo, teníamos que tener una orden de un Juez, buscamos al Juez, y ahí pudimos comprobar que siempre pasa lo mismo: cuando matan a un pibe lo entierran NN, para no hacerse cargo del asesinato que cometieron», remarcó Núñez.
«Diego fue sometido en cuclillas y ejecutado. Esto era muy común de las policías y militares para dar a entender que lo ejecutaron. Esto sigue pasando hoy, con este Gobierno, no es en la época de la dictadura, pasa en este Gobierno que se hacen los corderitos. Ustedes que son jóvenes tienen que entender que van a heredar el mundo, los gobiernos mienten cuando dicen que van a dejar un mundo ideal, ustedes tienen que seguir buscando ese mundo ideal. Yo no tengo ganas de perdonarle a este Gobierno lo que está haciendo con los jóvenes», aseguró.
«A Lucía, la mama de Diego, dos veces intentaron secuestrarla, después le armaron una causa a Francisco, mi otro hijo, nunca lo citaron, lo dieron como prófugo. Él ahora está preso en Marcos Paz, después de pasar por Devoto y Ezeiza. Fue incitado al suicidio. La estamos pasando mal como familia, pero a pesar de tener un hijo muerto, desde la parte gubernamental, institucional, bien gracias… Lo único que nos contiene son las organizaciones, son ustedes. Por suerte o por mala suerte somos cada vez más. Les agradezco profundamente el poder expresarnos acá. Necesitamos mucha más fuerza, hay un montón de pibes a los que les ha pasado lo mismo. Por favor, no naturalicen esto que pasa», concluyó Núñez
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Ely Hernández: «el caso de Brian es un ejemplo de organización y lucha»
Luego de la madre de Matías Casas, habló Liliana Hernández, madre de Brian, otro joven neuquino asesinado por la policía a quemarropa: «mi hijo tenía 14 años y estaba terminando el primario. Seis meses después del asesinato del hijo de Lili, Brian fue asesinado por un tiro en la nuca por un policía de Neuquén. Esa noche Brian había salido a dar vueltas con sus amigos en el auto del padre de uno de ellos, lo habían sacado sin permiso, recorrieron algunas cuadras, fue una travesura y el auto se rompió. Entonces le pidieron a un vecino que los lleve hasta la casa (son todos vecinos, viven en la misma cuadra)».
El vecino era Willy Gutierrez (25 años), quien terminó convirtiéndose en un testigo clave del caso y fue asesinado en diciembre pasado, un día después de declarar en contra de Claudio Salas, el asesino. En el camino hacia la casa de los chicos se cruzaron con un auto, todos creyeron que era un auto común, pero al acercarse éste prende las luces altas, los encandila y se dan cuenta que es un móvil de la policía. Gutierrez avanza más lentamente pensando que los iban a parar, pero esto no sucede y siguen avanzando. A los pocos segundos sintieron un impacto que da en el auto y entonces Willy aceleró. Eli Hernandez contó que «huyó porque temía que le sigan disparando y lastimaran a los chicos que estaban en el auto. Comenzó la persecución y diez cuadras más abajo chocaron con un cordón cuneta y Willy y otros chicos salen corriendo del auto».
Eli Continuó «entonces, el móvil donde venía el oficial Claudio Salas con dos agentes se detiene detrás del auto y comienzan a bajarlos a los golpes, gritos e insultos. Piden refuerzos y cuando llegan se lanza la persecución de los amigos de Brian que se habían escondido en los patios las casas del lugar, que es un barrio abierto, una toma. Kevin es un amigo de Brian que se quedó en el auto con él y nos contó que lo notó muy agitado y pensaba que tenía un ataque del asma porque se había asustado, entonces lo abraza y se da cuenta que tiene sangre en el brazo. Primero piensa que le habían disparado a él, pero cuando los hacen bajar Kevin ve que a Brian se le cae la cabeza y se da cuenta que le caía la sangre por la cara. La bala le había entrado en la cabeza. Esto que estoy contando lo escuché en el juicio que logramos a tan sólo 9 meses del asesinato de Brian».
Para cerrar afirmó «el caso de Brian es un ejemplo de organización y lucha. El año pasado viene a esta actividad con el corazón en la mano, hacía un año que lo habían matado. El asesino estaba en libre por falta de méritos. Fue terrible venir acá sabiendo que el asesino estaba en la calle riéndose de lo que había hecho». Pero también contó que con la Multisectorial de Neuquén lograron llevar adelante el juicio en un tiempo ejemplar de 9 mesas y que le dicten a Claudio Salas la cadena perputa «que pase de ser inocente a tener 35 años de prisión» y que dos de sus compañeros queden procesados por falso testimonio.
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«En Córdoba existe un código de faltas que le da derecho al policía a detener y a juzgar»
A continuación Viviana Alegre, madre de Facundo Rivera, desaparecido en Córdoba hace casi dos años, tomó la palabra: «Facundo desaparece a la salida de un baile de cuarteto en el centro de la capital cordobesa, a dos cuadras de la central de policía. La investigación tuvo las mayores falencias. Está involucrada la policía de la provincia de Córdoba, y un principal de la policía» –explicó-. «Los testigos han tenido que dejar de vivir en Córdoba, por el hostigamiento y el amedrentamiento. En Córdoba existe un código de faltas que le da derecho al policía a detener y a juzgar; a veces detiene a pibes por llenar planillas, por pelo teñido, porque «es un negro grasa». Mi hijo tenía, como muchos de ustedes, muchos proyectos, y una hija que ya tiene dos años y ocho meses. Se estaba a empezando a ser su casa, y siempre era hostigado cuando iba a los bailes de cuarteto»-señaló-.
La madre del desaparecido Facundo Rivera aseguró que «en febrero sabremos cómo seguir. A casi dos años no tenemos las copias del expediente. Queremos leer y saber, recién en febrero dicen que nos van a dar copia del expediente. El fiscal ya quiere dar el caso por cerrado. Yo agradezco a la familia de Luciano, a Vane, que yo cuando empecé sola, ella me ayudó.»
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«La institución policial vienen a ser los militares de antes»
Claudia Painevil es la hermana de Carlos Painevil, desaparecido en junio del año pasado, oriundo de la localidad Allen, Río Negro.
Comenzó su oratoria contando que Carlos «era bombero y taxista, desapareció el 2 de junio de 2012. No tenemos respuesta ni de la Justicia ni del Gobierno de Río Negro. Tenemos un Gobierno y una intendenta kirchnerista, que quieren que no hablemos, que no digamos que hay un desaparecido en Allen».
«Carlos desapareció en Allen, estaba trabajando en la empresa radio taxi La Nave , que se desentendió del tema, e intentó negar que estuviera trabajando ese día. La empresa borro el pack de diario que escriben los taxistas, negando y haciendo abandono de persona. En el momento de que Carlos desaparece, se presentó un chofer a informa a la familia y a la policía que Carlos había cantado un viaje a la ciudad de Cipoletti. Después su auto apareció al costado del puente de Neuquén», relató Painevil.
«La policía, el Juez, el fiscal, hicieron todos oídos sordos a los reclamos de la familia, nunca se perició el auto como debía hacerse, estaba limpio como si fuera un 0 KM. Carlos fue a las 5 a trabajar, calculamos que desapareció a las 8, era imposible que estuviera tan limpio como si no hubiera llevado a nadie», señaló.
Luego apuntó: «A 19 meses la causa sigue parada, a mi hermano no se lo busca, no se sabe qué fue de él. La única forma que tenemos la familia Painevil para difundir el caso es de esta manera».
«Así como los tantos casos que escuché hoy, Carlos tampoco está, tiene tres hijos, uno de los cuales no conoció. Lamentablemente no tenemos respuesta. Si no se sale a las calles y se grita nadie nos da respuesta. Estamos seguros de que tiene que ver la policía con esto, porque escondió pruebas, entregó el auto a los 3 meses que se secuestró, no permitió que se pericie nuevamente, entre otras cosas. Estamos hablando de la policía de Rio Negro que mató a Daniel Solano, que sigue impune y el Gobierno la defiende», sentenció Painevil.
Luego concluyó: «La institución policial vienen a ser los militares de antes. Es lamentable, ellos juegan con nosotros, con nuestro dolor. A mi hermano lo desaparecieron. Le agradezco a la familia Arruga de darnos la posibilidad de difundir nuestros casos».
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«Este caso es uno de los casos más graves de la Argentina desde la democracia»
Diego Gueler, periodista de diario Perfil, en entrevista con la RNMA, narró lo que denominó una «breve historia de Luciano Arruga en los medios.» «El día que se denuncia su desaparición, Clarín y La nación publican una página y página/ 12 una doble página. Desde entonces hasta ahora, Clarín y La Nación no volvieron a publicar nada. Hace 5 años que no publican nada, Página/ 12 mensualmente publica algo, y la verdad que es curioso porque hace diez años que tenemos un gobierno que nos habla de los derechos humanos, pero de derechos humanos del pasado. Y este caso es uno de los más graves de la Argentina desde la democracia. Los medios no le han dado importancia o muy poca; en Perfil he publicado todo lo que me han dejado. El año pasado publicamos un especial de cuatro páginas. Para un medio de comunicación grande es todo un logro, porque hay muy poca motivación desde dentro de los medios, poca motivación de los editores mismos» definió Gueler .
El periodista de Perfil aclaró además que «el tema de Luciano Arruga es muy difícil de investigar» sobre todo «al ser la policía la investigada» y al «tener un fiscal que se encargó de entorpecer la causa». «¿Dónde están los ocho policías? La policía bonaerense no te pasa la información» –afirmó- y opinó que si Luciano Arruga hubiera sido «un pibe de Recoleta, los ocho policías estaban presos enseguida, pero como era un pibe pobre, y como los medios quieren tetas, culos y shopping, Luciano Arruga no ranquea«. «Por eso no hay ni siquiera un solo policía imputado»- aclaró-. «No hay acusados, ni hablar de procesados. Yo digo que la policía ha tenido la mala suerte de que Vanesa Orieta haya sido la hermana de Luciano Arruga, sino hubiera quedado en el olvido«- aseveró el reportero gráfico recientemente despedido del diario Perfil.
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«Hasta cuándo van a querer borrar la memoria de nuestro hijo»
Llegando el atardecer, Angélica Urquiza, madre de Kiki Lezcano, tomó la palabra, concentrando la atención de las personas presentes y sin ocultar el dolor.
Jonathan Kiki Lezcano de 17 años salió de su casa en Villa 20 del barrio de Lugano junto a su amigo Ezequiel Blanco de 25, el 8 de julio de 2009. Fue la última vez que se los vio. Durante más de dos meses sus familias y amigos los buscaron por todas partes, hasta que el 14 de septiembre recibieron un llamado del Juzgado 49, a cargo del juez Facundo Cubas. Debían acercarse a reconocer los cuerpos de los dos jóvenes, pero el magistrado que los había convocado era el mismo que semanas antes había autorizado el entierro de Kiki como NN en el Cementerio de la Chacarita.
En los dos meses en que buscó a su hijo, Angélica escuchó de parte de la policía diferentes versiones que pretendían hacerla desistir «me exigían que vaya una vez por semana a reiterar la denuncia y cada vez que iba el comisario José María Martínez de la 52 me decía ‘señora quédese tranquila que seguramente debe andar por ahí, por ahí no la quiere meter en problemas a usted’. Todos los días una versión diferente».
Angélica relató la búsqueda de su hijo, el terror de haberlo encontrado enterrado y que le devuelvan un cajón cerrado, quítenle la posibilidad de volver a verlo. Pero, el maltrato institucional no terminó ahí. «Ahí no terminó todo. En el 2011 logramos reabrir la causa que el juez Cuba había cerrado diciendo que ‘no hay más nada que hacer’. Pude hacer que se vuelvan a hacer las pericias, con gendarmes, pero encontraron que las armas tenían un ácido tan potente que no se podían periciar» y además recordó el video aparecido luego del entierro de Kiki, filmado por los mismos policías «donde ve cómo se movía y cómo la policía les decía todas las barbaridades que se puedan imaginar, hasta que dio el último suspiro» y resaltó que aún con esta prueba la justicia sobreseyó al cabo Daniel Santiago Veyga.
Entonces Angélica se pregunta «hasta cuándo van a querer borrar la memoria de nuestro hijo, hasta cuándo quieren matarlo nuevamente. Nos están desgastando, quieren que no sigamos». Pero realza su voz para expresar «pero, les voy a decir lo que digo siempre: lo que no te mata te fortalece viejo. Lo que no te mata te fortalece y esto es lo que te causa tanto dolor y te oprime el corazón y todas tus entrañas te dicen a veces ¿de qué valió la pena?, pero cuando vas al barrio y ves la casita de Kiki (Espacio Cultural) y ves a los pibitos de 4, 6 años que dicen Kiki te queremos y ni lo conocieron, y ves tantos jóvenes que están acá, entonces se valora todo esto. La unidad que tienen acá no se paga con nada». Y cerró: «yo le di un nombre y una identidad que un policía corrupto, juez corrupto y que esta justicia y esta sociedad se creyeron que a ‘ese negrito de mierda’ como ellos decían que ‘a ese negrito que está en una villa y no tiene condiciones nadie lo va a reclamar’. Pero sí hay alguien que lo va a reclamar, hasta el último día de mi vida lo voy a reclamar».
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«La desaparición forzada de todos los jóvenes es de responsabilidad del gobierno nacional»
En octubre pasado se cumplieron 10 años de la detención arbitraria, tortura y desaparición forzada de Iván Eladio Torres Millacura en la Seccional Primera de Policía de Comodoro Rivadavia.
La Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia, integrada por los jueces señores Javier M. Leal de Ibarra y Aldo Suarez, la jueza señora Hebe L. Corchuelo Blasco de Huberman y la secretaria señora Verónica Escribano de Gutierrez Hauri, en fecha 4 de julio de 2013 desconoció la Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que condenó por primera vez a la Argentina por desaparición forzada en democracia. La Cámara Federal cambió la calificación legal de ‘desaparición forzada’, calificación ordenada por la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación el 13 de marzo de 2007, por la de ‘privación ilegítima de la libertad’, pretendiendo desaparecer la detención arbitraria, tortura y desaparición forzada de Iván.
Sobre ello habló Verónica Heredia, abogada de la madre de Iván Torres, quien recordó que «Ivan era permanentemente hostigado por la policía, permanentemente era detenido por averiguación de antecedentes, con un código contravenciones como tienen la mayoría de las provincias argentinas, con leyes que habilitan a las fuerzas policiales a detener a los jóvenes que ellos entienden que son sospechosos por cualquier razón, ya sea por el gorrito, por la cara, por la mochila, por lo que sea».
Y señaló que «la desaparición forzada de todos los jóvenes es de responsabilidad del gobierno nacional, por eso es un delito el delito de desaparición coraza es un delito continuado que comienza en el momento que la persona desaparece y no finaliza hasta que los familiares encuentran a la persona se garantizan que los restos efectivamente son de esa persona desparecida. En el transcurso de ese tiempo el delito debe ser investigado como delito de desaparición forzada y es de competencia federal. Y una vez que se denuncia una desaparición forzada el Estado tiene la obligación de investigar la causa y ningún fiscal de ninguna provincia está habilitado a investigar la desaparición forzada, lo debe investigar el Ministerio Público Fiscal de nación porque es un delito de competencia federal».
En el mismo sentido resaltó que «este Gobierno nacional que está hace más de 10 años estaba el 2 de octubre de 2003 gobernando y hoy sigue gobernando y la sentencia de la Corte Interamericana que lo condenó por la desaparición forzada de Iván Eladio Torres tampoco ha sido cumplida por este Gobierno nacional. Por lo tanto es cierto que los gobernadores son responsables de la policía, pero en los delitos de desaparición forzada, además y principalmente es responsable el Gobierno Federal».