Jorge Garaventa: “el consumo problemático, como se lo llama hoy, es una cuestión de salud y no de seguridad”
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 05/05/2016
Con el objetivo de escapar a la típica cobertura sensacionalista con la que los medios de comunicación suelen abordar temas como el de los 5 jóvenes muertos en una fiesta electrónica en Costa Salguero, en una emisión del Enredando las mañanas dialogamos con el psicólogo Jorge Garaventa. Por RNMA.
Descargar audio.
Una de las primeras preguntas que le hicimos al psicólogo Jorge Garaventa es si había puntos en común entre lo sucedido en Costa Salguero, en el marco de la fiesta electrónica Time Warp, con la masacre de Cromañón, ocurrida en diciembre de 2004 durante un show de Callejeros: “las similitudes son de parte de quienes tienen la posibilidad de trabajar para que estas cosas no se repitan –reflexionó– pero que, lejos de eso, lo que se produce es como una ratificación de las condiciones que permiten que se repita un nuevo Cromañón y se repita un nuevo Costa Salguero. Cuando aparecen las primeras voces, como ocurrió hace 11 años, enseguida el gobierno porteño salió corriendo a decir que el local estaba perfectamente habilitado, que estaban dadas las condiciones, y agregó algo que es realmente perverso viniendo de gente con responsabilidad de control y decisión que es que en realidad el gobierno tiene que controlar lo que pasa afuera y las habilitaciones, los lugares de acceso, lo que entra y lo que sale, pero que lo que ocurre dentro del local es responsabilidad de los propietarios y organizadores. Esto en realidad es una confusión, y quiero llamarlo así buenamente, en relación a lo que es privado y lo que no es privado. Una reunión o fiesta de las características de este encuentro juvenil nunca puede ser igual que un encuentro privado, y estoy hablando desde el punto de vista de la seguridad de los jóvenes, no de la Seguridad con mayúsculas como se gusta usar ahora, y de la salud mental. Una reunión tan masiva y compleja y con tantos antecedentes de circulación de sustancias de las cuales los jóvenes hacen uso problemático, no puede quedar librado al arbitrio de empresarios que además buscan lograr obtener algunos ingresos extra haciendo circular estas sustancias y con la venta del agua. Por ejemplo, esta cuestión de que se cerraron, por lo menos así parece según los testimonios, todas las canillas para vender más agua no puede ser responsabilidad solamente del empresario que además es el que vende el agua, sino que tienen que estar presentes distintas instancias de gobierno controlando que estas cosas no se vayan de madre”.
En relación específicamente con el tema de las drogas, Garaventa señaló: “venimos a contramano, veníamos intentando aplicar más desde la palabra que desde la realidad el paradigma de no aplicar medidas punitivas contra consumidores cuando en realidad desde las Naciones Unidas se había establecido el paradigma de la seguridad, es decir guerra a los narcotraficantes y a su vez, para evitar el consumo, también medidas contra los consumidores. Ahora resulta que desde las Naciones Unidas se cambia el paradigma y se plantea la cuestión de la despenalización de tenencia para consumo y resulta que nosotros salimos con el paradigma de la seguridad. De cualquier manera, así como no era real la aplicación del otro paradigma tampoco es real la aplicación de este nuevo, porque de hecho ya vimos que lo que pasó en Costa Salguero, que es lo que pasa todos los fines de semana en Puerto Madero y constantemente en todas estas fiestas que se realizan, es el festival de la circulación de sustancias”.
En diálogo con Enredando las mañanas, Garaventa afirmó que lo ocurrió en Costa Salguero tuvo además la gravedad de que las intoxicaciones se produjeron con sustancias de las que los jóvenes no estaban debidamente informados: “así como se supone que hubo muerte por contaminación a raíz de que algunas de estas pastillas contenían componentes inesperados, también pareciera que hubo alguna muerte o intoxicación que tuvo que ver con que se introdujeron pastillas en las que, para que se alargue el proceso de ‘bienestar’ que produce el fármaco, el efecto es más retardado. Pero los jóvenes no sabían esto, entonces volvían a comprar porque en realidad sentían que no les hacía nada. Entonces compraban de nuevo y así se produjeron algunas sobredosis, mientras los empresarios volvían a ganar”.
Respecto a quiénes venden las drogas, Garaventa agregó: “en este tipo de fiestas es la misma empresa la que maneja absolutamente todo el movimiento, porque hay otro tipo de distribución de marihuana y cocaína que en realidad la última etapa de llegada al consumidor la manejan algunos consumidores que están en una situación de devastación y entonces el dealer principal se aprovecha de esa situación y los manda a ellos como carnada, que son en definitiva los que caen presos, son aquellos de los que (la ministra de Seguridad de la Nación) Patricia Bullrich se jacta de haber encarcelado. Se supone que el otro día en Costa Salguero circularon alrededor de 30.000 dosis de este tipo de droga, y en el mismo día el Ministerio de Seguridad sacó un comunicado diciendo que en un allanamiento, un operativo súper exitoso, lograron rescatar 25 dosis de cocaína. Me parece que esta es un poco la situación donde los jóvenes una vez más vuelven a ser caballito de batalla de esta situación, y donde se aprovechan estas situaciones para volver a moralizar la cuestión del consumo, cuando en realidad más que moralizarlo hay que empezar a entenderlo, sobre todo el consumo problemático como se lo llama hoy, como una cuestión de salud y no de seguridad”.
“Se habla de consumo problemático de sustancias –continuó–, que de todas maneras creo que es un término que se utiliza para tapar porque el consumo no es problemático, existe, hay jóvenes que consumen y entran en situación de adicción y está el que consume y no entra pero de alguna manera siempre está en riesgo. Desde el punto de vista de salud mental no podés hacer la vista gorda de eso”.
Garaventa mencionó a su vez al alcohol y al tabaquismo como adicciones que son tratadas a nivel social desde una perspectiva completamente diferente: “el alcohol es un problema gravísimo en absolutamente todos los niveles, lo que pasa es que hay niveles que tienen más poder de defensa y otros que tienen menos. Si esto hubiera ocurrido en un galpón de San Justo no hubiera tenido la repercusión que tuvo; es cuando amplías y subrayas la gravedad y decís muchachos, fíjense que además hay crack, alcohol, y fíjense que todos los días, no solo los fines de semana, hay muertes y hay inválidos como producto de este tipo de consumo que tiene que ver con cuestiones que están pasando además por la desprotección que tiene la juventud. El otro día escribía una nota sobre tabaquismo que, aunque no tiene mucho que ver con esto, quiero señalar el concepto respecto a que yo decía que la gente de salud mental que tendría que estar atenta a este tema, porque produce muertes e invalideces constantemente, a veces mira para otro lado por el hecho de que son fumadores, de que fueron fumadores o porque les parece que como está socialmente aceptado, ahora mucho menos, entonces no hay crítica. Con el alcohol, que es en realidad uno de los problemas más serios de la juventud y de toda la sociedad, las muertes a veces no se contabilizan porque mueren de otra cosa, o porque si uno va con un exceso de cocaína, crack o de cualquiera de estas drogas sintéticas hay que dar parte inmediatamente a la policía de que la persona falleció por eso, pero si va con un coma alcohólico no. El alcohol está absolutamente legalizado a todo nivel entonces eso no se reporta como efecto o producto de una muerte”.
Hacia el final de la charla con Enredando las mañanas, Garaventa señaló que cuando se habla de lo que está pasando con los jóvenes es bueno tener en cuenta las razones de por qué se producen determinadas conductas: “efectivamente estamos hablando de conductas de desborde y de conductas de autoflagelación social, física, mental, pero que en realidad no tiene barreras etarias, lo que pasa es que como se hacen estas reuniones absolutamente masivas los jóvenes terminan teniendo muchísima más visibilidad. Quedan como más expuestos y además creo que están como mucho más indefensos porque van creciendo en la sociedad que se les ofrece que no es para nada saludable. Creo que hay que volver a poder denunciar estas situaciones sin temor a que uno sea tildado de facho porque denuncia que hay situaciones de adicción, situaciones de adicción inducidas, situaciones de adicción inducidas desde sectores que tienen beneficios económicos con este tipo de adicciones, que hay una implosión inducida de muchos sectores juveniles y después también hay jóvenes que no están aturdidos en este tipo de problemáticas, pero también es cierto que se va armando una cuestión o una estética de la juventud en donde si vos no estás de alguna manera metido en alguna de estas cuestiones quedás afuera, quedás excluido de determinados movimientos. Todo depende de los sectores donde te vayas moviendo pero lo cierto es que, primero, hay que terminar con la hipocresía: esto ocurre nos guste o no, estos 5 jóvenes fallecieron por el consumo de este tipo de drogas, cada fin de semana las guardias de los hospitales explotan por las consultas de sobredosis y esto no redunda en medidas preventivas porque hay una confusión cuando se dice que no hay que penalizar esto, porque no quiere decir que de cualquier manera no haya que hacer algo. En una época decíamos que era una barbaridad que se siguiera judicializando el tema del suicidio, cosa que poca gente sabe que si alguien intenta suicidarse después tiene que rendir cuentas ante la justicia, y en realidad que uno diga que es una barbaridad que se judicialice el tema del suicidio no quiere decir que no haya que tomar medidas preventivas para que eso no ocurra”.
Como cierre, Garaventa aseguró que si hay sectores juveniles que están en el llamado “reviente” no corresponde mandarles a efectivos de la Prefectura, sino que es necesario desarrollar planes de prevención e inclusión que contengan desde un sentido mucho más amplio e impliquen formas de involucrarse en la sociedad de otra manera.