Y en el séptimo día… el Chubutazo

Más de mil personas festejaron, frente a la legislatura provincial en Rawson, el impresionante triunfo logrado tras siete días de una incansabe lucha que obligó al gobernador Mariano Arcioni y a los legisladores provinciales a dar marcha atrás y derogar la ley de zonificación minera que habilitaba la megaminera en la provincia.

Imagen: Virginia Chaile (ANRed)

Los festejos se repitieron en toda la provincia. Los manifestantes llevaban siete días de no abandonar la calle y el reclamo: piquetes en rutas nacionales y provinciales, marchas a los diferentes edificios de gobierno, recitales, vigilias, fueron las principales acciones de estos días.

Sabemos que este triunfo no es solo nuestro, sino que es un logro que también les sirve y recorre todo nuestro país, San Juan, Mendoza y Catamarca, principalmente, que también tienen conflictos con las megamineras, subrayó Mariela integrante de la Asamblea de Puerto Madryn.

Las asambleas de NO a la megamineria de toda la provincia tuvieron el apoyo de los trabajadores y trabajadoras relacionadas con la actividad pesquera, ya que el ejecutivo provincial presentó el proyecto 140/21 que habilita la flexibilización laboral y el ingreso de las grandes empresas pesqueras, en desmedro de la “flota amarilla” que son los barcos pequeños. Ademas, los grandes buques ya poseen su propio sistema y maquinaria para limpiar y procesar el pescado, lo que perjudicaría, también, a los sectores que trasladan el pescado del puerto a las plantas y las empresas que se dedican al procesamiento, que son mayormente mujeres y jefas de hogar.

El paro de la actividad pesquera fue protagonista, también, de esta victoria con una doble condición: por un lado, la pesca es una las actividades principales de la zona y por otro lado, esta huelga se da en temporada alta.

Sabemos que si las megamineras contaminan el agua, esto perjudicaría mucho nuestra actividad, señaló una trabajadora de una de las empresas que se encarga de limpiar, cortar y empaquetar el pescado.

Crónica de un triunfo

El ejecutivo provincial introdujo en diciembre del 2020 el proyecto de rezonificacion minera al mismo tiempo que las asambleas de NO a la megamineria ingresaron la Iniciativa Popular (IP), que ratifica la ley 5001, que prohibe la explotacion minera en Chubut. La IP fue acompañada por 30 mil firmas recolectadas a partir de un trabajo de concientización de la población en plena pandemia y en tan solo un mes y el apoyo de universidades, organizaciones sociales y científicas.

El proyecto de zonificación paso en toempo record del tratamiento en comision a la camara para su sancion. En tanto la IP, fue “cajoneada” y finalmente perdio estado legislativco.

Los y las legisladoras intentaron durante el 2020 sancionar el proyecto que habilitaba la megamineria, pero a cada intento se encontraban con la movilización de la poblacion de Chubut.

Al igual que en Mendozazo de diciembre de 2019, el lobby minero y la presión del gobierno nacional empujaron al débil gobierno de Arcioni a meter por la ventana el proyecto. La presencia de Alberto Fernandez junto al ministro de mineria en Chubut marca la intención de que se avance en la habilitación de la megaminería.

El miércoles pasado, 14 legisladores se lanzaron a la obediente tarea de aprobar velozmente el proyecto que abre las puertas a la megamineria, en una sesión que había sido convocada para el tratamiento de los pliegos y la elección de los y las postulantes para el Tribunal Supremo de Justicia.

Inmediatamente, las asambleas de NO a la mina llamaron a movilizar y se da inicio a estos siete días de lucha. La bronca que llevó a familias enteras a salir a la calle viene de años de postergación. El pueblo de Chubut quiere descansar, dijo en una de las asambleistas de Rawson, hace 20 años que da pelea. Chubut tiene una historia de 20 años de lucha a favor del agua, que se conjugo con demandas sociales que viene de arrastre de una provincia incendiada por la crisis social que atravesó huelgas por salarios impagos, precarización de la salud y la educación, con aumentos de los índices de pobreza y desocupación por arriba de la media nacional y la represión a los pueblos originarios en la creciente recuperación de sus territorios.