«Tiene que haber un organismo que controle la esfera de salud y eso no pasa con las frutas, verduras y hortalizas»
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 08/05/2017
La ONG Naturaleza de Derecho presentó un recurso de amparo que permitió conocer un informe del Servicio Nacional de Sanidad y calidad Agroalimentaria (SENASA), en el que se dio a conocer que, al menos, hay un 65% frutas y verduras que tienen restos de agroquímicos en los alimentos. Desde Enredando las Mañanas conversamos con el integrante de la ONG Fernando Cavaleiro. AUDIO descargar
ELM: ¿Qué lectura hacen ustedes de este informe?
Fernando: Venimos trabajando desde hace años en el tema de lo que es el uso de agrotóxicos en el sistema agroalimentario y la cuestión que planteamos siempre era la perspectiva que tienen los pueblos fumigados en el interior, con las fumigaciones aéreas y terrestres. Después nos dimos cuenta de que era un problema en las grandes ciudades, porque muchos de los agrotóxicos también son utilizados en los cultivos intensivos frutihortícolas. El informe es producto de un pedido de información que hicimos desde Naturaleza de Derechos en el cual le solicitamos información al SENASA para que nos diga los resultados de los controles de los últimos cinco años en los mercados de Mar del Plata y de La Plata sobre la presencia de agrotóxicos en frutas verduras y hortalizas. El SENASA, en un primer momento, no dio respuesta al pedido; lo cual motivó una acción de amparo y recién ahí accedió a brindar la información con los resultados que más o menos se saben, porque tuvo impacto en los grandes medios corporativos. Y bueno, los resultados están a la vista: presencia de más de 20 agrotóxicos en todos los alimentos, que muestra claramente que aun cuando se apliquen las buenas prácticas agrícolas esto es imposible, el sistema basado en el uso de agrotóxicos es incontrolable. Hay desvíos de uso, se aplican agrotóxicos que no están autorizados en productos vegetales. Se encontraron cantidades que exceden los límites máximos de residuos, que también están cuestionados. Por lo tanto, hay una permisibilidad del Estado para que se utilicen estos agrotóxicos sin haberse evaluado debidamente los riesgos crónicos, que es lo que está en debate.
ELM: El pedido de amparo es del año pasado, ¿tuvieron que pasar por una serie de pasos administrativos?
F: Venimos trabajando con algunos agrotóxicos en particular, por ejemplo: con el glifosato y el 24D, donde también hubo pedido de información. El glifosato y el 24D son unos de los productos de mayor consumo en la agricultura, en los cultivos del maíz, la soja. Y en el tratamiento de los terrenos para preparar los cultivos extensivos, también son utilizados en los cultivos de frutas, hortalizas y verduras.
En ese caso concreto hicimos dos pedidos, a los cuales el SENASA no accedió y tuvimos que ir a la justicia. Fue un pedido general en cuanto a los controles del SENASA en relación a las frutas, hortalizas y verduras de los mercados que te indicaba anteriormente. En los tres casos nunca accedió a brindarnos la información y, en el caso del glifosato, la acción judicial está en curso; es una acción mucho más compleja porque ahí lo que estamos pidiendo es que el glifosato sea sometido a una revisión nuevamente en base a lo que ha surgido del informe de AIARC y de toda la información científica concreta que hay al respecto.
En cuanto al pedido de información sobre los agrotóxicos en verduras y hortalizas, no hubo necesidad de notificar la demanda porque el SENASA al tomar conocimiento de que se había interpuesto el amparo, para neutralizar la acción judicial dio esa información. Aunque, parcialmente: no nos dio las cantidades de agrotóxicos que se encontraron en cada producto vegetal.
ELM: Ni tampoco de los últimos cinco años como ustedes habían pedido, solo 2011 ¿puede ser?
F: Entregaron de los últimos cinco años, eso lo cumplió, porque son dos periodos, los controles del SENASA se dividen por etapas. En este caso es un segmento que comprende 2011 y 2013 y después está un segundo segmento que va del 2014 al 2016 que son presentados en forma distinta. En el primer segmento lo que el SENASA hace es mostrar los casos positivos, que obviamente los porcentajes dieron muy altos. Para darte un ejemplo: la pera, de 309 controles, 302 dieron positivos; el 98%; y así sucesivamente con la manzana, con la uva, con la naranja, con el apio, o sea prácticamente todas las verduras, frutas y hortalizas dieron porcentajes muy altos. Salvo la cebolla, la papa y otro más.
ELM: ¿Qué argumenta el SENASA para no hacer pública esta información?
F: En el caso del glifosato, lo que ellos argumentan es el tema de que los estudios que presentan las empresas para obtener la autorización son un secreto comercial, cosa que no es así. Pero sobre las frutas, verduras y hortalizas no argumentaron nada, simplemente fueron reticentes, o sea, frente a la interposición del amparo judicial, accedieron a brindar la información. Pero obviamente hay una actitud de ocultamiento, es preferible que esto no se sepa. Vemos el ardid en cuanto a cómo presentan la información del último segmento de 2014 a 2016 que justamente muestran como casos positivos aquellos donde los controles del agrotóxico superaron lo que es el LMR (Límite Máximo de Residuo). Ahí hay el porcentaje es mucho más bajo, pero eso no implica que estén utilizando los mismos agrotóxicos y las mismas cantidades que en el período de control anterior que es el de 2011 a 2013 que fue el que nosotros informamos.
ELM: ¿Cuáles son los próximos pasos que ustedes están analizando frente la toma de conocimiento de estos resultados?
F: Esto forma parte de una línea de trabajo, es decir, lo primero es contar con información, en parte ya la tenemos, tenemos un paneo de que la situación es grave. Esto para nosotros ya era sabido. Hay estudios previos, como uno de la Universidad de La Plata del EMISA que había hecho un control en 60 hortalizas y también había dado un porcentaje muy alto. Después hay otros trabajos que han hecho otras organizaciones. Ahora los pasos a seguir son, primero, obtener toda la información sobre las cantidades que se encontraron y cuáles son las medidas que efectivamente tomó el SENASA; tener constancias administrativas de lo que efectivamente se hizo. Esto va a motivar el inicio de una acción penal para que se investigue la responsabilidad de los funcionarios públicos, porque nosotros consideramos que se han incumplido con los deberes de funcionario público: se tendría que haber alertado a la comunidad, se tendría que haber informado. Es algo que no se hizo nunca, ni siquiera un alerta, ni siquiera una campaña de prevención para tomar medidas. A partir de esto, también hay que trasladarle la responsabilidad a otro organismo del Estado que es el ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos y Alimentos y Tecnología), que es la que tiene control de los alimentos y tiene que analizar si los alimentos producidos en base a estos productos tienen presencia de agrotóxicos. Por ejemplo, las aguas saborizadas, los enlatados, todo lo que es frutas enlatadas. Y quiero aclarar que el ANMAT maneja otros criterios de riesgos, distintos al SENASA, por una cuestión esencial: está dentro de la órbita del Ministerio de Salud, cuando el SENASA responde al Ministerio de Agroindustria y sus criterios de riesgos están basados en la sanidad vegetal y no en la salud humana. Por eso también cuestionamos el papel y la competencia del SENASA en esta área porque consideramos que también la evaluación de riesgo de los productos frescos tendrían que estar bajo la órbita del ANMAT. Estamos hablando de alimentos, tiene que haber un organismo que controle la esfera de salud y eso no pasa con las frutas, verduras y hortalizas.
Pongo un ejemplo: el ANMAT tiene competencia en cuestión de alimentos, también tiene competencia en cuestión de agrotóxicos, que son los utilizados en la línea jardín, en los viveros. El ANMAT puede autorizar, evaluar e inclusive hasta cancelar los registros. En 2008 prohibió todos los agrotóxicos que son considerados inhibidores de la coniferasa, está probado que afectan seriamente el sistema nervioso; como procrifos, el diasinon. Los prohibió y eso fue avalado por el Ministerio de Salud. Pero por otro lado, el SENASA, que tiene la competencia sobre esos agrotóxicos pero para ser utilizados en la agricultura permite su uso en las frutas, verduras y hortalizas que consumimos todos los argentinos.
ELM: Ustedes también están desarrollando una campaña que promueve otra agricultura a lo que es el sistema tóxico de transgénico, que es la campaña nacional de fomento a la agroecología. ¿Nos podrás comentar de qué se trata y qué grado de adhesión han tenido desde el lanzamiento, en el día de la tierra el 22 de abril?
F: Efectivamente, con varias organizaciones venimos cuestionando este modelo pero, a la par que lo cuestionamos, planteamos alternativas, como el modelo de agroecología. Consideramos que el Estado tiene que tomar la decisión política de empezar a avanzar en la reducción del uso de agrotóxicos y promover y estimular las prácticas agroecológicas que son posibles. Hay muchos emprendimientos en todo el país que demuestran que se puede producir alimentos sanos sin uso de agrotóxicos y con los mismos márgenes de rentabilidad que tanto le preocupan a los agricultores. Con estas organizaciones hicimos una campaña para el Día de la Tierra para promover y estimular la agroecología, pero desde la acción que es presentar en cada municipio una ordenanza para que se promueva y fomente. Hubo mucha adhesión en más de 60 localidades, a través de asambleas con vecinos autoconvocados que se tomaron su tiempo. Nosotros pusimos dos modelos de ordenanza e información. Eso se cumplió y se sigue cumpliendo, la idea es proyectarlo hacia adelante.