SYRIZA: El derrumbe de una ilusión
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 25/07/2015
Luego del referéndum en el que el pueblo griego votó mayoritariamente por el no a las medidas de austeridad planteadas por los organismos financieros de la Unión Europea, el primer ministro, Alexis Tsipras, de Syriza hizo una propuesta con medidas de austeridad peores para el conjunto de la población. Durante la emisión de Enredando las Mañanas del viernes 17 de julio, analizamos esta compleja coyuntura con Theodoros Karyotis, sociólogo y activista griego.
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El pueblo griego ante las medidas de austeridad: entre el miedo y la reactivación de la lucha
Para comenzar el diálogo, Karyotis, pasó revista de la coyuntura griega luego del referéndum y del acuerdo alcanzado por el gobierno de Syriza con la Troika: “no habíamos terminado de celebrar la victoria que significo el 61%, cuando nos dimos cuenta que el Primer Ministro preparó una nueva propuesta hacia los acreedores, con términos, medidas de austeridad, muchísimo peores de las que acabábamos de rechazar en el referéndum. Siguieron manifestaciones, protestas. La gente por lo general estaba muy aterrorizada por toda la situación que vivimos las últimas tres semanas con los bancos con un corralito muy particular, donde se puede retirar muy poco dinero; y con amenazas continuas por parte de los acreedores de llevar a Grecia a la bancarrota”. Del mismo modo agregó: “siguieron tres días de negociaciones con los acreedores, donde esas medidas, esas propuestas del gobierno griego, fueron allí multiplicadas. El gobierno de Tsripas, que se suponía que era un gobierno de salvación nacional, un gobierno contra el memorándum, como llamamos aquí al paquete de austeridad, volvió con el tercer memorándum, el peor que vimos hasta ahora, que incluye no solo la bajada de sueldos y pensiones, la subida de precios de productos básicos, sino también un revés en el control democrático de varias de las instituciones griegas”. Asimismo Theodoros enfatizó: “Grecia acaba de perder el control de sus bancos, y esta obligada a privatizar algunos activos públicos con un valor de 50 millardos de euros. Además los acreedores quisieron asegurarse de que las medidas iban a pasar, entonces obligaron al gobierno a pasar el nuevo acuerdo muy rápidamente por el Parlamento sin darle tiempo a los parlamentarios de leer cuales fueron las medidas. Lo que siguió fue una escisión de Syriza, que no se ha manifestado todavía, pero muchos de los parlamentarios de Syriza no votaron por este acuerdo. Hoy justo estamos esperando una remodelación del gabinete del gobierno a raíz de esta escisión. También hubo manifestaciones en la calle donde hubo represión, similar a la de los gobiernos anteriores. Lo que vemos ahora es un gobierno que salió con un programa antiausteridad que se esta convirtiendo en un gobierno represivo como cualquier otro diciendo que no hay alternativa, y que hay que convertirse en otro gobierno pro austeridad”.
El papel de los movimientos sociales y el fantasma de la ultraderecha
Consultado sobre los pasos a seguir en esta coyuntura por parte de los movimientos sociales, partidos de izquierda y el activismo independiente, el entrevistado señaló: “la primera reacción en la calle no fue la apropiada. La gente esta tan aterrorizada después de tres semanas de chantaje que no salió a la calle. Todavía no ha sentido lo que significan realmente estas medidas. Poco a poco van a ir sintiendo la diferencia en su propia vida y se van a empezar a movilizar más”. En la misma sintonía expresó: “ahora para los movimientos sociales es el cierre de un ciclo, por lo general en Europa, que empezó con las manifestaciones en las plazas en 2011, donde se puso en tela de juicio toda la dirección de la Unión Europea, cuestionarla desde abajo. Syriza fue una manifestación de esta expresión, de ese ciclo de protestas. Además, fue idolatrado por toda la izquierda europea. “Ahora mismo esta opción se acaba de derrumbar”, enfatizó, añadiendo: “termina la hegemonía de Syriza dentro de los movimientos sociales. Estos días fueron el divorcio total de esta relación. Para mí fue un desenlace necesario y también positivo, en el hecho de que los movimientos sociales ya no creen en el proyecto de Syriza. Yo siempre he estado diciendo que son proyectos totalmente distintos. El proyecto de los movimientos sociales, desde abajo intentando transformar la realidad y avanzar al pos capitalismo, con el proyecto de Syriza que quería solamente salvar el capitalismo, hacerlo funcionar en un país como Grecia. Ahora las cosas están en su sitio”. Al mismo tiempo Karyotis advirtió: “hay varios peligros por delante. El principal es que si el ala izquierda de Syriza no se constituye como una fuerza política independiente, la única fuerza que ahora está detrás del NO en el memorándum son los nazis de Aurora Dorada. Todas las demás fuerzas han traicionado a este NO. Podemos ver un aumento de la influencia electoral de los nazis. Este es un problema gravísimo que lo tenemos que enfrentar políticamente pero también en las calles. Por otro lado, espero y quiero, esto puede conducir a una radicalización de los movimientos sociales y un nuevo ciclo de movilización desde abajo. Estamos convencidos que las soluciones institucionales y desde arriba no van a tener ningún efecto”.
El Syriza y las (sin)razones del referéndum
Sobre la estrategia de Syriza y el objetivo con el acuerdo alcanzado, Theodoros expresó: “la estrategia de Syriza no ha sido unitaria. En cada momento fue prevaleciendo otro tipo de estrategia. Por eso es muy difícil explicar qué es lo que querían con el referéndum. Hay quienes dicen que hubieran preferido perder el referéndum, o ganarlo con un margen muy pequeño, así se exime de toda la responsabilidad política y decir que se está haciendo lo que la población quiere. Se sabía que al momento de declarar al referéndum no había ninguna manera de tener un acuerdo favorable. Por otro lado hay gente que dice que este referéndum y la confusión que siguió, fue por una lucha de poder muy particular dentro de la cúpula de Syriza y del gobierno”.
En otro momento de la entrevista, le consultamos sobre la postura de Costas Isychos, Vice Ministro de Defensa del Gobierno griego, nacido en Argentina: “su postura fue votar NO al nuevo acuerdo. Es uno de los 39 diputados del Syriza que votaron no al nuevo acuerdo. Pertenecen al ala izquierda de Syriza. Ahora queda ver si van a generar una nueva fuerza política o si van a quedarse como una voz disidente dentro del partido. De todas formas, debido a la remodelación que hay hoy en el gobierno, seguro Costas Isychos va a perder el Vice Ministerio de Defensa”. Luego Karyotis nos señaló sobre la estructura organizativa del partido gobernante en Grecia: “Syriza ya no es una coalición. Es un partido unitario desde hace un par de años. Antes de esto había dos organizaciones principales al interior. Todavía siguen de alguna manera. Los que pertenecen a algunas organizaciones han separado su postura, han tomado distancia. Pero formalmente ya no se compone de organizaciones”.
Las consecuencias de la claudicación del gobierno griego
Finalmente, Theorodos Karyotis nos señaló algunas de las consecuencias de este proceso que se esta desarrollando en Grecia en el mapa político europeo, afirmando: “esto quizás es lo único positivo de toda esta historia. El ascenso electoral y la formación del gobierno de Syriza, significó para la izquierda europeista una reconfirmación de su idea de que puede haber una Europa más justa, con más justicia social, sin reformar las instituciones. Ahora mismo esta idea queda por completo desacreditada”. Con énfasis advirtió: “empieza una crisis de la izquierda europeista. Para una gran mayoría quizás se revela Europa como lo que es: una unión económica, dominada por Alemania. Y digo dominada y no hegemonizada porque claramente hegemonía no es imposición, hegemonía es gobernar por el bien de todos. Ahora queda claro que Alemania no gobierna por el bien de todos, sino que solo ha intentado dominar. Esto cierra un ciclo también para los otros países donde la izquierda pro europea tenía vistas de llegar al poder, como España o Irlanda. Empiezan nuevos procesos dentro de las sociedades, para reconfigurar su postura hacia la Unión Europea. Esto conlleva un gran peligro, con partidos como el Frente Nacional en Francia y el Partido por la Independencia de Reino Unido, que pueden llegar a conseguir más votantes en esta coyuntura. También hay cada vez más voces que intentan construir una Europa en el margen de las instituciones existentes, una nueva manera de reformar Europa”.