Masacre de Avellaneda: en busca de los responsables políticos
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 22/12/2014
El Frente Popular Darío Santillán realizó este lunes 22 de diciembre, junto a Alberto y Leonardo Santillán (padre y hermano de Darío) y los abogados patrocinantes de la APDH La Matanza, una presentación judicial en los tribunales porteños de la calle Comodoro Py solicitando el desarchivo de la causa por la Masacre de Avellaneda. Desde el programa de la RNMA, Enredando las mañanas, nos comunicamos con Lucas Morello, integrante de esa organización, quien nos dio detalles de la presentación judicial.
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Lucas Morello: En principio estamos empezando a concentrar, como Frente Darío Santillán, pero también junto a diversas organizaciones que acompañan la causa y de los organismos de derechos humanos, no solo los que están patrocinándola. Ante el juez Osorio estamos pidiendo el desarchivo de la causa que investiga las responsabilidades políticas de la masacre de Avellaneda del 26 de junio de 2002. También se está pidiendo el cambio de carátula y su imprescribilidad, lo que consideramos un hecho fundamental e importantísimo al ser una causa que continúa lo que fue el dictamen de la semana pasada de la justicia de Lomas de Zamora que ratificó la condena a perpetua a los responsables materiales. Entonces creemos que el otro lado de la moneda es esta causa que intenta dar luz frente a lo que fueron los hechos políticos que llevaron aquella masacre que culminaron con los asesinatos de Darío y Maxi; y que también describe un marco más general, más importante dentro de lo que era el panorama político de ese momento que fue un punto de inflexión muy importante, lo que fue la masacre, la lucha del movimiento piquetero, lo que hizo que el gobierno de Duhalde tuviera que abandonar el poder de manera anticipada. Entonces no puede haber una justicia íntegra o completa sino se investigan las responsabilidades políticas de los que pasó aquel 26 de junio y por eso necesitamos hoy exigir no solo el desarchivo de la causa sino también que la causa tenga como carátula la relevancia que merece, que sea investigado como homicidio complejo y goce del carácter de imprescribilidad para que tenga mayor holgura para ser investigado.
ELM: De acuerdo a como está la causa hoy ¿que es lo que están pidiendo que se cambie?
LM: Quizás el cambio de carátula es algo judicial.Lo que estamos pidiendo en términos de relevancia es que la causa no prescriba, que no corra el tiempo. Hoy en día está como homicidio simple, lo cual para nosotros no corresponde en un hecho como la masacre del puente Pueyrredón sobre todo cuando se investigan las responsabilidades políticas o intelectuales frente a un caso como éste. El hecho nodal es que vamos a hacer la presentación para que no prescriba y se desarchive. Ahí nos basamos en algunos antecedentes judiciales importantes como quizás el caso de Walter Bulacio, en el que se tardó mucho tiempo para poder tener una sentencia judicial y no prescribió por la responsabilidad institucional. Hay tres elementos que hacen que el juez tenga que considerar esto: primero la participación de organismos del Estado en los hechos, segundo los involucrados con altos cargos en el Estado, en este caso Gobernadores, gente de la SIDE, ministros y hasta el mismo presidente y el tercero es la relevancia histórico político de la causa del 26 de junio, quizás sea el punto más subjetivo pero en el cual involucra en la concepción que el juez debería tener de lo que pasó. Que la causa no corra en el tiempo, para que la investigación se lo más detallada posible porque entendemos que el desarchivo va a ser un paso muy importante pero la batalla madre es que logremos que las responsabilidades políticas se pongan sobre la mesa para los asesinos de nuestros compañeros, los que ordenaron disparar con balas. Y que no solo fue en el puente, sino que crearon un Estado de sitio en todo el cordón sur del gran Buenos Aires… uno de los daños más profundos desde la vuelta de la democracia en nuestro país.
ELM: En estas fechas, a 13 años del 19 y 20 de diciembre, ¿cual es el balance que hacen desde el Frente?
LM: Siempre entendemos el 19 y 20 de diciembre y el 26 de junio, no solo involucran al Frente. Somos un producto de un grado de organización de nuestro pueblo en el cual hay varios emergentes, como son varias organizaciones hermanas de esa época de diferentes expresiones desde la misma red. A 13 años, ese momento para muchos de nuestra generación fue fundacional, un despertar. Somos los hijos del argentinazo, del neoliberalismo, de esa generación que resistió en los años más difíciles en términos de resistencia popular. Esto arranca un día antes del 19 y 20, a fines de los 80, cuando el país se entregaba a los capitales financieros y tiene el epicentro en el 2001 en el que muchos de nosotros que éramos muy pibes pudimos expresar la bronca de lo que estaba pasando y pudimos también empezar a pensar a la organización como una herramienta para cambiar esa realidad. Desde el 2001 tenemos una tarea pendiente, no hemos podido después de ese levantamiento que fue ejemplar, no solo para la Argentina – en términos continentales en América Latina con varios levantamientos, como el Caracazo, la guerra del agua en Bolivia y otros acontecimientos – capitalizar y generar a partir de eso un grado de organización que nos permita proyectar una superación política a ese neoliberalismo que hoy encuentra pilares fundamentales en el modelo establecido en la década kirchnerista. Es una tarea pendiente en la cual hemos avanzado y retrocedido, de los cuales debemos aprender, en un contexto complejo donde la derecha se muestra más fuerte, donde la represión está en aumento y donde cada día es más necesario que podamos dar el salto político hacia un proyecto de país en concordancia con los cambios de nuestra América.