Festival histórico de los 10 años de Zanón Bajo Control Obrer@
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 19/11/2011
Entrevista a Omar Villablanca – Sec. General del SOENC
El 20 de noviembre no será un día cualquiera para l@s obrer@s de Zanón. En esa jornada, se abrirán, nuevamente, las puertas de la fábrica para celebrar junto a la comunidad los 10 años de la Gestión Obrera. El festejo histórico de los trabajador@s ceramistas se llevará a cabo gracias a la solidaridad de las distintas bandas que han brindado su apoyo al reclamo para que se realicen los trámites administrativos (y políticos) correspondientes para la Expropiación de Zanón, ley votada por unanimidad en la Legislatura de Neuquén en el año 2009.
Este 20 de diciembre, se harán presentes bandas regionales: Oye Primate y Cromosoma X, nacionales: Arbolito, Jauría (liderada por Ciro Pertussi), Bersuit Vergarabat y la banda internacional que coronará el festejo: Manu Chao.
En el transcurso de los 10 años de lucha y producción, l@s trabajador@s, han definido a través de sus asambleas, utilizar todas las estrategias políticas posibles para rodear de compromiso militante al control obrero. Es por eso que el apoyo de las bandas de rock se constituyó en su momento y ahora como un instrumento indispensable para difundir esta lucha dentro y fuera de las fronteras del país.
L@s organizador@s del festival solidario, esperan que l@s visitantes disfruten del espectáculo, redoblen su apoyo al control obrero y recuerden que, como siempre, la seguridad “la hacemos entre tod@s”, ya que en el predio de Fasinpat no habrá policías custodiando. La recuperación de Zanón en manos de sus trabajador@s hace diez años constituye un ejemplo de lucha y resistencia al capital, es un ejemplo de que las fábricas sin patrones funcionan, sin l@s trabajador@s NO.
En entrevista exclusiva, Omar Villablanca, trabajador de Fasinpat y actual Secretario General del Sindicato Ceramista de Neuquén (S.O.E.N.C,) reconstruyó algunas de las acciones y hechos políticos más significativos de estos 10 años de Gestión Obrera.
Omar Villablanca: Creo que no se puede hacer un análisis de lo que significa la lucha de los obreros/as de Zanon, sin antes analizar de dónde surge nuestra experiencia y de dónde venimos. En primer lugar recuperamos la comisión interna, cuestión que no fue para nada fácil, para ese grupo de compañeros entre los que se encuentra Alejandro López, Raúl Godoy, Mario Balcazza, Carlos Acuña, por nombrar algunos de los que luego se transformaron en dirigentes históricos. Ellos fueron los que comenzaron ese laburo de boca en boca para concienciar a cada uno de los que trabajábamos en aquellos años. En el año 2000, a pesar de las maniobras de la burocracia del sindicato, encabezado por los hermanos Montes y la patronal, se logró recuperar el Sindicato Ceramistas de Neuquén. Esto fue esencial, para que al momento del cierre y abandono de la fábrica, de parte de la patronal, hayamos tenido una conducción consolidada que se puso el conflicto al hombro.
Sin lugar a dudas, considero que a 10 años de haber puesto la fábrica a producir nuestra lucha se caracteriza por la solidaridad. Desde un principio parte de lo que producimos lo donábamos a las familias que más lo necesitaban, pero también a las escuelas, hospitales, etc. Afrontamos la desocupación y la crisis creando más de 220 nuevos puestos de trabajo. Fuimos siempre solidarios con las luchas de nuestros hermanos de clases y rompimos con las divisiones que nos quieren imponer las grandes centrales, eso de que sos de la CGT o CTA, nosotros decimos luchar con tod@s los trabajador@s.
Durante estos años abrimos la fábrica a la comunidad para que se conozca en qué y cómo trabajamos. Obtuvimos solidaridad de artistas, músicos, intelectuales, etc. que se acercaron a nosotros para que nuestra experiencia sea reconocida internacionalmente. Todo ese apoyo lo supimos conseguir, gracias a las políticas impulsadas desde nuestro sindicato que logró torcer la voluntad política del gobierno provincial y consiguió que se votara la ley de expropiación. El balance en ese sentido es más que positivo.
E- Si tuvieras que hacer una cronología rápida de estos 10 años de Gestión Obrera: ¿qué momentos o circunstancias te vienen a la mente? ¿Qué significaron para ustedes?
Omar Villablanca: Fueron muchos, todo lo que hemos vivido y transitado sin dudas nos cambió la cabeza. Desde el cierre y abandono de la fábrica, en un contexto de crisis política y económica de nuestro país, en el que se vivía con mucha incertidumbre, donde la desocupación superaba el 20% y más de la mitad de la población vivía por debajo de la línea de la pobreza, hasta hoy si tomamos en cuenta que los gobiernos actuales mienten en las estadísticas, disimulando la crisis.
Debemos remarcar que en el primer tiempo la comunidad fue muy solidaria con nuestra resistencia en las carpas, nos ayudaban con alimentos qué cambiábamos por un volante. Creo que la gente nos reconocía que siempre nos consideráramos trabajadores y que defendiéramos nuestra fuente de trabajo. Pero el hecho más significativo durante el acampe, fue cuando los compañeros privados de la libertad, detenidos en la Unidad Penitenciaria Nº 11 que queda detrás de la fábrica, donaron por una semana parte de sus raciones de comidas. También cuando las Madres de Plaza de Mayo Regional Alto Valle fueron a hacer la ronda de los jueves frente a la rotonda de la fábrica. Otro hecho importante se sucedió el 28 de noviembre del 2001, cuando la patronal nos despidió a tod@s y fuimos a exigir respuestas a casa de gobierno, allí quemamos los telegramas porque sabíamos que eran inconstitucionales los despidos en masa. Ese día la respuesta a nuestro reclamo fue la represión, que duró varias horas y se extendió por todo el centro neuquino como una cacería de ceramistas. 14 compañeros cayeron presos. Esa experiencia nos sirvió para entender que la lucha no solo era contra la patronal sino también contra el gobierno neuquino que, como siempre, protege a los empresarios en detrimento de los trabajadores.
La verdad que cada momento que vivimos fue indispensable para entender nuestra propia historia, para crecer en experiencia política. Aprendimos de nuestros compañer@s las obreras de Brukman, que tienen unos ovarios terribles, cómo resistir a la represión y el desalojo. Aprendimos de la solidaridad de muchos compañer@s que nunca conocimos, y quizá nunca conozcamos, que desde la distancia nos enviaron una moneda como fondo de huelga para que nosotros resistiéramos. Aprendimos de la solidaridad de clase, todo eso nos enseñaron los compañeros en lucha: como los compañeros del Bauen, que cuando estaban acampando frente al hotel, limpiaron las primeras habitaciones para que nosotros pudiéramos descansar.
Muchos fueron los hechos que marcaron a los ceramistas. La unidad de trabajadores desocupados del MTD y ceramistas a principios del conflicto fue también un hecho relevante, y quedó manifiesta en nuestra acción conjunta cuando much@s de ell@s pasaron a ser parte de la gestión obrera.
Uno de los hechos más importantes es haber logrado torcer la voluntad política del gobierno del MPN cuando en la Legislatura de Neuquén leímos el prólogo clasista del Prólogo del Estatuto del S.O.E.N.C, lo hicimos frente a las Cámaras de Empresarios que habían ido acompañadas por el Sec. Gral. Sergio Ramírez de la CGT, ambos se oponían a nosotros, pero el reconocimiento social de nuestra lucha nos permitía cambiar el rumbo de nuestro sindicato. Algunas de las líneas de nuestro estatuto expresan que: “El SOECN es una organización sindical de lucha y defensa de los intereses económicos y sociales de los trabajadores/as ceramistas en la actual sociedad capitalista. En la sociedad hay cada vez más una reducida minoría que disfruta de todas las ventajas del desarrollo económico, social y tecnológico; mientras el resto está condenada a la sobreexplotación, la desocupación y los bajos ingresos. La sociedad se desarrolla en el contexto de la lucha de las clases sociales. Por eso el SOECN reconoce, se orienta y basa su práctica en la lucha de clases y bajo los principios del sindicalismo clasista, conservando su plena independencia del Estado y sus instituciones, del gobierno y todas las organizaciones patronales. El SOECN reconoce que la clase obrera no tiene fronteras. Somos hermanos de los trabajadores y los pueblos pobres y oprimidos de América Latina y el mundo. Luchamos contra la dominación de las potencias imperialistas que saquean al mundo con su secuela de hambres y guerras. La fraudulenta deuda externa o la intromisión del imperialismo en las principales fuentes de riqueza nacional, como es el caso del petróleo y el gas en nuestra región, consolida su dominio sobre los instrumentos y medios de producción, impidiendo el desarrollo nacional independiente y soberano. El SOECN libra una lucha consecuente por los legítimos intereses de la clase trabajadora y en alianza con los sectores populares buscando elevar la conciencia de clase de los trabajadores y lograr una sociedad sin explotadores ni explotados”
Sin dudas, estos y otros hechos han generado que, en mayor o menor medida, ningun@ de l@s que somos parte de esta experiencia seamos los mism@s. Desde hace 10 años hasta ahora hay un avance significativo en nuestras conciencias. También nos tocó afrontar junt@s la pérdida de nuestros compañeros: Boquita (Jorge Esparza), Polo (el abogado Leopoldo Denaday), Basualdo, etc, a los que encontramos presentes siempre en nuestra lucha.
E- ¿En qué momento político asumiste la conducción del SOECN?
Omar Villablanca: No era un momento fácil, por varias cuestiones. Primero porque estábamos ocupando el lugar, en el sindicato, de dos referentes históricos como lo son Raúl y Alejandro, no solo referentes para los ceramistas sino también para la comunidad. Cómo nueva conducción sabíamos que no era fácil romper con esa personificación de las cosas, por eso nos propusimos varios desafíos. Segundo porque en el país atravesábamos la crisis del campo y el gobierno, que produjo una recesión de la construcción, a la cual, como productores de piso cerámico y revestimientos, estamos directamente relacionados. Esa crisis en la construcción se sentía en las fábricas. Luego es nos tocó afrontar el conflicto de la Cerámica Stefani de Cutral Có, cuando su dueño abandonó la fábrica, argumentando crisis. De esa lucha logramos que l@s compañer@s de Stefani estén hace un año produciendo bajo control obrero. La lucha de los compañeros de Stefani fue impresionante, el haber resistido siete meses en las carpas hasta agotar casi todas las alternativas y haber madurado en la totalidad de los compañer@s la puesta en marcha de la fábrica, fue un aprendizaje enorme. Con el respaldo de la comunidad de Cutral Co, de las organizaciones logramos realizar un referéndum donde a pesar de la contra campaña de Río Seco, el intendente y su concejo deliberante, logramos un amplio respaldo de la comunidad. O sea, l@s trabajador@s obtuvimos más votos de los que él obtuvo para gobernar la localidad. Ese fue un espaldarazo enorme para conservar y puesta en marcha de la fábrica.
Otro tema que nos cargaba de responsabilidad era luchar por la finalización del trámite de expropiación, ley que logramos en el 2009 y que al día de hoy no se termina.
Para nada era fácil el desafío que afrontábamos, como no lo será para l@s compañe@s que nos tengan que reemplazar en el futuro. Nuestro sindicato tiene que dar una constante pelea política e ideológica contra los gobiernos y las patronales. Tres de las cuatro fábricas (Cerámica Zanón- Fasinpat; Cerámica del Valle y Stefani) de nuestra filial están en manos de los trabajadores y eso no se lo bancan. Estamos inmersos en un sistema capitalista y para ellos la propiedad privada es sagrada, pero para nosotros los puestos de trabajo y las fuentes de trabajo s no se negocian, se pelean.
E- ¿Cómo han respondido a sus reclamos las instituciones del Estado?
Omar Villablanca: La respuesta inmediata fueron las causas judiciales que cargamos por luchar. No solo en Zanon, sino también en Stefani, donde la totalidad de nuestros compañeros están con causas, muchos de ellos con más de dos, y en la mayoría de los casos, casualmente, los testigos son policías, y agentes del servicios de inteligencia de la provincia, DIE, que a pesar de que fueron disueltos por la legislatura, siguen operando con el total respaldo del poder político.
Visualizamos que estas políticas de represión judicial se extienden en todo el país, con más de cinco mil compañeros procesados y con presos presos políticos que son el ejemplo claro de la judicialización de la protesta social.
E- ¿A diez años de la fábrica sin patrón, qué valor se le sigue otorgando a la consigna “Zanon es del pueblo”?
Omar Villablanca: Creo que más que una consigna la comunidad lo entendió así. Neuquén conoció a Zanon antes y después de la gestión obrera. Esa fábrica que era tabú hoy la recorren miles de estudiantes y trabajadores y conocen nuestra historia, ellos ven que nuestra lucha está parada en dos patas, por un lado está la producción y por el otro la lucha en las calles.
La comunidad es testigo que hace 30 años por el playón de la fábrica caminaban los militares y Luis Zanon, en oposición a eso hoy lo transitan las Madres de desaparecidos. La comunidad sabe que de los cerámicos que producimos, parte son donados en solidaridad con los que menos tienen. Ven que nunca intentamos salvarnos solos, por eso luchamos junto a los estudiantes, los trabajadores de la educación y salud pública y la comunidad toda. Por eso, en la misma práctica se visualiza que “Zanón es del pueblo”.
E- ¿Qué mensaje final?
Omar Villablanca: Mirá, en el año 98 cuando los compañeros nos decían que había que recuperar la comisión interna, la burocracia era muy fuerte, estaba sostenida por la patronal, muchos creíamos que era imposible, y se logró. En el 2000 nos propusimos recuperar nuestro sindicato y lo logramos. En el 2001 cerró la fábrica, nos decían que no se podía poner en marcha sin la patronal y hoy llevamos 10 años de control obrero en Zanón. También Cerámica del Valle y Stefani funcionan bajo control de l@s trabajadores. Cuando apostamos a participar del Frente de Izquierda (FIT), muchos nos dijeron que era una locura y hoy logramos un diputado obrero ceramista.
Hay una cuestión que fue fundamental durante estos diez años, nuestra organización, los mecanismos de discusión en asamblea y lo más importante es que confiamos en nuestras propias fuerzas, buscando y llevando solidaridad.
Con nuestra experiencia demostramos que somos l@s trabajador@s l@s que movemos el mundo, una fábrica sin trabajadores, un hospital sin médicos ni enfermeros, una escuela sin trabajadores del la educación ni estudiantes, un campo sin trabajadores, son solo espacios vacíos, somos nosotros l@s trabajador@s los que movemos el mundo, por eso hay que creérsela y confiar en nuestras fuerzas, no depositar la confianza en los empresarios, ni en los gobiernos, ellos responden a sus propios intereses que de ninguna manera son los nuestros.
Desde Neuquén- RNMA
(Las fotografía son parte del archivo de Fasinpat)