El arte como una herramienta de resistencia

Enredando las mañanas dialogó con Marita y Orne, estudiantes de la carrera de Musicoterapia, sobre la modificación de Ley de Salud Mental y la lucha desde los lenguajes artísticos.

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El decreto reglamentario firmado por el presidente Mauricio Macri modifica de manera sustancial lo que propone la Ley Nacional de Salud Mental. A partir de ello, distintas organizaciones que ya vienen militando por la desmanicomialización levantaron bandera para defender lo que con tanta lucha lograron.

“Lxs primerxs perjudicadxs son lxs usurarixs de salud mental”, dice Marita quien además ve en la reforma de la Ley un mensaje claro sobre qué herramientas son las consideradas “válidas” para el tratamiento de lxs usiarixs: “Todxs los que nos estamos formando en carreras  como musicoterapia, terapia ocupacional y otras dejaríamos de formar parte de los circuitos que tiene que ver con la salud mental”.

Las chicas ven dos grandes cambios a partir de este decreto: primero el hecho de dejar de pensar a las personas como sujetxs de derecho y segundo dejar de lado el objetivo de cierre de manicomios para el 2020. “Vuelve a pensarse a la locura como un problema de cerebro, ¿quiénes se benefician? Se podría decir que la psiquiatría”, dirime Marita. Además, Orne agrega  que si bien el saber psiquiátrico es necesario se precisan otras herramientas porque “mientras más riqueza en perspectiva, más interesante es el trabajo”.

Este decreto –  junto con otras medidas llevadas adelante por el gobierno de Cambiemos como la Cobertura Universal de Salud (CUS) – tiene que ver con, tal como especifica Marita, pensar la salud “para unos pocos”. Además, lo relaciona con una creciente pobreza: “Hay una gran conexión entre la locura y la pobreza; hoy en día quienes habitan los manicomios muchas veces son más pobres que locxs”, concluye.

“La música y el arte te interpelan de otra manera”

Las estudiantes vienen de realizar una jornada para poner en debate la modificación de la Ley. Desde sus herramientas buscaron interpelar a lxs ciudadanxs enfatizando el hecho de usar el arte como una herramienta de resistencia para hacerle frente a estos sentidos hegemónicos.

Otro de los objetivos que comentan las compañeras es pensar a la lógica manicomial por fuera de las paredes de un manicomio, “es  la clave, porque la sociedad formó parte de pensar a la locura como dispositivo, la moral es imperante y coopera en formar el estigma del/la ‘locx’ como ‘peligrosx’”, explica Marita quien además menciona el rol de la ciencia para validar este pensar.

Ellas desde la musicoterapia buscan deconstruir todos estos sentidos, en ellas mismas y en la sociedad en general. Entendiendo que el arte es una herramienta que interpela desde otros lugares, “creemos que moviliza un montón de cosas”, comentan. Tomando la posta de espacios como el Frente de Artistas del Borda, buscan generar estas jornadas como instancias políticas para defender la desmanicomialización.

“La Ley empieza a pensar a la desmanicomialización como un horizonte, pero para eso tenemos que empezar a pensarla como una cotidianidad, como una militancia del hacer y del pensar en relación a este estigma del/la ‘locx’ como figura”, concluyen.

Antes de irse, las compañeras comentan que como sucede en todos los espacios surge la necesidad imperante de tejer redes. En ese camino nace la Red Latinoamericana de Derechos Humanos y Salud Mental, espacio desde el cual se ha decidido el 10 de diciembre hacer festivales a nivel nacional para seguir con esta lucha que recién empieza.