La CPM presentó el primer registro público de casos de violencia policial
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 11/05/2017
En el marco de la Jornada de Capacitación para la Lucha contra la Violencia Institucional desarrollada en la Universidad Nacional de La Plata, la Comisión Provincial de la Memoria (CPM) presentó el Primer Registro de Casos de Violencia Policial. Se trata del primer registro público y digital para documentar las prácticas policiales que cotidianamente vulneran los derechos humanos. La construcción y sistematización de estos datos será un importante insumo para intervenir y discutir las políticas en materia de seguridad. Para conversar acerca de esta iniciativa, entrevistamos a José Schulman, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
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Para abordar los objetivos del Registro, Schulman lo pone en perspectiva, arrancando cuando “hace exactamente treinta años uno de nuestros abogados, de los compañeros más importantes que pasaron por la Liga, el Toto Zimerman, acuñó una frase luego de intervenir en defensa de las víctimas de la Masacre de Budge, la de «gatillo fácil». La tomó de un texto de Walsh, que había utilizado la palabra «gatillo alegre» y a Zimermann le pareció que la idea de que los policías tienen el dedo pronto y el gatillo fácil y la picana lista era más apropiado”. Desde allí, explica, “venimos sufriendo en la Argentina esta política sistemática que pasa por oleadas, sube y baja, pero que no ha desaparecido desde que terminó la dictadura, como se muestra en el registro que armó la Comisión Provincial de la Memoria para la provincia de Buenos Aires. Nosotros por nuestra cuenta como Liga junto con compañeros del Centro de Estudios de Políticas Criminales (CEPOC) que dirige Claudia Cesaroni, habíamos armado un registro sobre los casos en ciudad de Buenos Aires con similares datos”.
Ambos trabajos dan cuenta de una situación que para el integrante de la Liga es crucial señalar: “es muy importante mostrar que no son excesos ni casualidades, sino que hay una política sistemática que busca, primero, estigmatizar a los jóvenes pobres, a los que viven en las barriadas humildes, a los que vienen de los países hermanos de la Patria Grande, que busca cercarlos, meterlos en guetos que no puedan salir, que no puedan cruzar límites, que los hostiliza permanente, que les arma causas falsas, y que incluso como el caso que tomó tanta relevancia de Luciano Arruga y tantos otros, que demuestra que es la propia policía que obliga a los adolescentes y niños, niñas, jóvenes a actuar en sus negocios delictivos y a los que se niegan, como Luciano, los terminan primero torturando y matando”.
Entiende que esta situación implica un desafío para la sociedad y los movimientos, “de no permitir que esto continúe, no permitir que se naturalice (…) Por eso para mí es tan importante la difusión, la reflexión, la comunicación, el debate, el hablar uno con uno, el mostrar en cada caso la verdadera naturaleza de lo que pasa. Con el registro en cada hecho concreto, y por eso insisto en la importancia que tienen todos los comunicadores, sobre todo los que nos están subordinados a los grandes monopolios de la comunicación que son parte del mismo poder que organiza esta política sistemática”.
El Registro presentado por la CPM, más allá de las cifras que de él surjan, será una herramienta útil para trazar un mapa de la violencia institucional. Schulman, al respecto, plantea que si imaginamos un mapa de Argentina y hacemos el ejercicio de visualizar las regiones con riquezas naturales más importantes -como el agua, el petróleo, la soja-, las zonas de pobreza estructural más fuertes y las de mayor violencia institucional, “se van a sorprender con la increíble coincidencia, porque la represión, el gatillo fácil, el control policial, es exactamente en estos lugares (…) no hay nada casual y creo que los registro estos, si uno los contextualiza y los pone en relación con otros datos efectivamente ayuda mucho a denunciar”.
El viejo “manual del detenido”
Para Schulman, más allá del Registro, “hay que ir integrando una batería de elementos que nos conduzcan por un lado a una visualización y visibilización de los hechos, pero también por otro lado a construir una voluntad y un saber popular que pueda enfrentar estos hechos con la convicción de que es en la calle, con la movilización popular que se puede frenar estos hechos de violencia estatal y ponerles coto”.
En ese sentido, desde la Liga están revisando y reeditando “un viejo manual que teníamos en los 80 y los 90, que era una especie de indicativo de qué hacer ante estos casos de violencia institucional y de agresión al pueblo por parte de la policía” y que estaría terminado en las próximas semanas.
Un giro interesante que le han dado el material tiene que ver con que toma como destinatarias no de manera individual a las personas víctimas de los hechos, como hacía en la versión original, sino a las organizaciones sociales y colectivos.
El Registro
El Registro, de soporte digital y acceso público, permite que cualquier persona que tenga conocimiento de un episodio de violencia policial pueda ingresar al sitio y cargar fecha, lugar e identidad de las víctimas, así como la práctica de represión policial (gatillo fácil, hostigamiento, allanamientos ilegales, detenciones, agresiones de género o bien corrupción de los agentes de seguridad) y lxs agentes involucradxs. También se puede incorporar material audiovisual que se haya podido registrar.