Informe de Correpi: los números de la represión como política de Estado
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 08/12/2016
La Red Nacional de Medios Alternativos realizó una transmisión especial en el marco de la presentación en Plaza de Mayo del informe de la situación represiva y actualización del Archivo de Casos que todos los años elabora la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi). El principal dato que deja este 2016 es que una persona fue asesinada cada 25 horas, un verdadero record en tiempos de democracia.
Según los datos del informe elaborado por Correpi en 2016, desde 1983 hasta hace dos semanas, 4960 personas fueron asesinadas por fuerzas represivas del Estado. 259 hechos ocurrieron desde 10 de diciembre de 2015, de los cuales 18 sucedieron tan solo entre el 10 y el 31 de diciembre pasado.
Hasta 2003, se registraba una muerte cada 30 horas; en los 12 años siguientes el promedio sumó una muerte cada 28 horas, y desde el 10 de diciembre se contabiliza una muerte cada 25 horas, un verdadero record desde el retorno de la democracia que el gobierno de Cambiemos batió en menos de 11 meses de gobierno.
“La gestión de Cambiemos de (Mauricio) Macri, radicales y (Elisa) Carrió ya tiene el 5% de los casos que registramos desde el año 1983 a la fecha”, señaló en este sentido Ismael Jalil, referente de Correpi, en el inicio de la transmisión especial de la Red Nacional de Medios Alternativos.
Con Jalil repasamos los principales datos del informe. “De las 259 muertes de este año, el 47% fue por gatillo fácil, 39% ocurrieron en lugares de detención en manos del Estado; esto implica que en el año 2016 hemos tenido una mayor intensidad en el despliegue del aparato represivo del Estado en manos de estos señores, a punto tal que cuando nosotros comenzamos a hacer esta tarea recopilando los casos del año 1983 a 1996 habíamos registrado un muerte cada 30 horas, entre el 2003 y el 2015 registramos un muerto cada 27 horas y en este año 2016 con menos de un año de gestión efectiva ya registramos un muerto cada 25 horas. Por eso decimos que la mayor intensidad del despliegue represivo se ha dado en este último año”.
“Hay que tener en cuenta además que hay muchos casos de este año que van a aparecer recién en el próximo informe, como ocurrió el año pasado que dejamos de computar casi 50 casos que aparecieron en lo que va de este año. Esto es porque nuestra forma de trabajar no cuenta con ningún apoyo de ningún organismo de ninguna índole, es un trabajo que hacemos con los familiares, en función de las denuncias pero también es un trabajo de seguimiento de los casos que van apareciendo y que muchas veces cuando nosotros los rastreamos se presentan como que no eran gatillo fácil y después descubrimos que no hubo enfrentamiento (con la policía), que no hubo tiroteo y por lo tanto la muerte de los chicos se produjo de un modo completamente alevoso como significa el fusilamiento, entonces a veces demoramos en incorporarlo como caso de gatillo”, explicó Jalil.
Además, el integrante de Correpi aclaró que todos estos números no pueden leerse aislados de la realidad: “todos hablamos de la crisis tremenda a la que está sometido nuestro pueblo en el último año, pero además hay que sumarle el otro despliegue represivo que significó desde el Ministerio de (Seguridad de) la Bullrich (Patricia) la emergencia en seguridad que permite la variación para arriba del presupuesto destinado para esa área a punto tal que se prevé para el año próximo un aumento del 71% para el área de ‘seguridad’, que es la seguridad de ellos, no la nuestra obviamente, que tiene además la posibilidad de convocar a personal retirado aún aquellos que han sido denunciados, es decir una serie de factores que se le suman por ejemplo al tema de la militarización de los barrios con la impresionante suma de milicos de todas fuerzas que ya están caminando las barriadas nuestras con hechos que se van sucediendo a diario. Este es el concepto de seguridad que se maneja, en un contexto donde además han metido la persecución política como un delito, porque terminan hablando de organización delictiva y organización social comparándolas en los mismos decretos casi con una intencionalidad que sería la policía, el juez o el fiscal quien determina qué es o no un reclamo social, la fina y delgada línea que pasa de un reclamo genuino a ser un delito para ellos. A esto hay que sumarle el protocolo antipiquetes que por suerte no salió por la fuerte oposición que nosotros fuimos generando. Una serie de cuestiones en la que si vas enmarcando toda la situación, la vas contextualizando nos damos cuenta que esta profundización, esta intensidad que cobró el diseño represivo del gobierno Cambiemos es muy claro”.
Desmenuzando los números
Según el informe de Correpi, el 51% de las personas asesinadas por las fuerzas de seguridad en 2016 era menor a 25 años: “eso se repite como en otros años, pero otro dato sumamente interesante, de mucha actualidad y que revela además cuál es la característica de la vocación del Estado por reprimir es algo que quedó completamente afuera y que ahora por suerte empieza a cobrar una sensible publicidad que es el tema de los femicidios, de los 481 femicidios que hubo en el país 291 tuvieron que ver con los uniformes, es decir miembros de las distintas fuerzas de seguridad. Es la primera causal de muerte de mujeres en mano del Estado. Sin contar en ese número los 25 femicidios vinculados que son aquellos en los que la mujer no es la víctima, que muere porque la idea es dañar a la mujer, es el caso típico de los que matan a los hijos para dañar a la madre. Esto da una idea de cuál es el nivel de la utilización del arma reglamentaria, esto da una idea de la gravedad que implica tener las fuerzas de seguridad que tenemos”, expresó Jalil.
En cuanto a la distribución de casos por provincia, los datos se elaboraron promediando la cantidad de habitantes, lo que da que el distrito con más casos es Santa Fe, seguido de Tierra del Fuego y Mendoza. “Tierra del Fuego es una provincia con una gran cantidad de hechos represivos que por suerte no han terminado con la muerte, pero sí tiene en la persecución de los trabajadores una de las principales fuentes de represión. De hecho, nuestros afiches tienen la cara de la gobernadora de Tierra del Fuego (Rosana Bertone) que representa una expresión del Frente para la Victoria. Cabe agregar que cuando colocamos a Santa Fe en primer lugar, Tierra del Fuego en segundo y Mendoza en tercero, estamos hablando del socialismo, peronismo y radicalismo (partidos que gobiernan actualmente cada provincia respectivamente). El tema de la represión es una política de Estado y supera ampliamente el palo político circunstancial que pueda estar en el gobierno, es la naturaliza misma de un Estado que genera privilegios y divide y administra una sociedad dividida en clases, y por lo tanto con privilegios que no puede hacer otra cosa que recurrir a esta violencia para parar y acallar las consecuencias de ese estado de cosas”, aseveró Jalil.
La mitad de los victimarios se divide en las policías provinciales (57.40%) y el resto entre las demás fuerzas de carácter nacional y metropolitana (10% Federal, 2% seguridad privada, 1,5% Gendarmería, 1.05% Prefectura, 0.38% Metropolitana, 2,44% otras fuerzas).
“La seguridad privada es uno de los aspectos que más ha crecido en los últimos tiempos, si tenemos que hablar de lo que es un ejército de ocupación en nuestras barriadas, en nuestro pueblo están ahí con las fuerzas regulares, porque es impresionante lo que crecieron. Sabemos que en general en la totalidad de los casos está administrada y gobernada por hombres de la fuerza.
En cuanto a la división de casos por gobiernos, se encuentra al frente por cantidad de años en el poder Cristina Fernández con 2132 casos, casi la mitad de los casos; luego Néstor Kirchner con 991. Sin embargo, si se toma en cuenta cantidad de casos por tiempo en ejercicio del gobierno, el trío Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde pasan al frente con 710 casos en menos de 2 años. “Hay que sumar todos los hechos del 19 y 20 de diciembre, casi 50 muertos en dos días. Lo que ha sido una constante en gobiernos radicales, aun con la Alianza, ya que en los primeros días que asumen Fernando De la Rúa, el ministro Federico Storani y su vice Nilda Garré, se produce la matanza de trabajadores del puente Corrientes-Resistencia. Así debutaron con varios muertos”, agregó Ismael Jalil.
Hacia el final de la charla, desde la RNMA agradecimos a Correpi por su actuación en los casos Antena Negra y represión durante el desalojo de la Sala Alberdi, a lo que Jalil respondió: “No es por tirarnos flores, pero para que haya represión hay dos elementos clave. Uno es la invisibilidad y el otro la naturalización; la existencia de medios alternativos y alterativos permite dar la batalla contra esos dos elementos. Es tremenda la importancia que tiene el laburo de la RNMA, sin el que nuestro laburo probablemente no hubiera tenido el efecto que empieza a tener”.
Una herramienta de lucha
Luego de la charla con Ismael Jalil comenzó la transmisión del acto de presentación, que se llevó a cabo tras diversas intervenciones artísticas.
Durante el acto, desde Correpi contaron cuál fue el origen de este informe anual: “Carlos Corach (ministro del Interior de Carlos Menem) quiso hacerse el gracioso y dijo que no existía el gatillo fácil sino la noticia fácil, decidimos que debíamos no solo denunciar cada uno de los casos de víctimas, sino también armar un archivo que nos permitiera recabarlos, investigarlos, analizarlos y sistematizarlos para ponerlo a disposición del conjunto de la militancia del campo popular como una herramienta más de lucha. Año a año la situación nacional nos marcó el índice no solo de casos que fuimos incorporando sino del desarrollo de la política represiva que acompañó a los intereses económicos, políticos, sociales y culturales que la orientaban.
El 10 de diciembre de 2015 el país amaneció cambiado, alguien había ordenado soltar globos amarillos por todos lados, por primera en la historia argentina reciente la derecha más conservadora había llegado al poder por la vía institucional. (…) Menos ellos, el resto perdimos todos y todas. Hace poco menos de un año decíamos que el gobierno que asumiera iba a descargar el ajuste con todo sobre las espaldas de nuestro pueblo trabajador, y que esas medidas llegarían necesariamente de la mano de un aumento de la represión en todas sus formas a lo largo y ancho del país. (…). Frente a eso debíamos poner todo nuestro esfuerzo en fortalecer la lucha popular, con la mayor unidad y coordinación posibles. No nos alegra decir que no nos equivocamos. Cambiamos no porque antes estuviéramos bien sino porque ahora estamos peor. (…) Son los hechos los que cuentan la historia, por eso este acto. Las calles no mienten aunque nos las quieran robar, las calles nos han visto juntos millones de veces, poniendo el pecho y no podemos tener más orgullo que volvernos a ver, y ver que cada vez somos más”.
Femicidios
Por primera vez, el informe de Correpi hizo un apartado especial haciendo hincapié sobre los asesinatos de mujeres en manos de las fuerzas de seguridad. Dividiendo los casos según la modalidad, el 66% de las mujeres asesinadas por las fuerzas fue por su condición de mujeres (femicidios), el 19% por gatillo fácil, el 11% se produjo en situación de detención, el 2% fueron asesinadas en movilizaciones o protestas sociales y en otro 2% se trató de desapariciones forzadas.
Durante el acto, tuvo una intervención Mariana Gerardi, referente de la Campaña Nacional contra la Violencia hacia las Mujeres, quien destacó que se haya puesto este bloque específico: “tiene que ver con el rol de las mujeres organizadas y en lucha, y para nosotros es fundamental, es un aporte muy importante. Nosotras sufrimos la violencia machista y patriarcal en nuestros trabajos, en nuestras casas y sobre todo en nuestros barrios. Pensaba en la cantidad de compañeras mujeres que hoy estamos acá, mamás, hermanas, abuelas, que más allá del dolor han podido encontrar en Correpi, en la necesidad de la organización y la lucha, el poder todas juntas encontrarnos, luchar y dar batalla contra el patriarcado y la justicia machista. Y en este sentido traer a la compañera Reina Maraz, una compañera pobre, boliviana, que está presa hace mucho tiempo, estamos esperando ahora que el tribunal de Casación de la Plata le dicte su libertad. Venimos también del caso de Alika (Kinán) que dio testimonio de cómo el Estado es responsable y proxeneta de la prostitución y desaparición de cientos de chicas y de niñas. Si pensamos el gatillo fácil en los varones, lamentablemente en nuestras barriadas, todo lo que tiene que ver con las redes de trata está avalado y sobre todo dejan el terreno liberado para que esto suceda, y esto lo hacen desde el Estado y las fuerzas represivas. El disciplinamiento viene de muchos lugares, sobre nosotras, sobre nuestros cuerpos. Hoy son más de 275 mujeres muertas por femicidios en 2015”.
El mejor de los nuestros
El acto tuvo un momento especial para recordar a Enrique Cachito Fukman, quien fue homenajeado en las palabras de Ismael Jalil:
“Es inevitable buscarlo en esta plaza y verlo llegar con aquel pantalón y camisa azul, de militante, de mecánico, de electricista, pero teniendo a su alrededor las 30.000 presencias, y cuesta porque él ha sido uno de los infaltables en estos actos de Correpi; pero era uno de esos compañeros que no venía para cumplir, no venía solamente a dejar la adhesión de su organización, él venía a protagonizar como durante todo el año protagonizaba junto a nosotros la lucha. Era común verlo en los juicios de gatillo fácil acompañando a cada uno de nuestros familiares, era común verlo en esas noches de solos y en la madrugada por el cordón de la zona norte acompañando a los trabajadores que sostenían la toma de las fábricas, con la misma convicción con la que transitaba las grandes marchas, en la que mantuvo un inquebrantable convicción, valga la redundancia, de no ser quebrado ni tampoco ser cooptado, supo mantener la independencia en la lucha que hizo por los derechos humanos, por la vigencia de los derechos humanos, no restringió jamás esa lucha a los hechos tremendos del pasado, la supo proyectar y por eso era un activista más de Correpi, y por eso forma parte y está inserto en los mejores momentos de la historia de nuestra organización. Pero como era un conocedor a fondo de cómo había que combatir este sistema, a este ruin sistema, sabía que no debía debilitar las luchas, y todo su esfuerzo en todos los ámbitos donde estuvo conducía a la unidad en la acción, conducían inexorablemente a evitar las fracturas torpes, los gestos mezquinos, no es poca cosa; enfrentó a los milicos y enfrentó a los empresarios, enfrentó a los políticos patronales con la certeza de que la lucha se hace en las calles, de que la lucha se da como hoy estamos nosotros proponiendo y promoviendo. Las redes sociales son importantes pero no le tembló la idea aquella de que para los que luchan no existía el mal menor porque sabía que mientras estén gobernando los partidos patronales, la lucha está en las calles y en eso estaba depositaba toda su confianza. Hemos crecido nosotros con una vieja idea de que a los compañeros que van despareciendo no se los llora sino que se los reemplaza, me voy a tomar el atrevimiento de decir que a Cacho lo lloramos, y por cierto que es muy difícil reemplazarlo, pero cuando uno ve el potencial que nosotros tenemos, cuando uno ve a toda esta sangre joven renovadora que está en cada una de nuestras organizaciones, sabe que vamos por el buen camino y porque como él diría que para pelear no hay que estar esperando ganar porque se gana el día que se toma la determinación de enfrentarlo, y yo creo que cuando uno habla de probablemente uno de los mejores de los nuestros, el mejor homenaje es el sentido aplauso y el gritar presente por siempre a Cachito Fukman, compañero del alma”, sentenció Jalil en el sentido recuerdo.
Resistencia
A lo largo del acto fueron haciendo uso de la palabra referentes de distintas organizaciones como Alejandra Díaz de La Garganta Poderosa, Vanesa Orieta de Familiares y Amigos de Luciano Arruga, Alejandro Wall del Diario Tiempo Argentino, y delegados de ATE-Ministerio de Trabajo y del SUTNA (Sindicato Unico de Trabajadores del Neumático).
Una de las últimas en hablar fue Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora: “estoy acá apoyando este acto fuerte, revolucionario, comprometido, este acto donde todos los que estamos en la Plaza queremos un país con justicia, con justicia social, con vida digna para todos los habitantes. En esta plaza donde tantos años, 40 años, estamos viniendo las Madres reclamando verdad, justicia y haciendo memoria. 40 años que estamos caminando en un permanente reencuentro con nuestros hijos y nuestras hijas detenidos desaparecidos. Cada jueves que hemos estado en la Plaza ha sido un jueves de la resistencia, una palabra que cuesta mucho incorporarla para todos y todas en este país porque hablar de resistencia parece que asusta un poco. Las madres fuimos perseguidas, cuando ya no pudieron asustarnos se llevaron a 3 de nuestras Madres (Azucena Villaflor de Vincenti, Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce de Bianco), algunas monjas que nos acompañaban (Alice Domon y Leonie Duquet), a otros familiares (Ángela Auad, Horacio Elbert, Gabriel Horane, Remo Berardo, Patricia Oviedo, Julio Fondevilla y Raquel Bulit), para ver si dejábamos de venir a la Plaza. Antes de esas Madres que se llevaron, se llevaron 6 madres de presos políticos que hasta el día de hoy no aparecieron ni hubo alguna información. Seguimos luchando las Madres, crecimos junto a ustedes y fuimos acompañando los movimientos sociales donde había injusticia, porque nuestros hijos nacieron, crecieron en esa lucha social, política, y para ver de qué manera se lograba un país con justicia social. Cuando estos años escuchamos además que había pasado el Terrorismo de Estado más brutal de nuestra historia, empezó a actuar la policía del gatillo fácil, la persecución a los jóvenes, no les bastó con hacer desaparecer 30.000 o más, y enfatizo 30.000 o más todavía, por eso ahora quieren borrar la historia, nosotros seguimos insistiendo, el gobierno podrá decir lo que quiera pero no van a borrar la historia. Hoy nos enteramos que también quieren sacar el feriado del 24 de marzo, para nosotros el 24 de marzo va a ser lo mismo, un día de memoria, si el gobierno cree que se puede borrar la memoria de este pueblo está equivocado, qué lástima que funcionarios que vivieron en la Argentina, quizás estaban escondidos, a ellos no los iban a tocar porque a la derecha no la tocaron, a los reaccionarios no los tocaron, a los fascistas no los tocaron, así que yo me equivoco: no vivieron escondidos, vivieron cómplices, partícipes de lo que fue el Terrorismo de Estado, que además nos dejó toda esa policía podrida, esa policía que sigue persiguiendo a los jóvenes, cada día nos enteramos de más y más hechos delictivos y cada vez nos enteramos que hay más impunidad, realmente pensamos día por día que tenemos que seguir, que la resistencia es todos los días”.
En este marco, Cortiñas invitó a los presentes a participar de la Marcha de la Resistencia que como todos los años convoca Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Será el jueves 8 de diciembre, de 12 a 20: “los invitamos a que traigan pancartas que reflejen todo lo que está pasando, que digan a qué se resisten, nos resistimos al ajuste que trae hambre, desocupación, desalojos y trae tanta tristeza a este pueblo, nos resistimos a muchas cosas, a esa policía de gatillo fácil, a que no abran los archivos para saber qué pasó con nuestros hijos y nuestras hijas detenidos desaparecidos, a que todavía haya 100, 200, 500 jóvenes que no tienen su verdadera identidad, a que en la Argentina un país que produce alimentos para 40 millones de habitantes haya hambre, a que la política de ajuste perjudique a todo el pueblo que luchó mucho años, además nos preocupa que si alguna cosa tuvimos algún acierto durante el gobierno que pasó eso sea destruido, y además siguen destruyendo todo lo que pueden. ¿Este gobierno vive a pura venganza contra el pueblo? ¿De qué quieren vengarse? ¿De que luchamos por una vida digna, como nos merecemos todos? Por eso tenemos mucho para luchar, mucho para hacer”.
Hacia el final Nora remarcó su admiración por Correpi y todas las personas que trabajan junto a la Coordinadora: “a todos nosotros que los seguimos y que queremos que ellos sigan con esta fuerza contra la injusticia, para eso estamos las madres que además vamos creciendo, con unos añitos acumulados, miren que corremos todos los días y nos alcanzan, y cada año nos alcanza uno, así que cada año tenemos un añito más que no lo buscamos, les puedo garantizar que huimos, pero tenemos este humor. Nuestros hijos nos dejaron la estela de la lucha por el pueblo, sembrando una semilla que son ustedes y eso queremos, que sigan siendo estos árboles de pie, esta fuerza que necesitamos cada día más, tenemos que ser 40 millones de habitantes que podamos vivir una vida digna, para eso seguimos luchando. Y en los carteles que traigan el 8, pónganle bien grande el número 30.000 porque no les vamos a bajar la cifra, vamos a seguir siendo como somos desde el principio. Y no vamos a permitir que quieran tergiversar la verdadera historia. Acá hubo un ejército de ocupación que vino a matar a sus propios hermanos. Acá no hubo guerra sucia, no hubo teoría de los demonios, ustedes, nuestros hijos eran luchadores populares y querían lo mejor”.
En primera persona
Durante la transmisión especial de la RNMA, escuchamos testimonios de familiares de víctimas de las fuerzas de seguridad que estuvieron presentes en Plaza de Mayo.
Nicanor, papá de Cristian Marcelo Bogado: “El 26 de mayo de 2004 fue fusilado por la institución policial en Villa Tesei, Hurlingham. Una de las tantas cosas que he aprendido en Correpi, primero y principal es tomar conciencia de donde pertenecemos, que es el proletariado, los trabajadores ocupados y desocupados, en definitiva la clase explotada. Otra de las cosas es que los mismos represores junto con el Estado capitalista y todos sus sostenedores nos quieren hacer creer que es un policía o unos cuantos, pero es directamente la institución que no nos sirve. (…) Gran parte de los familiares no denuncian por desconocimiento y más que nada por temor a represalias. Con el tiempo uno va tomando esa conciencia límpida de los explotados, porque los explotadores nos meten la conciencia para que actuemos de acuerdo a su conveniencia antes de que nazcamos”.
Carlos Alberto, papá de Carlitos Ezequiel Abregú: “lo mataron el 17 de marzo de 2013, lo mayó un efectivo policial de Capital que gracias a Dios ahora está condenado a 20 años de prisión, con la ayuda y conciencia de Correpi y la nuestra lo llegamos a condenar. Como padre no me llena nada pero formándonos con la lucha y la gente de Correpi llegamos a esta condena. (…) La vida de tu hijo no te la devuelve nadie, pero queda la lucha de acá en adelante con conciencia para los chicos que quedan vivos, desgraciadamente mi hijo se fue pero para el bien de rescatar a otros chicos”.
Griselda, mamá de Matías Lobos: “fue fusilado por el policía Roberto Julio Pánceres de la Comisaría Segunda de Rodríguez, el 28 de marzo de 2012. Hace 4 años que estoy en la lucha con Correpi y hemos logrado condenarlo a perpetua en abril de este año. Mi hijo no vuelve más a este mundo pero por lo menos este hijo de mil putas va a estar en la cárcel”.
Yanina, hermana de Ariel Gervasi: “fue fusilado el 17 de setiembre. El 11 le habíamos festejado el cumpleaños, una semana después lo teníamos que velar porque un policía salió a buscar a un pibe, se equivocó de pibe y le dio un tiro por la espalda. Nos enteramos porque mi hermano iba con un amigo que vio pasar la moto de la policía. (…) A él lo fusilaron sin razón sin motivo de nada, se equivocaron de pibe y se lo dijeron a mi hermana en la comisaria porque encima al pibe que estaba con mi hermano se lo llevaron detenido y esto fue en la Comisaria Primera de Merlo, ahí se quedaron con las pertenencias de mi hermano. (…) Enseguida me puse en contacto con Correpi que me respondieron a los 15 minutos, enseguida me brindaron apoyo y ahora es recién empezar esta lucha que hay que seguir, y a veces no sabes de dónde sacar fuerza. A mi hermano no me lo devuelve nadie, pero es seguir con la lucha para que no haya más Ariel, no haya más pibes asesinados por un Estado de muerta en democracia”.
Verdú: “La unidad de acción es una urgencia”
“Hace apenas un año dimos un pronóstico en esta Plaza, dijimos -con bastante menos compañeros presentes que hoy- que 2016 nos esperaba signado por el ajuste y la represión. Apenas habían pasado 4 días del balotaje y decíamos entonces que ojalá nos equivoquemos pero que íbamos a tener un año donde van a crecer todas las formas de represión contra el pueblo trabajador, por una razón muy simple, porque se veía, sabíamos que se venía el ajuste, el tarifazo, lo que no podíamos imaginar era la magnitud del ajuste, ni de la represión que había que soportar”, comenzó su intervención la abogada María del Carmen Verdú, referente de Correpi, a cargo del cierre del acto.
“Hace un rato –continuó– un periodista me preguntaba ‘¿Y ustedes qué vienen a reclamar a esta Plaza?’, yo le decía ‘estamos de espaldas a la Casa Rosada, nosotros venimos a mostrar lo que nadie muestra’. Ayer circuló en los medios que, ya cuando nuestro archivo estaba cerrado con la cifra de 4960 asesinados por el aparato represivo en estos últimos 11 meses, un gendarme le pegó un tiro por la espalda a un pibe en Burzaco, le reventó el riñón porque no paró en un control vehicular. Esa noticia circuló porque el pibe sobrevivió, porque la familia salió a contar cómo habían sido las cosas, lo que nadie contó es que a 3 cuadras de ese mismo lugar un policía local le metió dos tiros en la espalda a otro chico de 19 años y a ese sí lo mató, y de ese hecho lo único que pudimos encontrar fue un pirulito que como de costumbre decía ‘Policía ultimó a ladrón’. El pibe era alumno de un colegio secundario al que también iba la hermana de una compañera vinculada al Centro Cultural Tosco y compañero también del hijo de uno de los trabajadores de la línea 60, por los dos lados hemos logrado contactar a la familia y nos vamos a estar arremangando junto a ellos. No tenemos idea de la cantidad de casos como esos de los que no nos enteramos, de los que no tenemos la posibilidad de llegar al familiar para poder visibilizarlos”.
En su intervención, Verdú realizó una descripción de lo que fue el último año en Argentina: “cuando decíamos hace un rato que una muerte cada 25 horas es un record que no tuvo ninguno de los gobiernos anteriores desde 1983 y repasamos también a lo largo del acto todas y cada una de las principales represiones que debieron enfrentar los trabajadores organizados, los vecinos en el barrio peleando por cloacas y cualquiera que saliera a reclamar por despidos, por los tarifazos, porque no le alcanza la plata, porque no hay médico en la salita del barrio o directamente no hay salita, el nivel de profundización de la represión en este año lo contaba también la compañera (Myriam) Bregman (diputada por el Frente de Izquierda) cuando hablaba de lo que ha pasado a nivel legislativo, no hemos visto salir una sola ley del Congreso Nacional o de las Legislaturas provinciales o de la Ciudad en todo el año que no estén dirigidas a reprimir, de la misma manera que los jueces y los fiscales se han acomodado rápidamente a los nuevos vientos y sacan uno tras otro fallo en contra de los trabajadores, fallos de la Corte que limitan el derecho de huelga, fallos que dificultan el acceso de las familias como querellantes en las causas con argumentos increíbles, insostenibles, que no los puede defender nadie. Cada vez nos resulta más difícil avanzar en la imputación a los represores, se van cayendo las posibilidades de condenar a los de la dictadura, los genocidas y en este escenario entonces que es todavía peor que el que nos imaginábamos hace un año y que para colmo hacia adelante solamente promete empeorar ahí viene la responsabilidad que nos cabe a todos y cada uno de nosotros”.
“El año pasado decía al cerrar el acto que la unidad de acción ya no era una opción, era una necesidad, hoy es una urgencia, hoy es imprescindible que aprendamos de una vez por todas que el compañero o la compañera que sale a la calle al lado nuestro a pelear es eso, un compañero, una compañera, que no importa a quien votó el 22 de noviembre o en cualquier otro momento de su vida, lo que importa es que hoy la está viendo y está peleando, y está saliendo junto con nosotros. A ese compañero, a esa compañera le tenemos que tender el brazo, porque nos están cagando los mismos, por eso este año vinimos a esta plaza con una consigna que también es una luz para adelante que es una motivación, porque es de lo que estamos convencidos que tenemos que hacer, vinimos a esta plaza a decirles peleemos por salarios, peleemos por trabajo, contra los despidos, por los problemas del barrio, contra la tortura, contra el gatillo fácil, por la libertad de los presos políticos; y si estamos de acuerdo con que hay que pelear por eso, pelemos juntos, que para cagarnos bien que se juntan en el Congreso y ahí no tienen diferencias. Por eso, quiero cerrar este magnífico acto, no sin antes agradecerles a todos los que han venido, algunos desde muy temprano a participar de las actividades artísticas, de la feria, con lo que pusimos como consigna para esta actividad, porque es lo que nos tiene que marcar la línea de acción para el tiempo que se nos viene que va a ser todavía peor que el de hoy: Compañeros, con unidad, con organización, con lucha, las calles son nuestras”, cerró Verdú una nueva presentación del informe sobre la situación represiva que todos los años elabora Correpi.
Pasó otro año del informe anual de Correpi en Plaza de Mayo. Ahora que aparece la moda reciclada de cuestionar las cifras de compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos durante el Terrorismo de Estado, que exista este trabajo cotidiano de sistematización de las personas asesinadas por fuerzas de seguridad, ayuda a tener dimensión del problema. Jalil decía que los dos pilares esenciales donde se sustenta esta problemática son la naturalización y la visibilización. Cuanto más visibles hagamos cada uno de estos casos, habrá más chances de alcanzar la desnaturalización que algunas vez, ojalá, se reconfigure en repudio general.