La lucha por la no prescripción en causas de abuso sexual en la infancia
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 22/11/2016
El abuso sexual en la infancia, ocultado, silenciado, está siendo cada vez más visibilizado. Sus perpetradores denunciados y llevados a juicios. Es el caso de Nadia Dagnino quien en febrero de este año juntó fuerzas y terminó con un silencio de 29 años. La conocimos el domingo pasado, 19 de noviembre, en Parque Lezama. Allí se llevó a cabo una jornada multitudinaria en el día Internacional de visibilización del abuso sexual a niñas, niños y adolescentes. Nadia, junto a Victoria Acevedo y otras mujeres, sufrió abuso en su infancia y ha decidido denunciarlo luchando de movida contra la prescripción de la causa y contra un sistema judicial que desalienta, da la espalda y complica más, si fuera posible, la situación de las mujeres denunciantes.
El martes 22 de noviembre hablamos con ella sobre su decisión y sobre las respuestas del sistema judicial.
Nadia Dagnino – El sábado estuvimos presentando una campaña que se llama “Contra la prescripción de los delitos sexuales en la infancia”. Estamos pidiéndole a la Justicia que revea nuestra situación y que investigue nuestra situación actual. Tenemos un tiempo que para la Justicia está vencido, ellos no quieren investigar. Pedimos esto para que los violadores y abusadores de menores no reincidan en la acción, cosa que sabemos que esto perpetúa todo el tiempo.
Enredando Las Mañanas – ¿En cada una y cada uno de los que han sido abusados?
ND – Si, tal cual.
ELM – Expliquemos que en la edad en la que sucedió esto a vos te daban dos años (hasta los 8) para realizar la denuncia.
ND – Si, si. Es muy difícil tomar una decisión para denunciar y para seguir adelante la denuncia. Personalmente la hice hace muy poco. Después de 29 años pude denunciar, después de 29 años pude hablar con mi familia, decirles bueno, me pasó esto con tal persona. Me costó muchísimo porque a esta persona yo la veía prácticamente todos los días de mi vida cuando era adolescente y niña. Tenía terror, un terror inmenso que no podía hablar. Conté quien era y siempre se ponía en juego la palabra mía. (…) Siempre se corren esas cosas con los niños y es lo que tenemos que empezar a trabajar como adultos y como sociedad. Empezar a escuchar a los niños si nos dicen “tal persona me hizo tal cosa” y no los estamos escuchando. No por nada se llega a los 29 años para denunciar.
ELM – ¿En tu entorno familiar no recibiste respuesta?
ND – Un poco así y un poco no. Yo a los 16 años estaba yendo a la escuela y este personaje, que es la persona que me abusa cuando yo tenía 6 y 7 años, me seguía diciendo cosas en la calle como “que linda que estás”, “qué buena que te pusiste ahora”. A mi me empezó a mutilar la cabeza. Desprendí un sinfín de situaciones muy violentas para mi. Le cuento a un novio que tenía en ese momento y a una vecina que era muy amiga mía y no lo pude contar a mis padres porque era tan grande el conflicto en mi cabeza, era tan grande lo que me generaba este personaje que me escapé a un montón de situaciones, como el hablar y el ponerme y decir, esta persona me hizo esto. Yo lo veía en la tele y me generaba una situación de escape todo el tiempo.
ELM – Vos estás hablando de una persona pública…
ND – Es una persona pública, sí. Él y su hermano también. Fueron los dos que generaron los abusos. Él es periodista de un medio muy masivo y su hermano es ex gendarme. Hay un sinfín de cosas, porque también hay otras niñas que no quieren denunciar pero que también fueron perpetradas por estos tipos.
ELM – Vos ahora ya hiciste la denuncia…
ND – Eso fue un tema. Nos presentamos con mi abogada, Gabriela Conder, en la fiscalía de Género de San Isidro y lo hicimos con la denuncia escrita. Nos rechazan el pedido de ingresar la denuncia porque nos marcan el tiempo de la prescripción. Y quien me lo marca en ese momento es la secretaria de la fiscal, sin siquiera leerla, sin tener en cuenta ninguna parte. Pudimos igual denunciar porque fuimos a la Procuraduría General de San Isidro. Automáticamente, a los tres días nos llaman, nos hacen ratificar la denuncia y la ampliación de la misma. Ahí me encuentro con una situación muy violenta de la fiscal. Estaba totalmente enojada porque yo había puesto donde trabajaba este personaje y quien era. Como visibilizando el espacio laboral, lo que no tuvo nunca en cuenta es que es una persona, no sólo pública sino que está en contacto con niños y me empezó a presionar sobre si yo quería plata…
ELM – ¿Te preguntó ese, si vos hacías esto por dinero?
ND – Ella me explicó cuáles eran las diferencias entre el Civil y el Penal, dentro de mi declaración, ninguneándome todo el tiempo, cual era mi estrategia. Una presión horrible porque no tuvo nunca en cuenta lo que a una le cuesta llegar a la situación de poder ir a denunciar y a ampliar la denuncia porque una ahí tiene que volcar todo lo que le pasó. Sin acompañante terapéutico, una va sola y se enfrenta a una realidad muy oscura por parte de la Justicia.
ELM – Ya antes te habían maltratado porque lo primero que te dijeron cuando fuiste a presentarla fue que había prescrito. Ni siquiera pensaron en vos, como persona, lo que estabas pasando.
ND – Si, en la fiscalía el trato que tuvimos no fue bueno. Justamente, me acompañaron unas personas en la puerta de la fiscalía poniendo carteles contra las prescripción, esto pasó el día que fuimos a hacer la ampliación de la denuncia y la fiscal estaba totalmente enojada con estas “loquitas” que estaban en la puerta, que quiénes eran…todo un sinfín de violencia dentro de la fiscalía que es irracional. Yo no sé si a estos personajes les hacen las mismas preguntas, la verdad es que es muy doloroso.
ELM – Por lo que entendimos, la fiscal trató de orientarte sobre, si vos lo que buscabas era un dinero fueras directamente a un juzgado civil…la fiscal se puso del lado del victimario…
ND – Estaba totalmente enojada porque nosotros en la denuncia pusimos por escrito que la persona que me había abusado era Guillermo Lobo de Todo Noticias, creo que es donde trabaja este personaje ahora y su hermano Ramón Lobo. Totalmente enojada y presumiendo todo el tiempo que yo buscaba una acción civil. Me pude defender bastante bien, me costó un montón pero pude explicarle a la fiscal que lo único que yo quería era que este personaje sea investigado porque nadie puede poner en la reincidencia del abusador y del violador, que este tipo no esté perpetrando en la vida de otros niños en este momento. En febrero de 2016 me encuentro con una niña que jugaba conmigo, ahora adulta, la contacto por messenger, le cuento lo que me había pasado a mí sin decir el nombre de este personaje y ella también me relata su abuso por parte de este tipo. Entonces ahí me corrí de ese espacio, la persona que es abusada, violentada sexualmente, piensa que es a una lo que le pasa. Cuando una se corre, deja de ser víctima y empieza a pensar en el otro. Esto no es un problema que me está pasando a mí sino que es un problema social y somos muy pocas las que podemos llegar, no sólo a hablarlo, sino a denunciarlo. Es algo muy difícil, es un camino muy duro.
ELM – El sábado vimos eso, cuántas mujeres hoy se animan a decirlo y porque de alguna manera es para que no les pase a otras o a otros. Imaginamos que en el camino que comenzaste encontraste a esas mujeres, esos grupos, esas redes que te permiten hoy pensar en el otro, como bien lo dijiste.
ND – Tal cual. Estamos haciendo una campaña con tres compañeras más, Sol Otero que es de Río Negro, Vicky Acevedo que es de Avellaneda, Andrea Natalinila, de Quilmes. Conformamos este grupito de mujeres muy pequeño pero donde tratamos de ayudar a otras compañeras que también se les presenta la prescripción. Porque estamos fuera de la ley, somos mujeres que estamos sin derecho. Nadie nos está dando el derecho a la defensa. Ya no soy niña, me quiero defender ¿qué pasó con estos adultos que estaban alrededor mío y nadie hizo nada por nosotras?…a la Justicia le entregué un montón de material que como una hormiguita fui buscando y no quisieron investigar. Creo que es una postura social, tanto de los juzgados, fiscales y jueces, que están siendo totalmente cómplices de estos personajes. No hay condenas, no sólo que no hay condena social, no se los mira como violadores o abusadores.
AUDIO descargar