Denuncian amenazas en distintas filiales de SUTEBA

Enrique Gandolfo, Secretario Adjunto de la CTA Bahía Blanca y también del SUTEBA Bahía Blanca se refirió, durante la entrevista de este jueves en Enredando las mañanas, a las amenazas recibidas en estos días en el correo electrónico institucional del sindicato.

Gandolfo detalló los hechos: “Antes de ayer (por el martes 16) recibimos en el correo institucional de SUTEBA un mail de una dirección desconocida en el cual decía: «Les dijimos que no se metieran con el Gobierno. Ahora van pagar las consecuencias. Por la tarde van a detonar artefactos químicos dentro de las instalaciones de Suteba». La misma llegó prácticamente a la misma hora en numerosas seccionales de la provincia. Evidentemente, hay un grado de planificación. Es llamativo que en un momento en el cual los sindicatos docentes provinciales y nacionales estamos encaminando acciones de lucha frente a las políticas de ajuste que se despliegan desde los Gobiernos aparezcan estos tipos de amenazas. Obviamente, no van a conseguir acallar nuestras voces cuando estamos convencidos por lo que luchamos. Pero sí nos parece que hay que contextualizarlas, porque se dan en un marco de una serie de situaciones de amenazas, de hechos represivos concretos que nos llevan a pensar que las políticas de ajuste tienen este complemento: siempre van de la mano de ajuste, coerción, amenaza y represión. Desde ese lugar, nos parece necesaria la más amplia unidad para expresar repudio y solidaridades, porque todos sabemos que una forma de aislar y de neutralizar a quienes intentan acallar las voces con este tipo de métodos, justamente, es la unidad de la clase trabajadora. Es una manera de poner freno a estas avanzadas represivas”, dijo el sindicalista.

—Enredando Las Mañanas: ¿Estas amenazas también se sienten en los lugares de trabajo con los directores, los supervisores, esa línea de funcionarios que más de una vez responden a los intereses de los Gobiernos de turno, a veces por ideología, a veces por conveniencia?

—Enrique Gandolfo: En otro plano, pero sí hay algunas líneas de acción de funcionarios. Por ejemplo, aparecer sorpresivamente en las escuelas y realizar algunas auditorias. Esto no ha pasado en Bahía Blanca, pero sí en muchos lugares del Gran Buenos Aires. Y por otro lado, no dar respuesta a reclamos tan elementales como los que se despliegan en la provincia, que todos los que trabajamos en la educación cobremos a término nuestros salarios. Hay una combinación de políticas desplegadas en este sentido.

—ELM: El 24 agosto hay un paro de veinticuatro horas. ¿El reclamo es salarial?

—EG: El paro tiene como centro la cuestión de las paritarias, el atraso en el salario por producto del impacto de la inflación. Y toma una cuestión más general, la del presupuesto educativo y las necesarias inversiones en infraestructura escolar frente al estado calamitoso que tienen muchas instalaciones escolares. Esta jornada va a tener una adhesión masiva en virtud de que las situaciones se repiten en todo el país.

—ELM: Sabemos lo que pasa en el IPS (Instituto de Previsión Social) en la provincia. ¿Los docentes toman conciencia de que vienen por las cajas de jubilaciones que en la época del menemismos quedaron en forma independiente?

—EG: En el último plenario de delegados de las seccionales opositoras se explicó bien la situación en cuanto a que esta mal llamada ley de reparación histórica tiene un artículo que en ciento veinte días las cajas provinciales deberían acoplarse al ANSES. Eso fue un llamado de alerta por el cual se implementó un petitorio que está circulando por buena parte de la provincia, que al mismo tiempo tiene el carácter de denuncia y de rechazo. Creemos que todavía no tiene la fuerza necesaria. Nos pone en alerta frente a este intento, o probable intento, de avanzar con esa cuestión.

—ELM: Es volver al intento de la última etapa de Felipe Solá, cuando planteó el tema de la armonización con el convenio 400 a pocos días de asumir Scioli como gobernador, que llevó a principios del 2008 una lucha muy importante de todos los gremios provinciales y se pudo dar marcha atrás. ¿Hoy esas condiciones se siguen dando?

—EG: Muchas veces, lamentablemente, reaccionamos frente al hecho ya constituido o declarado, pero me parece que esta iniciativa que tomamos las seccionales opositoras por lo menos pone en estado de alerta para que las cuestiones no nos agarren por sorpresa y haya una conciencia de lo que esto pudiese significar en el sentido de atropellar los legítimos derechos jubilatorios. Vamos a avanzar con esta campaña de denuncias y el petitorio.

—ELM: Hay algunos lugares en particular que estos años tuvieron mayor cabida para sectores reaccionarios; esos sectores aparecen ahora con el pecho inflado. Así como en Mar del Plata las patotas neonazis tienen protección suficiente como para andar por la calle haciendo lo que hacen, Bahía Blanca siempre fue un enclave de la derecha reaccionaria en la Argentina. ¿Ustedes han visto que la derecha reaccionaria local está con un poco más de libertad?

—EG: Sin duda. Nosotros tuvimos una muestra en el discurso del intendente (Héctor Gay) el 9 de julio. Habló claramente de grupos organizados que intentan subvertir los valores y amenazan a la juventud con ideologías extrañas; un lenguaje típico de la Dictadura. Después se tuvo que rectificar y dijo que, en realidad, se refería al narcotráfico, cosa que, obviamente, nadie le creyó. Sienten que tienen ahora la posibilidad de expresarse y decir lo que piensan. Muchos casos los conocemos y es exactamente lo que piensan, más allá de que en campañas electorales se cuiden mucho de utilizar un lenguaje como el que te decía. También está claro para nosotros que el SUTEBA Bahía Blanca y la CTA significan un factor que molesta por nuestra permanente actividad de reclamo, de denuncia, de ponernos al lado de quienes luchen no importa el sector del trabajo al que pertenezcan. Sabemos que la unidad de la clase y las expresiones de protesta molestan al poder, y cuando hay un poder envalentonado ocurren las cosas que vienen sucediendo.

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