La Alpargata Solidaria, Venezuela: «Lo más importante es que se ha venido solucionando, pero se ha tejido comunidad»
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 19/07/2016
Una de las dimensiones de la ofensiva de la derecha en Venezuela es la de la guerra económica, consistente en debilitar el proceso bolivariano por medio de la escasez y la inflación de productos de primera necesidad del pueblo. Ante esto, las instancias de poder popular generan diversas estrategias de organización, como la de la Alpargata Solidaria, impulsada por el Ateneo Popular de Caracas, que lleva ya casi un año de funcionamiento.
En el Enredando las Mañanas conversamos con Gregorio Meléndez y Karina Orjuela, impulsores de esta iniciativa, quienes compartieron las características del proyecto y su importancia.
ELM: ¿Qué es el Ateneo Popular y la Alpargata Solidaria?
Gregorio Meléndez: El Ateneo Popular es un centro cultural y político también, donde tenemos unos espacios donde se reúnen colectivos de las comunidades, nos autogestionamos con hospedaje solidario para así llevar adelante proyectos y ayudar a otros colectivos que están haciendo vida en la comunidad de Caracas y del país.
ELM: ¿Cómo nace Alpargata Solidaria, a raíz de qué?
Karina Orjuela: La Alpargata Solidaria es una iniciativa de distintos colectivos que articulaban en el Ateneo Popular de Caracas y ya a finales del año pasado, que empieza a arreciar más fuerte el tema de la guerra económica en nuestro país para derrocar a nuestro presidente, nos empezamos a articular y a generar propuestas desde el poder popular a fin de quitar un poco de responsabilidad al Estado, o más bien, asumir la responsabilidad que uno, que nosotros en Venezuela, como poder popular, tenemos. Entonces organizamos una red de consumidores que se ha venido estructurando y fortaleciendo con el tiempo, hace casi un año. En octubre éramos más inexpertos, pasamos demasiados inconvenientes, pero ya nos estamos como perfilando y en esencia somos un sistema de intercambio solidario, que cumple con tres ejes fundamentales: un consumo organizado en pre compra, el banco del tiempo -que es como un intercambio de saberes y de experiencias- y la venta directa de productos y servicios de primera necesidad. Porque muchos de los compañeros y compañeras que hacemos parte de la Alpargata somos productores de alimentos, de artículos de primera necesidad, que es la línea más fuerte que tenemos, aunque muchos hacen artesanías, ropa, procesan alimentos. Entonces esas son las cuestiones más fuertes y una que ha sido clave y es importante destacar aquí es que la Alpargata ha sido el ejemplo para otras organizaciones, otros colectivos de la ciudad a hacer más «Alpargatas». Puede que no sean con ese mismo nombre, pero son más consumos colectivos -le hemos llamado así-, o cooperativas de consumo donde varias personas de una familia o de una misma institución se encuentran, hacen una planificación, contactan directamente a unos productores y gestionan la forma de traer los productos y pagar directamente, lo que rompe con la cadena de especulación que siempre ejecutan los intermediarios. El campesino gana porque obtiene directamente su ganancia, y el consumidor se vincula en un parte más de la cadena productiva que ir al supermercado y comprar ahí fácilmente, ya que tiene que gestionar transporte, tiene que gestionar rutas, tiene que gestionar permisos, tiene que armar su saco, tiene que ir a retirarlo. Así le quitamos como responsabilidad al productor que por lo general en todos nuestros países es quien más trabaja pero que menos gana.
ELM: Sobre este tipo de experiencias -que entendemos que en Venezuela no son experiencias aisladas sino que en el concepto de comuna es un concepto generalizado y un objetivo lograr evitar en el caso de los alimentos, por ejemplo, la cantidad de intermediarios y que realmente sea el pueblo que genera su autoabastecimiento-, siempre se plantea sobre la factibilidad, si es viable o no. ¿Piensan que con este tipo de experiencias se puede contrarrestar algo de la guerra económica?
KO: Claro, esa pregunta es bien interesante porque en concreto nuestro balance nos dice que sí, porque hay muchas cooperativas de consumo ya en Caracas, y esas experiencias en los Estados también está. Entonces nosotros, como Alpargata Solidaria, hemos articulado con dos o tres cooperativas grandes de productores. Pero en los estados de compañeros y compañeras están organizando con la Red Nacional de Comuneros, con los compañeros de Pueblo a Pueblo, es decir, como que se están articulando por región, por Estado, esas experiencias que al final terminan haciendo comunidad, que es lo más importante. En concreto sí, los rubros nos salen mucho más económicos. Claro, es mucho más trabajo, pero también como consumidor o como usuario, tú dimensionas de forma más amplia todo el papel de la alimentación, es decir, toda la cadena productiva, que no es únicamente el productor. Porque el productor qué hace, dificulta mucho para conseguir las semillas, tiene que sembrarlas, tiene que germinarlas, tiene que producirlas, llevarlas al centro de acopio, o sea, tiene que hacer todo el trabajo y el consumidor en muchos casos, si no es un consumidor consciente, estructurado, normalmente no dimensiona eso. No es porque sea un consumidor malo, es porque el sistema te invisibiliza todos esos roles que hay dentro de la cadena productiva. Con estas experiencias, como la de la Alpargata Solidaria, la gente está dimensionando todo el trabajo que le ha tocado a un solo sector de nuestra población. Además de que en Venezuela es un sector minoritario, porque bien sabemos que Venezuela es un país rentista y que se ha dedicado a la subsistencia por venta de servicios por todo el tema del petróleo. Pero esa lógica ha cambiado mucho, entonces sí se ha venido generando como una mayor movilidad en la economía de nuestros compañeros productores y productoras, de nuestros campesinos. Los consumidores hemos venido como ganando conciencia en eso, aparte de que el juego de la derecha con el tema de la guerra económica ha sido aumentar los precios de los rubros alternativos a los que el pueblo ha tenido que recurrir. Entonces, en principio, por ejemplo, no encontrábamos maíz, harina de maíz. Entonces, ¿qué hizo la gente?, empezó a recurrir a la yuca, que es un tubérculo que aquí consumimos demasiado, es parte de nuestra dieta. Ellos empezaron, entonces, a aumentar el precio de la yuca, cuando nosotros no podíamos adquirir tanto porque además aparte de que te suben el precio, te esconden los alimentos, o sea, te los acaparan, los sacan del mercado y prefieren que se pierdan, que se venzan, que se dañen, a ponerlo a la venta. Esa ha sido una estrategia muy ruin. Entonces, digamos, se desapareció la yuca; nosotros nos fuimos con el ñame y ahora aumentó el precio del ñame. Y en esa está, estamos como siguiendo todo un ciclo, pero al final el pueblo siempre es sabio y valiente, como decía nuestro cantor Alí Primera y siempre contábamos con esta alternativa. Lo más importante es que se ha venido solucionando, pero se ha tejido comunidad.
ELM: Eso parece ser la clave del éxito, el construir redes y el tejer comunidad.
KO: Sí, claro, porque es otro tipo de relación porque estás viendo a tu compañero, que veías únicamente en la oficina, de 8 a 4, ahorita lo estás viendo que estás trabajando, estás compartiendo cosas y a partir de eso vas enseñando algunas cosas, y esa construcción, ese tejido, es un valor agregado que en otras circunstancias no hubiéramos logrado construir. Así que nosotros estamos empezando a plantear que a través de esta guerra económica que ha sido impuesta por la derecha, por el imperialismo, que no hay mal que por bien no venga, y en eso sí estamos aprendiendo mucho del pueblo cubano, que ha sido como muy solidario también, qué pasó por esta experiencia. El pueblo siempre resiste, y resiste construyendo comunidad. Entonces, no ha sido muy fácil, realmente no ha sido fácil; también es una labor pedagógica, política, educativa, muy fuerte, porque los medios tampoco colaboran. Pero bueno, ahí vamos y seguimos con las que nos toque, con este proceso que es importantísimo para todos nosotros.
ELM: ¿Qué cantidad de personas participan de la Alpargata Solidaria?
GM: Ahora estamos doscientas familias, comenzamos con ciento veinte familias y ahora somos doscientas.
ELM: ¿Doscientas familias son activas o son las que reciben los alimentos?
GM: Las personas que reciben los alimentos también están activas, porque nuestro sistema es como que cada familia que está allí también se involucre en lo que es el tema de la organización. Entonces, como para empezar a reproducir ese conocimiento a otras comunidades, estamos organizados por nodos donde todas las familias participan también del conocimiento de cómo nos organizamos para llegar a los productores para empezar a multiplicar estas experiencias en las comunidades.
ELM: Estoy viendo en la página web, qué es http://lalpargatasolidaria.blogspot.com.ar/ y dicen «alimentos sanos y producidos por CECOCESOLA». Concretamente, ¿qué alimentos son los que ustedes distribuyen?
KO: Bueno, esencialmente, nosotros tenemos todo un sistema de priorización de alimentos, súper elaboradísimo que uno no creía que lo podíamos construir, pero lo logramos. Esencialmente lo que adquirimos son rubros perecederos, hortalizas, tubérculos, verduras, tomate, papa, frutas, hojas… y se ha venido logrando hacer enlaces con algunas cooperativas productoras de granos, de leguminosas, que ya son como un ciclo más no perecedero, entonces hemos comprado granos, distintas variedades de caraotas. En la dieta venezolana la caraota es fundamental y eso ha estado totalmente desaparecido, el poroto, que llaman ustedes en Argentina. Maíz también hemos logrado y también, dentro de la Alpargata hemos logrado una línea de artículos de primera necesidad de limpieza, de aseo personal, como jabones, detergentes para la ropa, para el baño, hay una línea pequeña de lácteos, de algunos compañeros que son productores… y vamos como diversificando, pasta dental, vamos diversificando y pensando esencialmente en la primera necesidad porque en realidad eso es lo que el pueblo venezolano ha tenido que recurrir.
Queremos decirles, desde Venezuela, desde el pueblo de Chávez, que seguimos acompañando la lucha en Argentina, que estamos pendientes de ustedes todo el tiempo, de los movimientos que hay allá, y que bueno, que tenemos que seguir articulando las luchas porque nuestra patria es América y un saludo desde Venezuela y fuerza ustedes allá también en su gran pelea.
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