20 años de megaminería en Argentina: el caso testigo

Al cumplirse 20 años desde que la mega minería se instaló en nuestro país, Enredando las Mañanas entrevistó al periodista e investigador Darío Aranda y al compañero Santiago Machado integrante del Colectivo Sumak Kawsay, quienes contaron sobre la investigación que vienen llevando adelante sobre la minera Alumbrera en Catamarca.

Aranda refirió que “Alumbrera minera es el caso testigo de la mega minería en Argentina. Es el primer emprendimiento que se desarrolla de manera transnacional. Acá en Catamarca, comenzó en 1994 y la explotación en 1997. En los últimos meses hemos andado por Andalgalá, ahora por Belén, nos queda pendiente Santa María, Tinogasta y también en Catamarca ciudad, realizando entrevistas para transformarlas luego en un libro para fines de este año o el año que viene.”

En cuanto a la realidad con que se encontraron en sus experiencias, Aranda explicaba que en Andalgalá existe un proceso de resistencia frente a la contaminación ambiental y social, que está vinculado con la cercanía a la minera Agua Rica.

Bastante diferente es la historia de Belén, donde hay muchos compañeros que han estado en la lucha, pero no quizás con el nivel organizativo de Andalgalá. Sobre esto concluía que “el panorama es que saben que la minería no cumplió, hay consenso sobre eso, pero también lo hay sobre que lo único que propone el gobierno provincial o municipal es justamente la minería.”

Consultado sobre una mirada más cercana al territorio, Santiago contaba que, en Belén el proceso organizativo tuvo su desgaste “por los años y por la contaminación que generó la empresa junto al gobierno. No nos olvidemos que el slogan del gobierno actual y el anterior es ‘Catamarca minera’. El Estado es responsable de la destrucción de alternativas productivas que existieron.”

“La minera es el estado paralelo. Antes se hacían rifas para viajes de egresados, ahora se le va a pedir a la Alumbrera. También las ambulancias, las calles, todos con el nombre de la Alumbrera”, agregó Machado.

Además del libro, el proyecto incluye cortos: “calculamos que para fin de año esté terminado, porque queremos que sea una herramienta de lucha para futuras promesas incumplidas y  refrescar la memoria de qué nos pasó tanto en Catamarca como en otras provincias”, finalizó.