A 6 años del Andalgalazo: “La lucha del 15 de febrero se convirtió en un acto de resistencia”
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 16/02/2016
En la emisión del martes 16 de febrero de Enredando las mañanas recordamos la represión y el andalgalazo del 15 de febrero de 2010 en Andalgalá, Catamarca. También lo hicieron desde el acampe de Plaza Lavalle, frente a Tribunales en la Ciudad de Buenos Aires, con la presencia de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Nora Cortiñas y Mirta Baravalle, y un desfile de músicos y artistas. En este marco repasamos los hechos de 2010 a partir de la voz y el recuerdo de Sergio Martínez y Rosa Farías, integrantes de la Asamblea El Algarrobo.
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“Tu sombra nos cobijaba
Tu sombra nos hacía techo
Tus raíces nos gritaban dónde estaba nuestro suelo…”
El Algarrobo de Andalgalá, autor anónimo
Hace varios años, los integrantes de la Asamblea del Algarrobo presentaron un recurso de amparo para detener la actividad minera en Andalgalá. Más de tres años después no han obtenido respuesta y ahora la resolución está en manos de la Corte Suprema de Justicia. Por eso, desde el 1 de febrero los asambleístas se encuentran acampando en la Plaza Lavalle, ubicada frente al Palacio de Justicia donde el máximo tribunal tiene su oficina.
El lunes 15 de febrero realizaron un festival para recordar el 6º aniversario de la represión sufrida por el pueblo catamarqueño cuando llevaba adelante un bloqueo selectivo para evitar el paso de camiones y material a la minera Agua Rica que aún intenta instalarse en la zona.
“El 15 de febrero se conmemora el Andalgalazo, en que el pueblo salió a defender su tierra, el agua, a defender la montaña y venció a las fuerzas policiales que fueron a reprimir en la ciudad de Andalgalá”, aseguró Sergio Martínez, uno de los asambleístas que se encuentra acampando en la Ciudad de Buenos Aires.
En la emisión de Enredando las mañanas del martes 16 escuchamos su recuerdo de aquel día tan importante para su pueblo: “la lucha del 15 se convirtió en un acto de resistencia, se había hecho presente la policía, la infantería, el sector canes y el refuerzo policial desde algunos departamentos vecinos. La represión a un grupo de vecinos comenzó en horas de la tarde, y muchos pobladores -lejos de agarrarles temor- se sumaron con coraje, llegaron al lugar como pudieron en apoyo de los que estaban en la asamblea, fue un acto de resistencia muy grande que duró un par de horas largas, casi hasta la noche. La población de Andalgalá resistió con una valentía y un heroísmo increíble, ante esta violencia institucional que venía de mano de la fuerza policial”.
“Cuando ellos lograron en el marco de la represión hacer pasar –recordó Martínez– una máquina retroexcavadora camino al yacimiento, la gente, todos los vecinos, la comunidad en general se movilizó hacia la plaza de Andalgalá para manifestar su repudio. Volvieron allí las fuerzas policiales para reforzar, algunos comercios proveedores mineros formaron parte de esa movida de la represión porque acompañaron con sus camionetas y el logo de sus empresas a la policía a reprimir al pueblo, haciendo gestos obscenos hacia los propios vecinos. Eso indignó aún más a la propia población que empezó a manifestarse de manera muy efusiva en la propia plaza ya en horas de la noche. Comenzamos a pedir y a exigir que liberaran a todos los compañeros que estaban detenidos. Yo recuerdo haber cruzado en tres o cuatro ocasiones, casi entre las balas, para hablar con los oficiales de servicio en ese momento para que liberen y ellos me decían que no había personas detenidas. Entonces volvíamos y nos reorganizábamos en la plaza, cantábamos contra la megaminería y la represión, y yo recuerdo claramente un momento muy especial donde me paro en el Mástil de la Dignidad junto con otros dos compañeros y empezamos a cantar el himno nacional. Todos pensábamos que cantar el himno iba a significar un acto de patriotismo y de agrupar a los vecinos y de seguir manifestándonos de una manera pacífica, pero lejos de eso sucedió algo inesperado porque cuando terminamos de cantar la última frase salieron todos al mismo tiempo como si se hubieran puesto de acuerdo espontáneamente, a la misma vez, y empezaron a dar vueltas las camionetas de la minera Agua Rica”.
Martínez tuvo un especial recuerdo sobre la actitud de los jóvenes andalgaleses en aquellas horas difíciles: “eran grupos de jóvenes que tenían sus rencillas los fines de semana, rivalidades barriales. Esa noche ocurrió desde mi punto de vista algo fantástico porque me contaron estos chicos que se pusieron de acuerdo y empezaron a correr llevando a la policía hacia un barrio que se llama 25 de Agosto, tenían a la policía por atrás a los tiros. Incluso yo vi desde mi casa cómo corrían los chicos, eran unas liebres, y la policía atrás. Los chicos me contaron que las fuerzas policiales se tuvieron que volver derrotadas porque todos los jóvenes, estos pequeños grupos de todos los barrios, se juntaron esa noche en una forma de emboscada y, como dijeron ellos, pusieron a la policía en su lugar. Fue sabiduría de jóvenes, que a nosotros nos puso muy alegres porque defendieron el pueblo, la montaña, pero sobre todo se defendieron ellos mismos, y su defensa entre sí de una violencia institucional como es la policía la verdad que me pareció fantástica. Ellos actuaron sabiamente esa noche, derrotaron a la policía y obtuvimos como resultado una medida que fue la paralización inmediata de todo tipo de actividad minera de Agua Rica”.
Al ser consultado sobre el significado del Andalgalazo, Martínez reflexionó: “para nosotros el 15 de febrero es una fecha de aprendizaje y creo que a futuro, más allá de conmemorar con dolor por toda la gente herida y lastimada, es una enseñanza porque ahora sabemos qué pasa cuando el pueblo dice que NO, cuando el pueblo decide tomar las riendas por sí mismo, decide llevar a cabo su propia gestión. Creo que es una gran lección que nos la dimos nosotros mismos como vecinos de Andalgalá, de acá a futuro el sistema lo sabe, las fuerzas policiales y el poder político también, Andalgalá ha superado la barrera del temor y muchos hemos tomado conciencia de que nos tienen miedo porque no tenemos miedo”.
El nacimiento de un nuevo Andalgalá
Durante la emisión de Enredando las mañanas también escuchamos a la asambleísta Rosa Farías: “es una fecha, no sé si como un cumpleaños, porque no quiero ser tremendista, pero creo que fue el nacimiento de un nuevo Andalgalá, ya los días previos vas pensando qué hacíamos a esta hora, a dónde iba, cómo fue, algunas cosas las hemos ido como canalizando a través de los años y hoy nos podemos juntar con compañeros y reírnos de alguna cosa que hicimos ese día. Por ejemplo, yo me fui en ojotas, otro perdió los zapatos, u otro que lo han metido preso y se escapó por una puerta que quedó abierta. A esta altura creo que podemos canalizar lo que fue el 15 de febrero de 2010, pero obviamente todo festejo tiene una parte que nos llega al sentimiento”.
“Con Sergio (Martínez) veníamos conversando sobre el camino que hemos recorrido detrás de esta lucha, realmente conocimos gente y gente nos ha conocido a nosotros, uno ha ido por muchos caminos, difíciles, encumbrados, de todo tipo, y a nosotros nos ayuda y acompaña el hecho de gente que no nos conoce se acerque y nos diga ‘te puedo lavar la ropa’, porque viene una chica y recoge la ropa de los muchachos y las lleva a lavar, o algunos que vienen y preguntan cómo pueden ayudar, siempre les decimos que nos traigan algo, azúcar, yerba, lo que crean conveniente para un campamento. Y de esas cosas, esas actitudes, uno saca un poquito de esperanza, de que algo va a cambiar”.
Para Rosita, tal como todos conocen a Farías, la lucha de Andalgalá y los pueblos cordilleranos ha logrado que Argentina hable de megaminería, soja, extractivismo: “yo no quiero ser agrandada y decir que todo el país habla, pero mucha gente sí lo hace, empieza a saber que ese nombre existe y que en la cordillera hay minería, se envenena el agua. Creo que el balance de estos años es positivo porque hemos podido hacer como una visibilización de la lucha en muchos puntos, y apostamos a seguir y creo que lo vamos logrando a nivel internacional. Nosotros tenemos mucho para aprender de los pueblos como Chile, Brasil, Perú, Bolivia, yo creo y converso a veces con mis compañeros que nosotros estamos lejos de esas luchas, ellos están mucho más adelantados porque tienen más años de sufrimiento, en Argentina estamos recién comenzando el camino”.
“Nuestras luchas son grandes luchas a lo mejor para nuestras familias que tenemos que dejar, o para gente que nos ve como ustedes lo hacen, pero no sé si son grandes luchas o los triunfos que conseguimos son tan grandes, pero el sábado vinieron (al acampe en Plaza Lavalle) unos niñitos y nos empezaron a preguntar cómo era mi montaña y por qué estaba acá; también es cierto que es una gran triunfo que una minera como Agua Rica, que debía comenzar a explotar en 2007, estemos a 2016 y no haya empezado a hacerlo. Nosotros hemos parado la minera desde entonces y es un triunfo. Después que (Mauricio) Macri se fue a la cordillera a decir que las mineras quedaban exentas de las retenciones, nosotros ya estábamos aquí terminando de organizar este festival, a cada acción hay una reacción, nosotros somos así y seguiremos siendo cabeza dura, no nos van a sacar del camino”, agregó Rosita en diálogo con Enredando las mañanas, el programa de radio de la Red Nacional de Medios Alternativos.
“… La vida a cielo abierto transcurre al amparo del árbol
Y este es el único cielo abierto que los andalgaleses estamos dispuestos a respetar…”