Un debate sobre el poder de comunicar

Tienen el poder, ¿lo van a perder? Reflexiones luego de la radio abierta realizada por la Red Nacional de Medios Alternativos.

El término democracia resulta complejo de definir en tanto tiene un significado jurídico e institucional y otro ético. El primero alude a una forma de gobierno positiva en la cual el poder no está en manos de unos pocos, sino de la mayoría; el segundo se refiere al ideal de igualdad que surgiera de los albores de la Revolución Francesa, en 1789.

Por lo tanto, la democracia requiere de la participación de todos y forma parte del ejercicio pleno de los derechos humanos. Años de dictadura y de democracias con políticas neoliberales impidieron la libre expresión y el debate de ideas y creencias al tiempo que eliminaron la posibilidad de una sociedad igual y fraterna.

Sin embargo, en los genes mismos de la sociedad el germen de lucha persiste. Bajo la consigna La información es poder, organizaciones barriales y la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA), transmitieron un mensaje de inclusión de todos en el proyecto de modificación del decreto-ley de Radiodifusión Nº 22.285/80, sancionado por la dictadura militar en 1976. El debate se realizó durante la transmisión de una radio abierta desde el Obelisco y pudo escucharse por la página de RNMA y otras emisoras barriales.

Además, integra un ciclo de encuentros de medios alternativos que desde 2003 recorre diferentes ciudades del país y  tendrá su quinto encuentro este año en Córdoba.

Transcurridos 25 años de democracia, desde su recuperación en 1983, no sólo no se promueve un espacio público, sino que se otorgó el llamado mapa de los medios a grandes monopolios que deciden qué debe mirarse, leer y escuchar, y pronuncian un discurso democrático.

Grandes multimedios como Grupo Clarín, Hadad, Telefé, Mario Pergolini, Manzano y Ávila-Vila gozan del decreto 527/05, firmado por el ex -presidente Néstor Kirchner, mediante el que se les permitió extender sus licencias entre 11 y 20 años. Surge así el interrogante de si es posible ampliar el espectro de comunicación entre todos en un contexto totalitario que privilegia a unos pocos.

Por derecho, entonces, se exige la anulación de dicho decreto, la derogación de la ley de Radiodifusión y su debate participativo, al mismo tiempo que se reclama la devolución de equipos a  radios decomisadas por la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) y el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER).

Al respecto, Martín, colaborador de Canal 4 de Avellaneda, expresó que “se pide que se muestre el espectro de radiodifusión nuevo pero que se hagan modificaciones”. En tanto, manifestantes de Quebracho y otras organizaciones barriales realizaron una marcha en reclamo de la liberación de los paraguayos desalojados que están en huelga de hambre. Democratizar un país es importante, pero para lograrlo deben democratizarse también los medios de comunicación, para que marchas como la de estos grupos sean analizadas como consecuencias de la desigualdad y no como meros cortes de tránsito.
Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires también se unieron al reclamo y tomaron sus sedes repudio a la polarización mediática y de una mejora en los salarios y de un edificio único. Para ellos resulta importante que se de a conocer la ley y que todos podamos participar, y decidir qué modelo de sociedad y qué medios de comunicación queremos tener.

Salud y educación son derechos que, a pesar de estar desvirtuados, son reconocidos como tales. Comunicar, es también un derecho, pues también un espacio público que permite formar y crecer en verdadera libertad.