Ninguno de los 8 declaró
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 24/08/2008
Se llevó a cabo la segunda jornada del juicio histórico contra los ocho ex militares, que se negaron a testimoniar con un rotundo ‘no voy a declarar’, para continuar con el hermetismo y el silencio. Son los acusados de cometer crímenes de lesa humanidad, en el Centro Clandestino de Detención ‘La Escuelita’ en diecisiete casos.
El coronel Mario Alberto Arenas, el mayor Oficial Luis Alberto Farias, el teniente coronel Sergio Adolfo San Martín, el coronel Jorge Molina Ezcurra, el sub oficial Francisco J. Oviedo, el coronel Oscar Reinhold, el general de brigada Enrique Olea y el médico coronel Ilario de la Pas Sosa, cada uno a su turno dijeron “prefiero guardar silencio”.
La audiencia de viernes 22 de agosto comenzó puntualmente a las 9. Los acusados tuvieron la oportunidad de hablar ante el Tribunal, pero no lo hicieron. Tras las formalidades previas a cada declaración indagatoria, que sienta a cada imputado frente al Tribunal y le pregunta si quiere dar su testimonio, ninguno de los ocho imputados hizo uso de ese derecho constitucional.
A partir del lunes (tercer día del juicio) y hasta la lectura de la sentencia, su presencia en la sala de audiencias será optativa, como fue requerida por parte de la defensa. Cinco de los imputados solicitaron no concurrir a las próximas audiencias.
Esto fue objetado por los organismos de Derechos Humanos querellantes (APDH y Ceprodh), quienes sostuvieron que los imputados deben estar en la sala o en proximidades de ésta.
Por su parte, el Fiscal solicitó que los acusados -que hagan uso de su derecho de no participar en las próximas audiencias- permanezcan a disposición en las cercanías del Tribunal.
En un primer momento se resolvieron las incidencias. Como se esperaba, no hubo ninguna cuestión para resolver. El defensor oficial objetó el accionar de quienes asisten a las audiencias por la agresividad de sus cantos y gritos a los militares juzgados. El presidente del Tribunal hizo notar eso a los presentes, pero los gritos y respuestas por parte de la concurrencia hacia los planteos de los abogados continuaron.
La salida de los imputados se realizó por la única puerta del Tribunal ubicada sobre calle Carlos H. Rodriguez. Las 50 personas, entre las que se destacaban reconocidos militantes de los organismos de Derechos Humanos de la región, aprovecharon la circunstancia para descargar su bronca sobre los acusados que fueron custodiados por efectivos de distintas fuerzas.
El juicio continuará con el inicio de la ronda de testigos, el lunes próximo, 25 de agosto, a partir de las 9, en la primera jornada se escucharán seis testimonios. Entre ellos los de Noemí Labrune, Rubén Capitanio y Mirta Mántaras.
Al finalizar la audiencia, los militares subieron a la camioneta que los trasladó a General Roca (Río Negro) donde permanecen detenidos en dependencias del Servicio Penitenciario Federal.
Las lágrimas surgieron de muchos rostros. Quizá la imagenmás impactante fue la de Oscar Ragni, que siempre mantiene una imagen de formalidad, quien tras gritarle a quienes entregaron su hijo (que todavía continua desaparecido), rompió en llanto.
“Un paso hacia la verdad y la justicia”
Terminada la segunda audiencia, la abogada querellante integrante de la APDH Neuquén, Nerea Monte, realizó una evaluación de lo acontecido.
“El balance es absolutamente positivo y de alegría. Comenzó finalmente un paso hacia la verdad y la justicia después de transcurridos treinta años después de cometidos estos atroces delitos”, dijo Nerea.
También resaltó la importancia de que los imputados tuvieran que presentarse ante la justicia. “Ayer todos escuchamos que se leyeron las acusaciones y hoy ninguno de ellos declaró, pero tuvieron que presentarse al Tribunal. Los vimos todos. Incluso hoy al salir, el padre de una victima desaparecida, Oscar Ragni, pudo gritarles [a los imputados] su rabia, su bronca acumulada de tantos años de búsqueda, de treinta años de angustia -como decimos en nuestro requerimiento de elevación a juicio- de una tortura. Porque la tortura la sufren también los familiares que buscan a un ser querido desaparecido”.
Asimismo, la abogada destacó la importancia de las declaraciones, que comienzan el lunes, para el conocimiento de la verdadera historia. “Pensamos que ahora que empiezan las testimoniales de los testigos, se va a saber la historia, porque esto es historia, es una juicio histórico”. En este sentido señaló la relevancia de los relatos de las victimas ya que entre los militares continúa el pacto de silencio. “Las victimas son las únicas que pueden contar lo que sucedió porque ellos [los militares y quienes cometieron los crímenes de lesa humanidad] siguen con el pacto de silencio, siguen escondiendo las evidencias, la documentación”.
“Las victimas van a contar la historia verdadera que es la historia de nuestro país. Esto no interesa sólo a las victimas, esto le ha pasado al pueblo argentino, le ha pasado a la sociedad toda. Estamos contentos, porque el juicio, que finalmente empieza, va a poner un poco de luz sobre una historia muy tremenda”, concluyó Nerea.
Semáforo amarillo, amenaza
“Que se deje de romper las pelotas porque la va a pasar muy mal”, fue la frase que escuchó al atender el teléfono la esposa del reportero gráfico del diario Río Negro, Leonardo Petricio, acreditado para cubrir el juicio a los represores de ‘La Escuelita’.
Esto sucedió la mañana que comenzaba el juicio oral. La denuncia de este hecho fue realizada en la fiscalía correspondiente y quedó la preocupación a los organismos de Derechos Humanos.
“Me dijeron que se fuera del diario”, contó la esposa de Petricio.
Esta amenaza se suma a la denuncia que realizó la abogada Ivana dal Bianco, del Ceprodh. El martes por la noche desconocidos ingresaron a su casa y robaron su computadora personal, pero dejaron 500 pesos sobre la mesa.
Jorge Jure
Prensa- APDH NEUQUEN
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