Estudiantes universitarios apoyan a docente
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 18/04/2008
Estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Matanza, provincia de Buenos Aires, no entraron a clase para que no echen a una docente.
Más de 60 estudiantes de los distintos años de la carrera de Comunicación Social de la UNLaM se concentraron el pasado miércoles en las aulas donde estaba pautado iniciarse con las clases del Taller III de dicha carrera, en busca de respuestas ante el intento de desvincular a la docente Lic. Mariela Bernárdez de la Cátedra de Televisión III/Taller de Documental.
El día jueves pasado por la noche, a 4 días del comienzo de clases, autoridades del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNLaM, a través del Jefe de Cátedra del Taller de Televisión III de Comunicación Social, Daniel Gordo Díaz, le informaron a la docente en cuestión, que se pretende desvincularla del turno mañana del taller en el que se viene desempeñando hace 8 años, desde marzo del 2000. En su lugar entraría una periodista que formaría dupla con la persona que acompañó a Mariela en todo este tiempo y ella pasaría al turno vespertino. Obligando a la docente a acatar una decisión aparentemente precipitada, sin más opciones que someterse a la estructura naturalmente verticalista de nuestra Institución pero que en este caso, además, dada la carencia de justificativos, se presenta salvajemente autoritaria.
La pregunta que surge haciendo una primera lectura es ¿Por qué resulta tan conflictivo este “cambio de horario”?.
La rotación de la docente a otro horario no es casual, se trata de una medida pensada a priori. Así lo confirman los alumnos que tuvieron la posibilidad de ser parte del taller durante los últimos cuatro años y fue el principal motivo de su reclamo del pasado miércoles.
La Lic. Mariela Bernárdez y el Lic. Juan Mascaró se vienen desempeñando en el Taller III de Televisión por la mañana desde hace años, de cara a un proyecto pedagógico y de contenidos claro en sus objetivos y consecuente en su práctica. La materia ha venido perfilándose como un espacio de participación abierto y democrático.
Los documentales que surgieron como consecuencia de dicho taller y del trabajo mancomunado de alumnos y docentes son de una clara línea social, en contraposición de la supuesta objetividad que quieren aparentar los medios masivos de comunicación, en especial la televisión. La opción de cursar a la mañana es una opción por acercarse a la realidad desde la subjetividad y el compromiso por conocer e intentar develar el proceso de construcciones que está detrás de los “hechos”, entendiendo el rol de comunicador como un activo sujeto de cambio. Y muchos alumnos que se inscribieron en dicho taller optaron por este turno haciendo uso de su derecho de elegir la línea de pensamiento de cátedra que querían. La cursada de la noche es otra experiencia, con otro docente, que adscribe a otra filosofía de enseñanza y responde a otra cosmovisión acerca del cine documental y la docencia. Muchas veces en choque y confrontando con las formas propuestas a la mañana. Simplemente, son cátedras de facto diferentes. Sería ingenuo creer que el cambio de turnos responde a cuestiones organizativas.
Ambos docentes, Bernárdez y Mascaró, asumen el compromiso de la docencia, poniéndose a trabajar a la par de los estudiantes muchas veces por fuera de sus horarios estrictos de trabajo. A pesar de que los dos figuran formalmente como simples ayudantes de cátedra, es sabido que hace tiempo que se pusieron la materia al hombro, planificando, estructurando programas, etc. La precarización de sus contratos de trabajo hace que en ocasiones como ésta penda de un hilo su continuidad laboral. La forma de trabajo que persiguen y las metodologías de enseñanza que llevan a cabo se ven reflejadas en los trabajos audiovisuales que surgieron del taller.
Cabe destacar que desde esta materia se realizó el primer largometraje documental de la Universidad Nacional de La Matanza. Además, muchos de los cortos productos de la cátedra aparecen en el Catálogo del INCAA, fueron y son proyectados en diferentes espacios dedicados al cine documental y social. No cabe duda de que el compromiso que ellos asumen como docentes es recíproco con respecto al que adquieren los estudiantes. Y de la efectividad del trabajo realizado por ambos profesionales. Paradójicamente nada de esto parecen ser indicadores válidos para las autoridades departamentales que decidieron desmantelar la propuesta. Y dudamos que si quiera se hayan cuestionado que no solo esta docente cumplía con su trabajo, sino que apuntaba como pocos, pero remarcables docentes de esta Institución a la tan afamada excelencia académica dada la descripción recién hecha desprendida del testimonio de sus mismos alumnos.
No queremos ser ingenuos, sin dudas hay quienes apuntan a la mediocridad y al desprestigio de nuestra Universidad con estos comportamientos autoritarios. Desde su lugar de docentes tanto el Lic. Juan M. como Lic. Mariela B. intentan formar a los estudiantes como sujetos críticos y quizás sea esto lo que les haga ruido a las personas que se esconden detrás de un cargo de autoridad en el Departamento de Humanidades.
Pero retomando la situación que hoy día nos compete, cabe destacar, por un lado, la arbitrariedad de la decisión, frente a la cual el titular de la cátedra no esgrimió argumentos sustentables; y la falta de respeto para/con la profesional que hace años viene desempeñándose en su labor. La precariedad en la que se encuentran contratados docentes como esta, hacen que el Departamento haga y deshaga a su antojo. Además, resulta una canallada el hecho de avisarle tan solo cuatro días antes del inicio de la cursada, coartándole de esta manera toda posibilidad de elección.
Además, y analizando la cuestión desde otro enfoque ¿Qué tipo de educación recibimos los estudiantes de la UNLaM con profesores que se conocen una semana antes de la cursada y planifican anualmente contenidos, objetivos, actividades y trabajos 7 días antes de conocerles las caras a sus alumnos? ¿Dónde está la educación democrática? ¿Porqué no existe en nuestra Universidad la libertad de cátedra? ¿Cuántos otros docentes titulares, adjuntos y ayudantes se encuentran en situaciones similares a la de esta docente en la UNLaM? ¿No existe gracias al sistema contractual de nuestros docentes y al sistema NO concursado de cátedras una vía libre a la manipulación ideológica de los contenidos? ¿E incluso que los mismos docentes especulen con la posibilidad de bajada de línea autocensurándose contenidos? ¿O aún peor, que hagan política del "buen comportamiento" con sus superiores?
No nos están dejando elegir al desmembrar esta cátedra, ya que es vox populi las diferencias entre mañana y noche. Pero hay mucho más en qué pensar detrás de éste conflicto.
En fin, a raíz de todo esto estudiantes autoconvocados en pleno conocimiento de la situación adversa que se estaba dando, decidieron asistir el pasado miércoles al inicio de clases. Y así fue.
Luego de la presentación de la materia Taller III (a la cual asistió la docente Mariela Bernárdez con el objetivo de dar a conocer su situación) más de 60 jóvenes interpelaron a Daniel Gordo Díaz y a Eugenia Herrero, Secretaria del Coordinador de Comunicación, Aníbal Binasco, que sorpresivamente asistió al comienzo de la cursada; sobre las razones que los llevaban a tomar tal decisión con el trabajo de la docente.
Si bien lo único que pudieron ofrecerles a los jóvenes fueron explicaciones poco convincentes, como el hecho de que es “una reestructuración de la cátedra”, aunque es evidente que la decisión pretende presionar a los docentes para que no asuman determinadas líneas de trabajo, vinculadas al pensamiento critico y a la participación de los alumnos. Después de todo, se logró obtener una reunión, que sería próximo lunes por la tarde en el Departamento de Humanidades.
Se pretende una ruptura ideológica que además va en detrimento de la formación académica y educativa. Como estudiantes estos mecanismos turbios nos están salpicando y deteriorando nuestra educación. No se trata de hacer propia la injusticia ajena, lo cual sería, por cierto, loable. Sino que además se trata de defender nuestro derecho a una Universidad Pública y democrática.