Juntos para aunar luchas y lograr justicia

Entrevistamos a cuatro familiares de personas asesinadas en la masacre del 19 y 20 de diciembre de 2001. Unirse en el dolor, sumar fuerzas, luchar por lograr justicia, basta de impunidad, son algunas de las frases que se escucharon.
“Es la forma que tenemos, que es la que nuestros caídos nos han enseñado, esto de juntarnos, de sumar y aportar a una salida colectiva es lo que nos va a dar un respiro, nos va a ayudar a encontrar un camino, una salida a todo eso”, afirmó Celeste, hermana de Pocho Lepratti.

Celeste Lepratti, hermana de Pocho, explicó por qué están hoy presentes en esta jornada de lucha: “Fundamentalmente hay algo que nos une, que nos ha hecho encontrar en la vida, aunar nuestras luchas, sumar fuerzas, luchar por lo que falta, que es justicia para nuestros caídos, sabemos de la impunidad que hay en los crímenes del 26 de junio, nosotros venimos a denunciar que es la misma impunidad de la masacre de diciembre de 2001. Es la forma que tenemos, que es la que nuestros caídos nos han enseñado, esto de juntarnos, de sumar y aportar a una salida colectiva es lo que nos va a dar un respiro, nos va a ayudar a encontrar un camino, una salida a todo eso”.
Luego, fue el turno de Raquel, mamá de Damián Ramírez, un chico de 14 años que fue asesinado el 19 de diciembre de 2001, junto a Ariel Salas.
El juicio por el asesinato de Damián y Ariel fue el primero que salió en todo el país. Fue un precedente. Pero Raquel consideró que el juicio fue una pantalla: “Para mi fue justicia a medias, porque los asesinos de los chicos uno fue condenado a 15 de años de prisión pero en su casa y salió a festejarle el cumpleaños de 15 a su hija. El otro fue condenado a seis años, cinco de los cuales con arresto domiciliario”.
Además, a la causa de Damián le pusieron como homicidio por riña. “Riña es cuando se pelean dos personas. Mi hijo no se peleó con nadie, la justicia comprobó que mi hijo no tiene ningún arma”, aseguró Raquel y afirmó que ahora lucha para que otras dos personas que están imputadas en esta causa también vayan a juicio.
“Es una lucha constante – relató Raquel – Desde el principio me tuvieron de aquí para allá. De La Plata a San Justo, de San Justo a La Plata, y de ahí a dónde ellos se les ocurre mandarnos. Al día siguiente del asesinato empecé a peregrinar por los canales de televisión, no tenía una moneda, fue una lucha constante, estuve siete años para que el juicio saliera. El juez de garantías recibía los familiares de los imputados pero nunca a los familiares de las víctimas”.
Mari Martínez adelantó que para fin de este año, cuando se cumplan diez años de la masacre, están organizando juntar a los familiares de las víctimas de todas las provincias para poder conocer todas las historias y reclamar todos juntos justicia. A su turno, David, hermano de Ariel Salas, otra víctima de la represión del 19 y 20 de diciembre, contó: “Son muchas víctimas, hay víctimas que todavía no sabemos en qué momento y lugar perdieron la vida. Lo peor de todo es que nosotros hemos quedado con el dolor de la pérdida de un ser querido. Me uno a este dolor de hoy. Sabemos que si lo vivimos todos juntos, vamos a poder concretar que se haga justicia”.