“La única herramienta concreta que tenemos es la gente en la calle mostrando que las mineras no tienen licencia social”
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 01/12/2020
Enredando las mañanas conversó con Martin Vallejos, integrante de la asamblea comarcal contra el saqueo, para hablar sobre lo que está pasando la provincia de Chubut en la lucha contra la megaminería.
En Chubut pareciera que nadie duerme. Hace un tiempo que el pueblo viene saliendo periódicamente a las calles y la entrevista inició indagando acerca de los motivos: “Al principio fueron rumores de que el gobierno provincial iba a presentar un proyecto de zonificación minera para la provincia” relata Martin pero, “esto después se confirmó en una reunión promovida por la Secretaria de Minería y el Ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Alberto Hensel y Matias Kulfas (respectivamente), las dos figuras principales que están empujando fuertemente para que se lleve puesta la ley que nosotres tenemos en Chubut que prohíbe la explotación minera en todo el territorio”.
Posteriormente, el gobernador Mariano Arcioni comentó públicamente que iba a presentar el proyecto de zonificación a la legislatura provincial, lo que provocó la movilización masiva de miles de personas “movilizó en todas las ciudades y pueblos de la provincia” señala el entrevistado. A pesar de ello, agrega, “el proyecto se presentó igual, pero en las calles igualmente se está alcanzado una fuerza muy importante que hace que empiece a quebrarse el grupo de poder que está queriendo imponer la megaminería en Chubut”.
En el año 2003, la lucha histórica del pueblo de Esquel, con su “No a la Mina” derivó en la sanción de la ley 5001, que, en su artículo 1º, prohibió la explotación minera metalífera a cielo abierto en toda la provincia y la utilización de cianuro en los procesos de producción minera. Martin recordó como el grado de movilización alcanzado por este “pueblo cordillerano, amenazado por un proyecto extractivo de oro” implico después un plebiscito no vinculante, pero en el que más del 80% de la población local “se expresó en contra de ese proyecto y de allí nació la ley 5001”. El artículo 2º de la ley, cuenta el entrevistado, previa la determinación, en 120 días, de una zonificación minera a cargó del Consejo Provincial de Ambiente, que, a 17 años de la sanción de la ley “aún no se ha realizado, y ahora, sin embargo, están queriendo avanzar con ello”.
Por estas razones, expresa Martin, desde las asambleas “venimos trabajando largamente en un proyecto de ley por iniciativa popular para prohibir definitivamente todas las actividades del proceso de explotaciones minera, porque al día de hoy hay varias empresas que están haciendo exploración, con más de 700 cateos mineros en la provincia”. Esto implicaría, para el entrevistado, “la destrucción de todo el territorio provincial” de permitirse la habilitación de la explotación. Este proyecto ya tuvo un antecedente en el año 2014, y “básicamente prohíbe todas las diferentes etapas del proceso minero y prohíbe muchísimas más sustancias, no solamente el cianuro” aclara el entrevistado, y ya fue presentado con más de 30 mil firmas de ciudadanas y ciudadanos de toda la provincia, “cuando el requisito mínimo era 13 mil firmas”.
Entre sus últimas intervenciones, Martin nos apunta que en todas las movilizaciones “es el pueblo el que está en la calle, con marchas donde hay más de 1000 personas en localidades donde no llegamos a 15 mil personas” y teniendo en claro que “la única herramienta concreta que tenemos es la gente en la calle mostrando que las mineras no tienen licencia social”. Algo a destacar de cada territorio, prosigue el entrevistado, es la alianza entre las asambleas y las comunidades mapuche y mapuche-tehuelche, dado que la mejor forma de defender el territorio es con la gente de la tierra, y aquí estas comunidades viene llevando una lucha por recuperar los territorios y desde ahí protegerlos. “Elles los que están poniendo los cuerpos en el territorio contra todas las estrategias que tienen las mineras para intentar obtener algún tipo de licencia social, que de por si nunca tienen. porque nadie está dispuesto a dejarse morir por 2 pesos con 50” cierra Martin.