Un día oscuro para la democracia universitaria
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 24/04/2010
A 34 años de la Dictadura más sangrienta de la historia de nuestro país, sucede hoy 24 de abril un duro golpe a nuestra frágil democracia universitaria: Gana un funcionario “facho” el rectorado de NUESTRA UNER. ¿Qué supone esto? Por un lado, que evidentemente nuestra memoria colectiva debe construirse y reconstruirse día tras día en nuestra comunidad académica y por otra parte ,íntimamente relacionado con lo anterior, que debemos recuperar la histórica consigna educativa que Adorno plantea en un de sus magistrales textos QUE AUSVICH NO SE REPITA, EN NUESTRO CASO QUE LA DICTADURA NO SE REPITA. Por eso un suceso como hoy habla de redoblar la apuesta en la concreción genuina de una educación democrática para todos.
Seguramente el día de hoy, 24 de abril de 2010, quedará como una mancha imborrable en la historia de nuestra universidad. En un escrutinio estrictamente autoritario, y en donde se nos fue negada la palabra, se proclamó el nuevo rector de la UNER, nada más y nada menos que el polémico Jorge Gerard. Este personaje nefasto que en 1979 asumió como titular docente a sólo un año de haberse recibido sin rendir concurso y sin antecedente alguno; y que un año después asumió como Secretario Académico, cargo que desempeñó hasta la vuelta de la democracia, HOY LIDERA LA UNER. Vale aclarar que durante este período dictatorial, la UNER fue intervenida y una lista amplia de estudiantes de la universidad fueron desaparecidos.
Desde el Movimiento 20 de Diciembre queremos expresar nuestra repulsión hacia ciertas prácticas de ciertos estudiantes que dirigen los centros estudiantiles (de Ciencias Económicas, Trabajo Social, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay) y docentes, de los cuales algunos entregaron su voto por “arreglos” poco claros, que, vale aclarar, están ligados a la política provincial. En este marco, es además pertinente agregar que Gerard es actual funcionario del gobierno provincial de Sergio Urribarri, es decir, que nos encontramos frente a la paradoja de que el actual rector integra una gestión alineada directamente con la Presidencia de la Nación, autoproclamada defensora de los derechos humanos; así queda clara la hipocresía con los que estos tremendos caraduras se manejan.
En épocas más recientes, Gerard tiene también el triste mérito de haber sido uno de los Consejeros Superiores que el 24 de septiembre del año pasado votó a favor de recibir en nuestra universidad los fondos provenientes de la mina “Bajo La Alumbrera”. Pero no fue un voto cualquiera: ese día, Gerard no había ido a la reunión de Consejo Superior, sino que “lo mandaron a buscar” porque no daban los números, y llegó a las 5 de la tarde sólo para levantar la mano y votar por la aceptación. Y entonces quedó clara la idea que tiene Gerard acerca de la Universidad Pública: una empresa que trabaja para los privados y se vende al mejor postor.
Este es el rector que muchos consejeros estudiantiles, graduados, docentes, no docentes y decanos votaron, en medio de la presencia de “aparatos” del PJ urribarrista que dirigían a su gusto y piacere la elección en la UNER. También vale aclarar que compañeros que están en la conducción de nuestro centro de estudiantes saltaban dichosos frente al triunfo de Gerard, cuestión no menor si pensamos en la política que van a querer impulsar en nuestra facultad.
Desde el Movimiento estamos firmemente convencidos que una persona con estos antecedentes no debería nunca asumir como Rector de una Universidad Pública y reiteramos que la democracia pierde una batalla con cada personaje nefasto que vuelve a ocupar un cargo bajo la vigencia plena de la Constitución Nacional. Pero si hemos perdido una batalla es por que todavía nos quedan muchas por luchar, y es en defensa de nuestra universidad y de nuestros compañeros que seguiremos dando pelea a todos aquellos que intenten asesinar a la democracia y coartar la libertad.