Un puente entre el poder político y el poder económico

El proyecto del Puente Santa Fe-Paraná reanima la alianza histórica entre el poder político y el poder económico concentrado de la región.

Llama la atención la premura con  que el  gobernador Urribarri viaja a los EEUU para solicitar y gestionar  un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la construcción del puente Paraná- Santa fe.

Apuro que no exhibe  desde que asumió como gobernador,  para resolver el conflicto docente que tiene a maestros y profesores con salarios degradados y que mantiene a la mayoría de los empleados públicos de la provincia casi en los  límites de la pobreza y la indigencia.
 
El puente, que tanto desvela a Urribarri, y que para el gobernador santafesino  Binner “es una verdadera necesidad para la integración de la región”, cuenta con el patrocinio entusiasta de las organizaciones empresarias de ambos lados del Paraná que han exigido a sus respectivos gobernadores para que se tome la decisión política correspondiente para  la construcción del puente, cuyo presupuesto no se conoce pero que rondaría entre 1000 y 1600 millones de pesos.
 
La premura por la realización de esta  mega obra y las gestiones gubernamentales con buena covertura periodistica, no logra disimular ni ocultar los insaciables intereses de las corporaciones de empresarios y de las demás corporaciones como las de profesionales y demás, y principalmente pone al descubierto la alianza histórica entre el poder político y grandes empresarios de la región.
 
Cuando se lee los objetivos generales de la obra que publica la “prensa seria” como el diario La Nación en su edición del 25/6/2009, uno no puede dejar indignarse ante tanto macaneo mediático e interesado. Veamos lo que dice: “Objetivos generales: El puente es una obra estratégica y prioritaria para la nueva conexión física Paraná – Santa Fe, en cuanto integradora de la macro-región y promotora del desarrollo económico y social sostenido de la misma. La infraestructura de integración física del hinterland del Área Metropolitana será un aporte significativo para el desarrollo de la región y contribuirá a articular la producción, el territorio, el desarrollo del turismo, la consolidación de negocios a escala regional, mejorar la competitividad de las empresas y por sobre todas las cosas mejorará la calidad de vida de los habitantes. Además, el proyecto se enmarca en el trazado de un corredor bioceánico, que también propician la Región Centro y las provincias de La Rioja y San Juan”
 
El Puente Santa Fe-Paraná,  ¡¡oh casualidad!!  es parte  integrante del proyecto de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana,  IIRSA, (inscripto en el Eje: MERCUSUR-CHILE).
 
Este plan imperial de infraestructuras  que financia graciosamente la banca usuraria transnacional como el Banco Interamericano de Desarrollo (que cobraría una tasa anual menor del 16%) y  otros entes financieros,  pretende desarrollar e integrar las áreas de transporte, energía y telecomunicaciones sudamericanas, no en función de las necesidades de nuestros pueblos, sino con el objetivo de facilitar para las grandes empresas la libre circulación de sus mercancías, incrementando proporcionalmente la sobre explotación de nuestros recursos naturales y su aprovechamiento.
 
Esta sumisión al neoliberalismo preexistente, aun hoy,  por parte de los  políticos criollos y los medios de comunicación que lo expresan, ocultan estas verdades al conocimiento público. Esta clandestinidad de intereses comunes en que se mueve la alianza entre grandes empresarios y políticos trata de ocultar los fines últimos de estos proyectos: que es favorecer precisamente estos intereses económicos y sostener la tasa de ganancia decreciente de las multinacionales y garantizar la obtención de la ganancia extraordinaria empresaria, como también radicar en la región las industrias sucias y contaminantes que jaquean al mundo llamado desarrollado.
 
El poder político usa como caballito de batalla para justificar estos emprendimientos impuestos desde el imperio, afirmando que  estos son emprendimientos que traen “progreso” a la sociedad y producen nuevos empleos. Que es precisamente el argumento que enarbola hoy el Intendente Halle para autorizar la instalación del híper Changomas, propiedad de la multinacional Wal Mart, y el que utilizó también el menem-bustismo para privatizar y extranjerizar.
 
Los funcionarios del IIRSA también dicen que este mega plan de infraestructura va a posibilitar “desarrollar” las regiones. Pero, ¿de qué tipo de “desarrollo” estamos hablando? del mismo “desarrollo” que han implementado desde los años 60 en nuestro continente?,  del mismo “desarrollo” que conlleva la degradación de los recursos naturales y el medio ambiente, el desplazamiento de poblaciones campesinas e indígenas, la intensificación de las privatizaciones, el aumento de la deuda externa,  la apertura de los mercados, entre otras cosas? seguiremos creyendo el mismo cuento que nos han dicho desde hace varias décadas?.
 
El argumento esgrimido por los gobernadores de ambos lados del río, es que el puente aportaría a una mayor integración regional no resiste el menor análisis. Esta basado en superchería y engaño. Es un argumento que ofende la inteligencia de ambos pueblos que vemos azorados como se cayo el proyecto de la Región Centro, llamado de integración de las provincias de E. Ríos, Santa Fe y Córdoba, del que nadie habla ahora y cuyo objetivo fundacional impulsados por Busti, De la Sota y Obeid  y a pedido  expreso de la Bolsa de Comercio de Rosario y otros grupos empresarios era  lograr terminar con  las retenciones a la exportación que volverían a los bolsillos de los empresarios  por 5 mil millones de dólares. La integración criolla en estos lares es para sacar ventajas impositivas y otras prebendas,  que asegure la ganancia empresaria y actuar como grupo de presión ante la voracidad del gobierno nacional, pero no para resolver la situación del millón y medio de pobres e indigentes que tiene la región centro sino para que vuelva esos recursos al poder económico concentrado. En realidad,  esta cháchara de la integración no es más que la integración de intereses concomitantes entre el poder político para perpetuarse y el poder económico en busca de la superganancia empresaria.
Concebimos un  nuevo modelo de la integración como un cambio del “actual paradigma del desarrollo extractivista por un desarrollo humano sustentable. La propuesta consiste en devolver a los Estados la propiedad y el control sobre la gestión de sus recursos estratégicos e industrias extractivas, hoy en manos de los grandes oligopolios, como un avance real hacia una futura integración continental bajo la dirección, el control y ejecución total de los Estados sudamericanos, sin participación del capital transnacional y rompiendo con el monopolio privado” (de la Cumbre Social por la Integración de los Pueblos. Cochabamba 2006) .
Paraná,  25 de octubre 2009
 
Amílcar Reali