CAPITAL FINANCIERO Y HOLGAZANERIA RENTISTA

1.- Dominio del Capital financiero 

      El capitalismo mundial es el capitalismo del dominio financiero, de su lógica y de su ideología: el liberalismo financiero. Contrariamente a lo que puede darse por supuesto y natural, no domina el capital productivo industrial, éste está subordinado a la lógica financiera: tasa de interés, dividendos, rendimientos de títulos, o sea la de la ganancia sin producción ni trabajo. 

El hecho del capital financiero domina, subordina y explota de tal modo la sociedad burguesa que pasó  de sojuzgar y explotar la sociedad en la figura del trabajador asalariado cuando éste entrega más bienes y valores de los que recibe, a sojuzgarlo y explotarlo cuando ya no está bajo las órdenes de su empleador en la empresa, lo hace ahora cuando actúa como consumidor, cuotas, créditos, tarjetas, préstamos, etc. lo ahogan y angustian día tras día, mes tras mes. Y lo actual, sojuzga y explota a esos mismos trabajadores como ahorristas y también cuando dejan de ser activos (jubilados, pensionados) a los cuales ha convertido en “inversores” de sus fondos de reservas y por lo tanto arriesgando sus montos que los Bancos y Financieras cobran por administrarlos e invertirlos exponiéndolos a perderlo todo (¡y los han perdido) quedando indemnes y gananciosos como gestionadores. Si no obstante la banca y las finanzas privadas han quebrado y quedado en rojo en esta crisis es debido a sus operaciones de tipo casino y no por deudas hacia sus ahorristas convertidos en inversionistas. 

¿Cuál es el sentido de toda esta práctica capitalista y su doctrina financiera legitimadora? La de que todo patrimonio dinerario, toda actividad, todo bien, ¡debe dar un rendimiento! ¡No hacer nada que no genere un plus como rendimiento a su interesado o propietario! 

2.- Cotidianeidad de lo financiero 

      Esta lógica, pues, sojuzga y explota, pero no sólo eso, somete y estupidiza (aliena, obnubila) a la mayoría de los individuos y de la sociedad. La lógica financiera y su poder de atracción: ha vuelto estúpidos y delincuentes a los financistas y a su Ceos;
Ha convertido en estúpidos y corruptos a los políticos de la democracia burguesa; ha transformado en estúpidos e ignorantes a los economistas del stablishment ortodoxo; y finalmente ha logrado estupidizar a la mayor parte de la sociedad haciendo de ella una masa sumisa y crédula ante la fórmula del ganar sin trabajar. 

Sí, este capitalismo y su liberalismo financiero ha convertido a toda esa sociedad en tontos obligándola a pensar, desear y actuar en sus propios términos, con su propio lenguaje: eficiencia, modernidad, velocidad, ganancia rápida y, sobre todo, con poco o ningún esfuerzo, ningún sacrificio, que sean otros los que trabajen y se sacrifiquen, exige que se llegue a ser ¡winners! dejando atrás el pasado de ¡losers! Impone para ello a que no se repare en ardides, estratagemas, astucias y procedimientos al igual que los especuladores, llamando a todas estas trampas, engaños y estafas bajo la elegante denominación de “ingeniería financiera”. Razones éstas por las cuales se opondrán con toda la fuerza de su poder a los controles, regulaciones y sobre todo a que las actividades financieras (el manejo del dinero de la sociedad por ladrones privados) sean declaradas “servicio público” y por tanto administradas por el Estado en su totalidad.  

En definitiva, pues, lo que se difunde, valora y tiene sabor de actualidad e innovación no es otra cosa que la concepción del mundo del financista. Como éste es un holgazán rentista difunde su vida ociosa como virtud y ejemplo a seguir. La holgazanería rentista domina como aspiración de toda la vida económica de la sociedad burguesa (la rebelión política de las corporaciones burguesas agrarias de nuestro país el año pasado es elocuente) 

Y a lo anterior se agrega aún la realidad delictiva de estos “vivos” de la economía y de las finanzas: emplear trabajadores en negro; no realizar los aportes sociales establecidos por ley; la violación contínua de los derechos laborales y sindicales; eludir el pago de los impuestos a las transacciones; evadir el pago del impuesto a las ganancias; recibir subsidios innecesarios; fugar capitales para que “rindan” en el exterior. ¡He aquí el sumun de la picardía y de la viveza! Y respaldando esto la ideología financiera liberal bajo su expresión como “neoliberalismo” 

3.- Liberalismo financiero redivivo 

      Respeto por la propiedad privada del capital y sus finanzas; Condiciones de “credibilidad” de las instituciones democráticas que deben ser “predecibles” y “estables” a favor del desenvolvimiento empresarial; seguridad para la libertad de decisión del capital; orden y disciplina de la sociedad y, el aspecto principal: libre contratación y despido de los trabajadores en el mercado laboral (flexibilización), y quizás lo nuevo: libre movilidad del capital financiero y sus operaciones sin costo alguno (esto es sin pagar impuestos), amplio campo para la especulación y el robo. He aquí el catecismo del liberalismo financiero.
 
      Esta ideología burguesa y sus prácticas no han desparecido de la escena socio-económica a causa de la crisis mundial, ni es esperable que desparezcan puesto que los gobiernos de las grandes potencias la sostienen, se ha agazapado por la evidencia irrefutable de su inmoralidad como justificadora de todo latrocinio. Retomará aliento y volverá con fuerzas renovadas para seguir con sus fines execrables pero divulgados como de “buenas intenciones” y de mentirosa “lección aprendida”. Sólo una vigorosa acción del pueblo y de su democracia podrá impedir una nueva entronización. La democracia del pueblo es la antítesis de la dictadura del capital. El Capital no soporta la democracia de todos y para todos. Es por ello que la rebelión, la resistencia, el enfrentamiento al capitalismo y a su liberalismo financiero son el reaseguro del futuro y de la pervivencia humana ante tanta insensatez y barbarie.