“La baja de inflación es a costa de la recesión y la caída de los salarios”

Hace unos días se conoció la inflación de julio: de 4,2% pasó a 4% ¿esto quiere decir que “estamos mejor”?, el bolsillo de la gente dice que no. Martín Sotiru, explicó en su columna del Enredando las Mañanas, lo que hay que saber detrás de este número. 

En una nueva columna de economía, Martín Sotiru, integrante de Otro Viento Medio,  dialogó con las compañeras del Enredando las Mañanas, el informativo de la Red de Medios Alternativos. Esta vez, el tema en cuestión fueron los datos de la inflación y cómo influyen en la economía diaria de las personas y en las industrias. 

Para empezar, Martín se refirió a cómo se calcula este 4% que dio a conocer el INDEC. “Se calcula con promedios, es decir, no se toman determinados productos a principio y a fin de mes y se hacen la cuenta, sino que se fija determinada canasta de bienes y se evalúa como variaron los precios a lo largo del mes”. Por eso, agrega, “hay precios puntuales que subieron más que otros y hay una variedad de situaciones que el indicador no captura”.

En relación con los alimentos, ejemplifica Martín, en julio subieron un 3,2% mientras que los servicios un 6%, es decir, por encima de la inflación. Y en lo que va del año, los servicios públicos, subieron el doble (+160%) que la inflación acumulada (87%). “Esta cuestión la vemos reflejada en las boletas de luz, de gas, que nos está afectando a todos… estos datos son los que explican por qué nos sobra mes a fin de sueldo”, indica.

Los sueldos no alcanzan 

Si bien, tal como sucedió en julio, los alimentos crecieron a la par de la inflación, los salarios siguen muy atrasados. “Un hogar de cuatro integrantes para no ser indigente en Argentina tiene que conseguir ingresos por arriba de los 400.000 pesos y para no ser pobre 900.000 pesos”, explica Martín especificando además, que este número, está muy por encima de muchos salarios, incluso tomando el salario Mínimo, Vital y Móvil. “Quien cobra un salario mínimo tiene un salario considerado de pobreza y los y las jubilados están apenas por encima de ese número”, concluye.

Toda esta situación se suma a un contexto que preocupa, la UCA incluso, está calculando que la pobreza creció exponencialmente. “El ancla salarial que está haciendo el gobierno, es muy dura, quieren que baje la inflación, pero lo están haciendo a costa de la recesión y de la caída de los salarios”, expresó Martín.

A media máquina

La capacidad instalada marca cuántas máquinas de una fábrica están prendidas, en promedio y en general, explica Martín, para luego comentar que ese dato hoy en día continua estancado:

“Tenemos una industria que funciona a media máquina, no importa qué industria te fijes, todas (autos, textiles, alimentos, minerales, no metálicos, impresiones…) están por debajo de lo que funcionaban comparando con el año pasado y si esto se sostiene en el largo plazo, trae problemas en la sostenibilidad de empleos”.

Pero entonces, ¿qué está haciendo el gobierno? Ante esta pregunta, Martín es claro: mientras continua la motosierra, el gobierno está priorizando dentro del presupuesto el pago de la deuda, algo que está planificando incluso para el año que viene.  Aclara, además, que si bien esta deuda es un arrastre de gobiernos anteriores, también hay mucha nueva deuda que tomó el propio Gobierno. 

Y para concluir, reflexiona sobre que estos resultados de las políticas públicas, no son efectos “no deseados”, sino que “es una situación que el gobierno está buscando”. Incluso, reflexiona, esta situación se rememora a tiempos pasados: “Nada de esto es nuevo, ya se intentó en Argentina y no funcionó, nos seguimos enfrentando los mismos problemas de antaño, incluso repitiendo ministros, así que es difícil pensar que el resultado sea otro, haciendo lo que ya se hizo mal antes”. 

El Enredando las mañanas se trasmite de lunes a viernes de 10 a 12 horas por rnma.org.ar