“Mi hijo ya es la cuarta persona torturada y muerta por la policía de la Comisaría 10ª”

Enredando las mañanas dialogó con Laura, la mamá de Mauro Coronel, quien hace dos años fue detenido por la Policía en Santiago de Estero. A pesar de las pruebas y los testimonios, la causa sigue parada y los policías libres.

El 30 de abril de 2020 Mauro es detenido en su barrio por una denuncia de su esposa y trasladado a la Comisaría Décima del barrio Autonomía. Su mamá Laura, frente a la situación, se acercó a la comisaría donde escuchó los gritos de su hijo pidiendo ayuda: “Vi todo lo que los policías le estaban haciendo a mi hijo, lo tenían arrodillado con una bolsa en la cabeza en el fondo de la comisaría atado a un poste descalzo y le echaban agua fría”, recordó.

Tiempo después, a Mauro lo trasladan al Liceo Policial y luego al hospital de la región. “Me tuve que enterar por una vecina que estaba en el hospital, me dijo que lo vio muy mal, que estaba inconsciente e hinchado, su nariz está hinchada y sus ojos morados”, contó Laura.

“Paro cardiorespiratorio motivado por una falla multiorgánica (…) con múltiples traumatismos que le produjeron hematomas y una infección generalizada (…) cuerpo lleno de moretones en la cabeza, los brazos, el abdomen y las piernas». Es lo que indica la autopsia, tirando por la borda la versión policial que indica que Mauro murió por “causas naturaes”.

“Mi hijo ya es la cuarta o quinta persona torturada y muerta por la policía”, denunció Laura con respecto a la Comisaría Décima. Más aún, según CORREPI, muere una persona cada 20 horas a manos de la violencia policial de Santiago Del Estero.

Por el caso de Mauro, lxs policías señalados son: Sergio Castellanos, William Santillán, Lorena García, Franco Navarro y Cristian Correa. En la actualidad, ningunx se encuentra procesado ni detenidx. Laura indicó que lejos de colaborar con la causa, la fiscal Erika Leguizamón, tenía muchísimas pruebas que no fueron presentadas. “Gracias a mi abogado, tenemos pruebas de que a mi hijo lo tenían atado, están las huellas”, expresó Laura, quien agregó que también hay videos de las torturas que recibió su hijo.

Laura denunció además que durante este tiempo fue: amenazada, golpeada y que incluso la intentaron extorsionar para que no continúe con la lucha. Pero su pisada es firme: “Yo no tengo miedo, quiero verdad y justicia para mi hijo”.