Deuda: Siempre la pelota para adelante

Escrito por el 23/04/2020

Dos en uno. El gobierno publicó el decreto que oficializa la oferta de reestructuración de solo el 20% del endeudamiento argentino y decidió no pagar un vencimiento de intereses. Se sigue, como siempre, la lógica de los grandes prestamistas, usureros, saqueadores que pueden decidir cobrar menos hoy para continuar cobrando más mañana.

Este miércoles fue publicado en el Boletín Oficial el Decreto 391/2020 por medio del cual el gobierno hizo oficial la oferta unilateral de reestructuración de deuda presentada el viernes pasado a sus acreedores privados con deuda emitida bajo ley extranjera por 66.238 millones de dólares.

También este miércoles vencían 503 millones de dólares de intereses que correspondían a las series de bonos de deuda Global 2021, 2024 y 2026. El gobierno decidió no pagarlos. Si bien tiene técnicamente 30 días para cumplir con esta obligación sin entrar en default, todo indica que la decisión – tomada en el marco de la propuesta de reestructuración – es parte del tira y afloje en las negociaciones con los bonistas.

La oferta del gobierno consiste en no abonar nada hasta el año 2023, una quita de 5% sobre el capital (3.600 millones de dólares) y una reducción del 62% sobre los intereses (37.900 millones de dólares), a la tasa usuraria que se viene pagando.

La reestructuración propuesta significará emitir nueva deuda por 44.500 millones de dólares y 17.600 millones de euros. Se trata de canjear 21 títulos emitidos en dólares, euros y francos suizos con vencimiento entre diciembre de este año y el 2117, por otros 10 nuevos títulos públicos, cinco en dólares y cinco en euros, que vencerán entre el 2030 y el 2047.

Si bien el ministro de Economía, Martín Guzmán, dio un plazo de “alrededor de 20 días” a los acreedores para decidir sobre la oferta, éstos esperan que la Comisión de Valores de EEUU (SEC) apruebe la oferta para iniciar luego el canje y estiman que este proceso durará más que ese plazo.

Si los intereses vencidos no se pagan en 30 días y la oferta no es aceptada antes de ese plazo, Argentina entrará en default.

Más allá de este plazo, ni bien conocieron la oferta los tres comités de acreedores manifestaron su disconformidad unánimemente – aunque dejaron abierta la puerta para seguir negociando -, porque consideraron que el Gobierno no negoció “de buena fe” al largar una oferta unilateral en medio de negociaciones que se venían llevando a cabo.

El Comité de Acreedores de la Argentina, un grupo de fondos de inversión que tiene títulos por 5.000 millones de dólares, fue el primero en rechazar la oferta.

El Grupo de Titulares de Bonos de Canje, conformado por fondos como Cyrus Capital Partners LP, Monarch, HBK Capital Management y VR Capital Group Ltd, hizo lo mismo este lunes.

Otro grupo acreedor mayoritario que posee el 35% de los bonos de la deuda, integrado por grandes fondos de inversión como Blackrock, Fidelity, Rowe Price, Western Asset Management Company o Alliance Bernstein, también la cuestionó. “Busca colocar una parte desproporcionada de los esfuerzos de ajuste a largo plazo de Argentina sobre los hombros de los tenedores de bonos internacionales”, afirmaron con supina ignorancia sobre los ajustes permanentes que padece gran parte del pueblo argentino desde siempre.

“La oferta unilateral de reestructuración de bonos ha quedado muy corta frente a las expectativas de los acreedores sin una discusión sustancial. El regreso a un enfoque que en forma periódica busca externalizar el ajuste sobre los bonistas extranjeros –que esencialmente representan ahorros extranjeros– fallará para crear una solución de deuda sustentable, como quedó demostrado en el pasado”, manifestó el Comité de Acreedores en sintonía con el grupo mayoritario.

En la presentación pública de la propuesta confluyeron en la misma mesa el presidente, la vicepresidenta y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (opositor), junto a todos los gobernadores tanto oficialistas como de la oposición (en forma presencial o por video conferencia)

“El gobierno se anotó un triunfo político al hacer el anuncio de la propuesta. Hasta ahí pura victoria: la gobernabilidad del sistema político está –según sus dirigentes – asegurada”, opinó el analista político Juan Guahán.

“Pero la verdad, sobre el fondo de la cuestión, es otra. Se repite el esquema tradicional al que cada tanto recurre Argentina. Deudas, muchas de ellas fraudulentas, que no se pueden pagar, entonces se acude a una renegociación y a los pocos años reaparece el mismo problema. Claro está que cada vez que se lo hace, el país está algo peor (al margen de la actual pandemia y sus efectos)”, agregó este dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico.

Para Guahán esta “solución” no es tal y “solo consiste en patear para adelante el problema”: “La actual dirigencia sigue con la misma lógica que nos está destruyendo como sociedad y país. De investigar cuál es la parte legítima y cuál la trucha (ilegítima) de esta deuda no se habla. Sigue siendo un país a la deriva y tirando el fardo a las futuras generaciones”.

Por su parte, el espacio de la “Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda” hizo público su posicionamiento.

Bajo el título “La mejor propuesta es Suspender, Investigar y No Pagar”, afirma: “La oferta del gobierno es una propuesta de pago. Busca respetar, expresada en la voluntad de pagar y la buena fe que proclama, la lógica del sistema de deuda perpetua: la lógica de los grandes prestamistas/usureros/saqueadores que pueden decidir cobrar menos hoy para continuar cobrando más mañana. No cuestiona la validez de los reclamos contabilizados ni la necesidad que provocan de un modelo productivo centrado indefectiblemente en mayor explotación de las y los trabajadores y en más megaproyectos extractivistas como fuente de divisas. Todo para continuar tributando al dios mercado, ‘honrando’ y ‘sirviendo’ la deuda y la concentración, hambre y contaminación que genera”.

Tomar conciencia de la dominación que se ejerce a través del sistema de endeudamiento permanente para poder recuperar la idea del derecho soberano a no pagar no solo lo que no se puede sino lo que es producto de una estafa, es parte de la reflexión de este espacio.

“Porque la pretendida deuda cuyo pago ahora se negocia, que la gran mayoría de la población pagamos sin solución de continuidad con el empobrecimiento, el hambre, la precarización del trabajo y los salarios, la falta de agua y aire limpio, el avasallamiento territorial, la represión y la marginación de las decisiones que inciden de manera determinante en nuestras vidas, es en realidad una estafa. Una pretensión de cobro ilegítima, ilegal y odiosa; una deuda que no debemos. Precisa ser auditada, como lo ha planteado el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, de manera integral, independiente y participativa, para anular lo que el pueblo no debe y más bien exigir reparaciones por lo que ya se ha pagado de más”, señalan.

Una propuesta que parte de suspender todo pago e investigar a fondo la legitimidad y legalidad de la deuda financiera reclamada para anular y dejar de lado lo que el pueblo no debe. Una propuesta que exige la repatriación y reparación de las deudas mal habidas y fugadas.

Recuerdan además que el actual presidente y no pocos parlamentarios cuestionaron públicamente lo que ahora proponen pagar: “El primero de marzo se anunció que el Banco Central estaba investigando la fuga de capitales vinculada al endeudamiento”. Por otra parte, rememoran que varios tramos de la deuda argentina han sido denunciados judicialmente, sin olvidar el origen sangriento de la misma durante la última dictadura cívico-militar-empresarial.

“No es tarde para corregir el rumbo. Más bien es un momento propicio para asumir en todas sus dimensiones que el hambre y la salud de la población son la prioridad, y que eso cambia todo. Una propuesta unilateral, soberana, de suspender los pagos hasta completar una investigación a fondo de las exigencias financieras creadas a partir de la especulación y la usura, es urgente y posible”, afirman en su documento.

El belga Éric Toussaint, portavoz de CADTM, red internacional que aboga por la anulación de la deuda del Tercer Mundo, señaló: “Es necesario declarar la suspensión inmediata del pago del capital y de los intereses de todas las deudas soberanas”. Y agregó: “El gobierno de Alberto Fernández negocia sin haber declarado previamente una suspensión total de pagos, lo que repruebo al 100%, ya que es contrario a los intereses del pueblo y de la Nación Argentina”.

En la entrevista que le hizo el diario suizo Le Courrier afirmó que la extensión geográfica de la epidemia del coronavirus produjo una crisis sanitaria mundial y creó una situación totalmente nueva: “Existe un medio simple de liberar recursos financieros: consiste en suspender inmediatamente el pago de la deuda pública. Las sumas economizadas podrán ser canalizadas directamente hacia las necesidades prioritarias en materia de salud. Otras medidas muy fáciles que se pueden tomar para liberar recursos financieros son: establecer un impuesto de crisis sobre las grandes fortunas y los ingresos muy altos, imponer multas a las empresas responsables de los mayores fraudes fiscales, congelar los gastos militares, poner fin a los subsidios a los bancos y a las grandes empresas (…). Los Estados pueden decretar de manera unilateral la suspensión del pago de la deuda respaldándose en el derecho internacional y especialmente en tres argumentos: el estado de necesidad, el cambio fundamental de circunstancias y la fuerza mayor”. Y finaliza diciendo: “En el interés del pueblo argentino, es necesario señalar que los acuerdos firmados con el FMI son nulos, porque son contrarios al interés del pueblo y de la Nación. Hay que romper definitivamente con el FMI”.

¿Por qué pensar que lo posible es pagar una estafa? ¿Por qué creer que negociar es el principio del fin del carma del endeudamiento argentino si la deuda y su renegociación lo único que han generado es siempre más y nueva deuda?

“Pido la anulación de la deuda de los países empobrecidos de todo el mundo por las políticas económicas del Fondo Monetario Internacional y en el caso de Argentina, la suspensión del pago de la deuda y además la realización de una auditoria hasta que todos y todas sepamos qué es lo que nos quieren cobrar de esta deuda ilegal, ilegitima y usurera. Es el único regalo que yo quiero para el día 22 de marzo”, fue el deseo de Nora Cortiñas el día en que cumplió 90 años.

Que así sea.


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