Ley de Barrios Populares: “Si no hay lucha detrás, es letra muerta”

El pasado miércoles se votó en el Congreso de la Nación la Ley de Barrios Populares, que implica la regularización dominial de las casas de las villas. Fernanda Miño se crió en La Cava de San Isidro y es concejala por Unidad Ciudadana. En el Enredando las Mañanas nos contó la realidad de barrio, qué significa esta Ley y por qué cree que la sacó este gobierno.

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“Mi nombre es Fernanda Miño, vivo en La Cava desde que nací, tengo mi familia acá y además soy concejala electa por la Unidad Ciudadana en San Isidro”, comenzó a  presentarse la entrevistada. Antes de ser concejala fue relevadora de las viviendas cuando empezó a trabajar el RENABAP en los barrios. Allí se realizó el relevamiento de La Cava y de hecho éste ingresa al registro por ese relevamiento.

“Imaginate que para nosotros la Ley viene a sumar algo súper importante que es la regularización dominial de la tierra para que nosotros como barrio podamos acceder a la tierra en que vivimos durante tantos años”, cuenta Fernanda haciendo hincapié en que significó una satisfacción enorme “porque esto se nos viene privando hace muchísimo tiempo, en muchos barrios no solamente acá de Buenos Aires sino de toda la Argentina”.

Miño, quien es segunda generación en el barrio y tiene a sus hijxs creciendo allí, aseguró que ahora es un barrio popular y no de emergencia: “De emergencia no tiene nada, esto tiene que cuestionarse hacia el municipio, hacia los estados que han pasado y que poco han hecho para que La Cava deje de ser La Cava”. Asimismo, lo definió como “una depresión enorme, es un pozo, y la gente sigue viviendo en condiciones indignas”. Fernanda contó además su recorrido, “yo te puedo hablar de la historia de mi barrio, que la he militado, caminado y vivido, no lo cuento de lo que me siguen contando, yo sigo viviendo acá y mi realidad es poder transformar esto desde la extensión de los derechos vulnerados de tantos años”.

La concejala contó que también ha militado en otros barrios del Conurbano y de La Matanza, y reflexionó: “Acá al ser un barrio en un lugar de tanta opulencia, como es San Isidro, con el presupuesto que tiene, es obsceno que exista La Cava, que exista la San Cayetano, que existan los distintos barrios populares que están en San Isidro”. Entre esta diferencias Fernanda encuentra un punto que tienen en común con otros barrios: la falta de titularidad de la tierra. “Eso siempre se nos ha privado, siempre ha pasado de aquí para allá y los vecinos seguimos luchando” y explicó además que en La Cava es otra realidad “hay servicios básicos que no son ingresados regulados, entonces siempre estamos luchando por el ingreso a los servicios y que podamos tener un servicio como cualquier otro y poder pagarlo desde el lugar que nos toque, desde una tarifa social; la lucha de la tierra tiene que ver en principio con el acceso a los servicios que es lo que más nos importa”.

Consultada acerca de si cree que acceder a la propiedad dominial significaría que van a poder acceder a los derechos básicos, Miño respondió que si bien es un gran avance, no cree que solucione todas las cosas que hoy le faltan a los barrios como La Cava. Además resaltó que esto “es un papel y falta mucho, yo no tengo grandes expectativas que se haga algo en este gobierno, todo lo contrario, con todos los recortes de presupuesto que hay y todo lo que están anunciado…”.

Fernanda reconoce que “es una herramienta para los barrios populares en organización para seguir luchando por los derechos que nos faltan, pero la titularidad de la tierra es más que importante; hoy no modifica lo que están viviendo, la realidad de los barrios no la modifica el papel porque de hecho falta mucho para que eso se logre, la Ley es un comienzo, pero sí lo que estoy segura que eso más allá de todo es un comienzo para empezar a trabajar por lo que falta, que sin eso es todavía mucho más difícil”.

Fernanda comentó además que se juntó con cinco familias del barrio para presentar certificado de vivienda que tienen a través del relevamiento antes mencionado, “y que vaya a reclamar a AySA, teniendo la titularidad de la tierra ya es otra cosa, la cosa es cuando no la tengo, y eso es en lo que venimos trabajando hace mucho tiempo y es la realidad”. También señaló que “San Isidro tiene una realidad, yo sé que en otros barrios es mucho más importante, en el interior del país los echan, les pasan las topadoras por arriba de las casillas entonces, una de las cosas que tiene esta Ley es que suspende esos desalojos por cuatro años”.

En relación a por qué cree que la Ley sale justamente con este gobierno, la concejala hace la lectura política de que “nosotros, los peronistas, los kirchneristas hubiéramos tenido un costo político enorme, el tema de empezar a repartir tierra a los ‘negros’”. Fernanda cuenta que compartió su alegría y satisfacción cuando sale la Ley por la red social Twitter “porque hay un trabajo enorme de todas las organizaciones y de los vecinos y vecinas de los barrios populares” y que recibió como respuestas una serie de agresiones. “Me dijeron que ahora soy dueña de todos los barrios populares, que soy paraguaya, boliviana, peruana y que vengo a usurpar”, ante esto la concejala expresó que “yo sé lo que esta Ley significa para mis vecinos y la vecindad de los barrios y sé también quiénes están detrás de esos Twits, gente que tiene esa xenofobia y este odio por las clases más pobres”.

Expresó además que el que haya salido con este gobierno “tiene que ver con que no sale con un presupuesto, no hay voluntad, no va a haber presupuesto para hacerlo”. Sin embargo, como dijo previamente la consideran una herramienta importante en un contexto que golpea cada vez más sobre todo a los barrios. “Al mismo tiempo que voy dando la buena nueva o repartiendo, dando información acerca del interés del certificado, estamos haciendo una olla popular para que los pibes y pibas puedan comer en los barrios” especificó y agregó además que “esto es una herramienta para futuras luchas, que cuando volvamos a tener un gobierno nacional y popular se va a hacer realidad seguramente con voluntad política, no creemos solamente que esto es un papel, si no hay lucha detrás de esta ley, es letra muerta”.