«Fuimos pioneras en decir basta»
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 13/08/2018
Nina Brugo es feminista, abogada, una de las históricas de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito y una de las redactoras del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo. Una invicta de los encuentros de mujeres: asistió a los 32 que se hicieron desde 1986.
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Pasó por el aire del Enredando Las Mañanas e hizo un balance de este año, del recorrido de la Campaña, del protagonismo de les jóvenes, y del carácter inernacionalista que está tomando el movimiento feminista.
-¿Qué balance haces de este 8 de agosto, de todo este año y del debate?
Más allá de ver que no se logró que la ley se aprobara este año, con todo, hay un triunfo en la sociedad que se va a manifestar en lo que va a ser una inmensa marcha el 28 de septiembre próximo, que es el día de lucha mundial por la despenalización y legalización del derecho al aborto, que fue instituido en el encuentro feminista que se hizo 1990 por ser también el día en que se promulgó en 1871 en Brasil la “Ley de Libertad de Vientres”, que implicó que todo hijo o hija que nacía de esclavo nacía libre. Y hay un paralelismo con la libertad nuestra de autonomía y de decisión sobre las cuestiones que hacen a nuestra índole como mujeres y a nuestras cuestiones sexuales y reproductivas. Este año creo que la marcha del 28 de septiembre va a ser multitudinaria, por el acompañamiento que hemos tenido este año por parte de jóvenes que están impulsando y nos mantienen para seguir adelante, y no nos vamos a caer, vamos a continuar. Y hay una cosa más profunda, acá no sólo vemos la interrupción del embarazo sino que se está profundizando sobre la autonomía de las personas de decidir sobre sus vidas. Además, estamos viendo una sociedad más igualitaria, más democrática, se está cuestionando a los poderes instituidos como son los partidos que llevan candidatos que son una vergüenza, porque lo que han demostrado los antiderechos es la vergüenza de senadores que ni conocen los tratados internacionales y se manejan por impulsos y convicciones personalísimas de intima convicción religiosa y nada más. Y eso ha mostrado que de algún modo tiene que cambiarse.
Estamos unidas, hermanadas con sororidad, las diferentes generaciones para ir construyendo una sociedad mejor para nuestro país y cuestionando las cuestiones políticas y económicas también.
Yo creo que esto que nos ha pasado nos va a posibilitar organizarnos. Cuando presentemos nuevamente el proyecto, estaremos previamente en el Encuentro Nacional de Mujeres, en Trelew. Ninguna ley nos la regaló nadie, la conseguimos nosotras, uniéndonos desde 1986, el primer ENM, hace 32 años. Vamos a continuar, vamos a presentar el proyecto, no sé si tal cual o reformulándolo y lo que sí creo es que de algún modo si no se llegara a tratar y no se tratan ese tipo de proyectos o no lo quisieran dejar llegar al recinto, además siguen los mismos diputados/as y senadores/as. Así que vemos en 2020 que ahí la ley la tengamos. Más tarde o más temprano la vamos a tener, y no va a faltar mucho.
-Sabemos que lo de estos meses, desde el 6 de marzo, es parte de un recorrido y una construcción de la campaña y el movimiento feminista… ¿Qué rescatas de ese recorrido?
En Argentina hay un movimiento de mujeres muy importante que aunque en su conjunto no se haya definido como feminista ahora sí lo está haciendo, porque su práctica es feminista, y ahora estamos tomando los elementos teóricos, estamos profundizando en qué significa un feminismo que está en este momento irradiándose en América Latina, un feminismo que también lo llevamos a Europa. Un feminismo al que de algún modo le tienen miedo todos los sectores más reaccionarios de la sociedad. Eso es lo que hemos visto.
-Hoy podemos decir que el feminismo está en el aire. Hace unos años no pasaba. ¿Cuándo y cómo te hiciste feminista?
Yo soy una invicta del Encuentro Nacional de Mujeres, estuve en los 32 que se realizaron, mi feminismo creció ahí en los encuentros y se ha consolidado con las compañeras, encontrándonos, hasta conformar la campaña que viene congeniada en el año 2003, en Rosario con 3 mil mujeres, con una gran asamblea, estaba Dora Coledesky, que habló magníficamente, que luego fuimos a la marcha y ahí llevamos por primera vez el pañuelo verde. Así que la marea verde comenzó en el 2003 y en mayo de 2005 conformamos la campaña en Córdoba y a partir de entonces no paramos de crecer cada vez más. El 28 de septiembre fue muy importante, el 8 de marzo también y ahora, cuando hemos comenzando el tratamiento de la ley con la seriedad que merecía, después de haberlo presentado 7 veces.
¿Qué le dirías a las pibas que estaban en la calle el 8?
Hace un ratito me llamó la hija de una compañera de la agrupación Evita, de barrio, en la zona más carenciada, José C Paz. Esta hija de una compañera de entonces tiene el padre desaparecido, y varios tíos también desaparecidos. Me llamó para agradecerme porque dice que ella no había logrado que su hija asistiera a una marcha nunca, pero ahora su nieta, que tiene nada más que 12 años, ha impulsado a su madre a que la llevé a las marchas. Y la ha llevado a las marchas de la marea verde y que ahí entraron a profundizar y vieron que quieren un cambio de sociedad. Y que escuchaba en la televisión qué cosa decían nuestros representantes, que no estuvieron a la altura de nuestra sociedad. Eso a mí me llega y está mostrando que podemos hablar de nuevas utopías, de nuevas cosas, que vamos a querer recambiar de nuestra sociedad, no nos para nadie. Las convicciones religiosas yo las respeto muchísimo, pero hay que tenerlo en la intimidad, la iglesia debe separase del Estado.
-¿Cómo vivieron desde la campaña la solidaridad de este feminismo internacionalista?
Es inevitable. Yo creo que inclusive, la cantidad de feminicidios que hubo hace unos años, que nos llevó a salir a la calle a decir ni una menos, era justamente porque las mujeres aprendieron a defender sus derechos y dijeron basta. Yo soy abogada de muchas mujeres golpeadas y no pensaban que las iban a matar como empezaron a matarlas. Eso ha repercutido, y eso ha hecho que ya nadie se guarde nada, ya basta. Y el Me Too de las artistas de Hollywood también tuvo que ver con eso. Yo creo que nosotras hemos sido pioneras en decir basta. No a un silencio donde las mujeres todavía somos discriminadas, somos de alguna manera abusadas.
-Gracias Nina por esta comunicación, y gracias por tanta lucha.
Gracias a ustedes. Si ustedes no estuvieran no podríamos estar nosotras.