Etapa final del juicio por David Moreno: un aliento de justicia
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 05/07/2017
Llegando a la etapa final del juicio por el asesinato de David Moreno, conversamos en el Enredando las Mañanas con Lucas Guzman, integrante de Mucho Palo Noticias (RNMA), quien comparte un balance general en torno a cómo se dio este proceso.
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Si muchos no conocen el nombre de David Moreno es porque se halla entre las numerosas víctimas que se llevó la represión durante diciembre del 2001. En aquellas jornadas, los vecinos del barrio 9 de julio de la ciudad de Córdoba se acercaron a recibir bolsones al supermercado Mini Sol. Los diarios de la época constataban que el gobierno provincial iba a entregar bolsones de alimentos. La policía cordobesa tenía órdenes de reprimir cualquier intento de saqueo.
Ese 20 de diciembre, con tan sólo 13 años, observando lo que ocurría frente al supermercado, David fue alcanzado por balas de plomo de la policía del gobernador De la Sota.
La causa se llevó a juicio recién en el 2008 y el 17 de abril de este año comenzaron las audiencias. Luego de casi tres meses y a pesar de las estrategias encubridoras de la defensa, se pudo establecer que uno de los imputados, el policía Hugo Ignacio Cánovas Badra, disparó con escopeta y municiones prohibidas. También están imputadas otras dos policías: Laura Estela Freire y Daniela Alejandra Adan por la entrega de cartuchos de plomo.
Lucas Guzmán, integrante de Mucho Palo Noticias, nos explica: “la causa judicial está en su etapa final, el miércoles cinco se espera una jornada larga, dado que se desarrollarán los alegatos para todas las partes, una de las últimas etapas del juicio. Para el viernes se concede el derecho a la última palabra para todos los imputados y querellantes. Después, el tribunal dispondrá si pasaremos a cuarto intermedio para la lectura del fallo o si lo pasa para la semana siguiente”.
Guzman ha estado presente en todas las audiencias del juicio, por lo que puede compartir una mirada general en torno a su devenir, y afirma “como era de prever, a lo largo de estos casi tres meses audiencia, se observó una estrategia encubridora de la defensa de Cánovas. La estrategia ha sido siempre embarrar la cancha y hacer el proceso tedioso, como pedir pruebas nuevas cuando ya hay veinte cuerpos de expediente”.
En este punto, el comunicador señala la relevencia que tuvo en este juicio la “mirada pública”. Los actores intervinientes estuvieron “siempre expuestos a los medios y la mirada pública. La defensa no hubiese tenido que embarrar la cancha y hacer tan larga las audiencias si no fuera por la presencia de familiares, organizaciones políticas y medios alternativos de comunicación. De no haber contado con esta exposición -aclara-, el tribunal hubiera liberado a los acusados hace tiempo”.
Otra de estrategias de la defensa fue intentar “instalar la duda en torno a que Cánovas haya estado siquiera en el lugar del asesinato. En los expedientes queda absolutamente probado el hecho de la existencia de plomo -nos aclara Lucas-, y el trabajo de la pericia tanto perimetral como balística comprueba que el imputado participó del asesinato de David. A pesar de que la estrategia de la defensa ha intentado desvincularlo, hay más de 200 testigos, entre ellos policías, que lo han señalado”.
Por estas razones, el entorno a la familia de David es optimista en relación a la condena efectiva al autor material del asesinato de David, el policía Cánivas. Sin embargo, y como ha sucedido en otras causas en las que se encuentran involucradxs agentes del estado en contextos represivos, el comunicador explica que “pese a la claridad y contundencia de las pruebas, pensar en una segunda causa vinculada a los responsables políticos del asesinato de David Moreno es una posibilidad lejana. Desde un inicio del juicio se sabía que eso no era posible. En un principio fueron imputados los responsables superiores por el procedimiento policial. Por ejemplo, el comisario inspector Farías, que luego del hecho fue el encargado de cuidar la escena del crimen, no procedió como debía y lo imputaron por entorpecimiento de los medios de prueba pero quedó absuelto. Sucedió lo mismo con otros oficiales. Cuando fue citado el jefe de policía Jorge Rodríguez, repitió un relato como los políticos en campaña, a pesar de haber cesado en sus cargos a Farías al año del asesinato porque sabía de su responsabilidad y conocía que durante el procedimiento hubo desprolijidades”.
Este miércoles 5 de julio se desarrollarán los siete alegatos de lxs abogadxs querellantes y defensores y a la fiscalía. El viernes, podrán hacer uso de la última palabra las partes y -tal vez- conoceremos la sentencia. Como en las instancias anteriores, “es importante que este miércoles en los alegatos y viernes en tribunales acompañemos la causa judicial del asesinato de David. La unión de varios medios y de periodistas independientes garantiza la visibilización del hecho ante el silencio de los medios hegemónicos. Frente a esta indiferencia, se hace necesaria nuestra presencia, exigir justicia, dejar sentado el hecho en la historia y exponer a los responsables del mismo”.