Después de un poco de justicia. Entrevista con Estela de Carlotto y Sonia Torres

Luego de leerse las condenas de la megacausa La Perla, pedimos sus impresiones a las referentes de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y Sonia Torres.

Ya se había “desalojado” la sala, los represores condenados ya habían sido retirados y lxs familiares habían salido a encontrarse con la multitud que afuera estaba impaciente por celebrar las 28 cadenas perpetuas dictadas en este juicio. Estela fue la primera en decir unas palabras, «la conformidad de que la justicia llega. Uno la tiene que esperar, pero siempre llega. Estas cadenas perpetuas que significan que estos asesinos tienen lo merecido (…) a quienes han cometido delitos de lesa humanidad, gravísimos, les corresponden cadenas perpetuas”.

La lucha de las Abuelas es símbolo en cuanto a mantener el reclamo de justicia vigente y seguir apostando a la construcción de una memoria histórica activa. “Desde hace 39 años -continúa Carlotto-, las Abuelas de Plaza de Mayo estamos luchando, nunca hemos tenido odio ni rencor, simplemente esperamos justicia, nunca quisimos hacer justicia por mano propia”. Con respecto a cómo es entendida la justicia por las Abuelas de Plaza de Mayo, expresa que “nuestro sentimiento es que el que hace algo, la justicia debe juzgarlo. Si es un ladrón robo, si es un asesino mató. En este caso son feroces asesinos que no se arrepienten, no confiesan y amenazan con volver a hacerlo si fuera necesario”.

Abrimos un paréntesis para escuchar a Claudio Orosz, abogado querellante en la causa, quien al salir de la lectura de la sentencia comentó la provocación directa al gobernador Schiaretti por parte de uno de los condenados a cadena perpetua: “Se levantó uno de los condenados a perpetua, Arnaldo José López, lo señalaba al gobernador en forma repetida y le decía ‘¡Por vos voy a ir!‘». Le comentamos a Estela este episodio, que para ella pasó desapercibido, pero no para Sonia Torres, quien entendió qué Lopez la señalaba a ella. 

Sonia, de la filial cordobesa de Abuelas, nos dice algunas palabras a modo de reflexión: “estoy en la mitad del camino. Me falta la otra mitad, que es encontrar a mi nieto. Tenemos un tribunal de lujo en Córdoba. No nos alegramos porque no es venganza, sino justicia, que cada uno reciba lo que se merece”.

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