Las semillas son patrimonio de los pueblos: No a la Ley Monsanto
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 05/08/2016
Iniciando el mes de agosto, en que se conmemora la Pachamama, desde el Enredando las Mañanas entrevistamos a Carlos Vicente, de la Multisectorial contra la Ley Monsanto de Semillas, que estaba desarrollando en este marco una radio abierta frente al Ministerio de Agroindustria en contra de la proyectada nueva ley de semillas.
Descargar audio.
Enredando Las Mañanas: ¿Cuales son los aspectos más relevantes y preocupantes de esta ley?
Carlos Vicente: La ley de semillas, que hace un mes anunció el ministro Buryaile se iba a enviar al Congreso, es una ley que -como decían claramente-, se opone a todo lo que ha sido la historia de la agricultura. Diez mil años de intercambiar semillas, de circular libremente, y ahora, en estos últimos cincuenta años, se quiere limitar con las leyes de semillas, que básicamente lo que permiten es crear monopolios sobre las semillas; que alguien que se adjudica ser el obtentor de una semilla, pueda tener el monopolio, pueda controlarla, pueda decir “¡Bueno, quien quiera usarla me tiene que pagar regalías!” Y como nos oponemos a eso hemos constituido esta multisectorial, formada por movimientos campesinos, organizaciones políticas, sociales y ecologistas para decirle no a la ley de semillas y por eso nos convocamos hoy a las 14hs al Ministerio de Agroindustria para expresar este rechazo.
ELM: ¿Cómo es realmente el manejo del mercado de semillas?
CV: Lo que estamos viviendo en el mundo es una concentración del mercado de semillas en pocas manos, de tener semillas que se produjeron libremente y circularon libremente por miles de años, hoy tenemos un conjunto de seis corporaciones, entre ellas está Monsanto, pero también están Dow, Dupont, Syngenta, Bayer… que empezaron a comprar compañías semilleras, durante 20 años se han dedicado a comprar semilleras y semilleras, y hoy manejan 6 empresas el 60% del mercado de semillas del mundo.
Entonces estas corporaciones, además de controlar a través del capital, o sea comprando empresas, lo que buscan es controlar las semillas controlando su comercialización a través de las leyes de semillas. Inventaron una figura, que es el derecho de obtentor, que por supuesto los gobiernos aceptaron, y a través de las leyes de semillas se fijan monopolios por lo cual, como dije, cuando una empresa registra una semilla, si yo quiero volver a sembrar, con la nueva ley tengo que declarársela a Monsanto o a la empresa que tiene el derecho de obtentor y pagarle regalías, por 20 años.
Entonces esto es una aberración, es una violación de los derechos elementales más básicos de los campesinos y es una violación al derecho a la alimentación de los pueblos, y por eso nos oponemos.
ELM: ¿Que impacto tiene esto en los pequeños productores y en la salud?
CV: En cuanto a las leyes de semillas y los pequeños productores, es un ataque más de los que vienen sufriendo cuando se los atropella quitándoles las tierras, cuando se desmonta y se les quitan los espacios que han sido históricamente sus lugares de sustento y, criminalizar a la semilla, hacer que la semilla criolla, nativa, nuestra semilla, esa semilla con la que cada año honramos a la Pachamama sembrando, sean ilegales y que puedan ser apropiadas por las corporaciones es un atentado; que además está claramente demostrado el impacto que han tenido hasta ahora, porque en el siglo XX se perdieron el 75% de las semillas que la humanidad generó durante diez mil años. O sea, tres cuartas partes se perdieron, y se perdieron a causa de la agricultura industrial.
Y bueno, una de las partes de la agricultura industrial son las leyes de semillas, o sea que el impacto está clarísimo, y de lo que se trata es de un proyecto de exterminio de los campesinos y campesinas y de los pueblos originarios que por suerte, como han sabido resistir, no están dispuestos a aceptar, y renacen cada año, y esta Pachamama es un momento de ese renacimiento, y vamos a dar la lucha juntos consumidores, movimientos sociales, campesinos, campesinas e indígenas.
ELM: ¿Cuál es desde tu punto de vista la violencia que hay implícita en la aplicación de estas leyes y estos intereses?
CV: Bueno, Monsanto, a pesar de que en Argentina por ley es permitido guardar semillas para volver a sembrar, el último año ha ido a los silos y los puertos para controlar las semillas y detectar su soja “intacta”, la última soja que introdujo en el 2012 y tratar de cobrar las regalías. Esto va contra la ley, pero sin embargo Monsanto amenazó al gobierno y amenazó a los sojeros. A nosotros en realidad esta disputa no nos parece trascendente porque es parte de todo un paquete destructivo que implica el uso masivo de glifosato en los 20 millones de hectáreas de soja que hay en Argentina, y esto implica un impacto sanitario en los pueblos dramático, con incrementos de cáncer, incremento de nacimientos con malformaciones, etc. Pero, lo que sí es importante es que esta disputa entre sectores poderosos, como son la Sociedad Rural Argentina, como son las grandes semilleras, como es Monsanto, ha terminado en un acuerdo con el gobierno en el cual lo que se anunció es que ese control que estaba haciendo ahora lo asume el gobierno a traves del INASE, el Instituto Nacional de Semillas, y en segundo lugar esto, que lo que se espera es que en el mes de agosto el gobierno envíe el nuevo proyecto de ley al congreso.
ELM: ¿Como fue el avance de este proyecto de ley en el gobierno anterior y como está avanzando en este gobierno?
CV: La continuidad es clarísima, porque desde el 2012 llega el gobierno kirchnerista a un acuerdo con Monsanto, el ministro (de agricultura) de entonces, Yauhar, anunció la modificación de la ley de semillas y todo el proceso desde el 2012 hasta ahora ha sido un proceso de resistencia, lo que ocurre es que desde diciembre, cuando asume Cambiemos el gobierno hay una clara orientación de apoyo al agronegocio que quedó ratificado el día sábado en la apertura de la Exposición Rural Argentina, que hace que ya no haya ninguna grieta y desde agroindustria, sin duda, va a salir muy pronto el proyecto hacia el Congreso.
ELM: ¿Cuales son las medidas que tienen planificadas para realizar la resistencia ante este proyecto?
CV: Nosotros lo estamos pensando en cuatro etapas. Claramente la primera fue, dado que el proyecto nunca se hizo público, hace veinte días presentar una carta a Agroindustria a través de la Multisectorial pidiendo que el proyecto se hiciera público y se conociera en la sociedad antes de enviarse al Congreso. Esto no tuvo ninguna respuesta, por eso hoy iniciamos esta jornada, que incluye justamente este trabajo valioso de ustedes de llegar a cada rincón de la Argentina con la información, y que todo el pueblo argentino tome conciencia de la importancia de las semillas.
La jornada de hoy es una convocatoria para concentrarnos frente al Ministerio de Agroindustria para informar allí, para hacer una radio abierta para expresar nuestro rechazo a la modificación de la ley y pedir que antes haya un debate nacional.
Luego esto va a continuar con las acciones que haya que hacer frente al Congreso, pero sobre todo tratando que desde todos los movimientos sociales haya una movilización para expresar que no queremos una nueva ley de semillas porque este es un derecho básico de los pueblos y las semillas son un patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad que tenemos que defender.