Buscamos a Jennifer: «las chicas están en una situación de vulnerabilidad total y el estado da un paso al costado»
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 21/07/2016
Cuando empezamos a hablar de las redes de trata para la explotación sexual, comienzan a resonarnos los nombres: Diana Colman en Guernica, Yamila Cuello en Córdoba, Marita Verón en Tucumán… En el Bajo Flores de la ciudad de Buenos Aires, los nombres que hoy pegamos en los postes y en los murales escolares, son los de Erika, Jennifer, Layla, Ester, Marta… todos nombres de niñas, de jóvenes, todas arrancadas de nuestros barrios, de nuestras familias, de nuestras casas, de nuestras aulas. Algunas de ellas, gracias a la organización y movilización de su familia y comunidad, han aparecido y hoy pueden dar testimonio de lo sucedido. Muchas otras, siguen siendo rostros que buscamos entre la gente.
Ante esta realidad cada vez más alarmante, se constituyó la Red de Docentes, Familiares y Organizaciones del Bajo Flores, que en este momento se encuentra en estado de movilización, alerta y exigencia por la aparición de Erika Jennifer, de 15 años de edad, desaparecida desde el 30 de junio y que tiene previsto este vienes 22 de julio a las 11 hs. realizar un corte en la esquina de las calles Acoyte y Rivadavia, CABA.
Para conocer detalles acerca de la situación de Erika y de la zona de Bajo Flores, desde el Enredando las Mañanas del miércoles 20 de julio nos comunicamos con Andrea, docente, una de las integrantes de la Red.
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Una de las cuestiones que da cuenta de que estas situaciones no van a cesar y que, por el contrario, tienden a aumentar, es la sistematicidad, las similitudes en los distintos «casos» de chicas desaparecidas. Al respecto, Andrea comentaba que detectaron «un patrón común en todos los casos, son todas pibas que viven en la villa 1.11.14, que van a la escuela pública, entre 11 y 15 años de edad, hacían un contacto por facebook -perfil trucho, obviamente-, se hacen los amigos, las amigas, los novios, las novias y después llegan a la amenaza, les piden pornografía,que les manden filmaciones sexuales, si no, amenazan con hacer boleta a la familia, con mucho dato, mucha información de la familia, datos muy precisos. O si no, como ha pasado en alguno de los últimos casos que nombraban ustedes antes, llegan a la desaparición de las pibas,que puede ser por voluntad propia, pero entre comillas lo decimos, porque sabemos perfectamente que son seducidas y que terminan siendo convencidas para que se vayan del hogar, o que las amenazan en la calle también. Ha pasado de todo. Pero el patrón común es este, la nueva metodología, ya no te agarran en la esquina y te meten adentro de un auto tirándonte de los pelos, sino que te seducen por facebook».
Sin embargo, aunque parezca una situación que debería demandar la atención urgente y rápida del estado, de la policía y la justicia, las familias no encuentran la contención que necesitan. Por el contrario, Andrea relata que la primera respuesta en las comisarías es el maltrato y la minimización de lo ocurrido, argumentando que seguro se «fueron con el novio». Eso motivó la creación de la Red de Docentes, Familiares y Organizaciones del Bajo Flores, que busca, por un lado, acompañar y dar contención a las familias y, por otro, exigir la respuesta del estado. «Desde el año pasado -nos explica Andrea-, desde septiembre más o menos, hemos detectado maś de diez casos en las escuelas de acá. Esto es importante por la conformación de la Red, van a la escuela las familias a pedir ayuda porque no tienen adónde recurrir, porque en las comisarías maltratan a los familliares (…) y quedan cajoneadas las causas. Hasta el momento no han querido unir los distintos casos como uno solo, porque el patrón es exactamente el mismo (…) Claramente, la familia accede a pedir ayuda a la escuela porque no tiene adónde recurrir. Entonces armamos el año pasado esta Red de contención y de acompañamiento entre docentes de las escuelas, las familias, organizaciones diversas para poder acompañar en todo el proceso de investigación y evitar lo más posible dos cosas: primero, el maltrato hacia las familias y por otro, que aparezcan inmediatamente nuestras pibas que fue el aprendizaje que tuvimos hasta ahora, cuanto más rápido salíamos a la calle a pedir por la aparición de la piba que había desaparecido, más inmediatamente lográbamos lo que estábamos pidiendo. Por eso es re importante la difusión en los medios, la movida, nos agarró ahora acá en capital estamos en receso escolar, pero sin embargo ayer éramos unos cuantos acá en la fiscalía, vinieron un montón de medios y eso estuvo buenísimo para la difusión». Es que, para quienes integran la Red, no sólo es vital que se actúe ante cada desaparición, sino que también «es importante que pibes, padres y docentes sepamos la metodología nueva que están usando y saber que hay que decirlo, que hay que salir a la calle y pedir que aparezcan, y pedir que investiguen, que el estado se haga cargo». Por eso, «desde las escuelas, el año pasado, a partir de los primeros casos que fuimos detectando, preparamos una secuencia pedagógica desde el sindicato Ademys donde formo parte para difundir en las escuelas y que los docentes trabajemos con nuestros pibes los riesgos y cuidados que hay que tener en facebook, en las redes sociales. A partir de estos casos que fuimos detectando. Hacemos presentaciones en las normales, en los profesorados, en escuelas primarias y secundarias, hicimos talleres con padres con gente que labura el tema».
La construcción de la Red, nos comenta la docente, «es todo un gran aprendizaje. Trabajamos por varias vías de comunicación y tratando de abrir canales. Con las familias, adonde quiere ir la familia, ahí estamos. Y luego del aprendizaje del mejor recorrido o el posible mejor recorrido que hay que hacer a niveles legales, a dónde recurrir, contamos, acompañamos y explicamos y ahí estamos para lo que necesite la familia, sobre todo el vínculo afectivo, el sostén como una red, sostener desde el abrazo,desde el estar al lado, del empatizar con el dolor y la angustia de no tener a tu hija en tu casa y no saber lo que le está pasando (…) Pero sobre todo, cuando surge el emergente de la desaparición de una piba, ahí, al pie del cañón con la familia, adonde tenga que ir, adonde quiera ir y donde sabemos nosotros que por ahí la pueden ayudar más. Y es contacto con los medios que es fundamental, que aparezca la foto y que se hable del tema, masivamente, es fundamental para que las suelten».
«Buscamos a Erika Jennifer»
Erika Jennifer desapareció el 30 de junio, tiene 15 años, es alumna del EMEM Nº 3. Su mamá denuncia su desaparición en la comisaría 38 el 7 de julio y hasta el momento no han tenido ninguna noticia, con excepción de «algún que otro mensaje de texto muy pero muy raro, bajo una situación muy extraña, pidiendo que se levante la denuncia. Sabemos que son todas situaciones que se comunican bajo presión (…) las hacen llamar para calmar a la familia o les mandan mensajes y después no aparecen, y es mentira, es todo una gran mentira.
El sábado fuimos a la comisaría nº 38 y ayer estuvimos acá en la fiscalía nº 44, intentando que la familia se presente como querellante y gracias a que se acercaron las abogadas de la Correpi logramos es intervención (…) y que deriven la causa, la búsqueda, a la policía federal ,a la parte de delitos de menores, y el fiscal Pablo Recchini se comprometió a dar intervención a la PROTEX [Procuraduría de Trata y Explotación de Persona] que es el organismo que se encarga justamente de trata».
Cada minuto, cada segundo cuenta en la urgencia de la búsqueda de estas jóvenes, porque como nos relata Andrea, «no solamente está la posibilidad de que se la lleven a otro lado, sino que en los períodos que las chicas están desaparecidas o que son chupadas, cooptadas por estas personas, también son prostituidas, son obligadas a usar su cuerpo, no puedo ni decirlo casi. Son pibas de 11 a 15 años que ya están en una situación de vulnerabilidad total y el estado hace un paso al costado».