Reflexiones sobre el Paro nacional de los trabajadores estatales
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 23/05/2016
“Lo último que quiero decir en relación a esto es que tenemos plena confianza en que esa fuerza desde abajo se va a multiplicar, porque ya hay decenas de miles de trabajadores que todos los días pelean, en todos los rincones de la Argentina, porque hay una memoria de que el último gobierno que quiso hacer un plan como éste se tuvo que ir en helicóptero y no hubo nada que frenara esa rebelión”. Así cerró la entrevista que Enredando las mañanas le hizo este lunes a Norberto Senior, integrante de ATE Sur y de la corriente político-sindical Rompiendo Cadenas en la que habló sobre el paro de ATE que ser realizó hoy martes y acerca de la realidad económica y sindical de la clase trabajadora.
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Norberto Senior: ATE ha convocado a un paro nacional surgido a partir de un plenario de trabajadores del Estado Nacional que empalma con una situación crítica -no solamente para los trabajadores del Estado Nacional-, con el acuerdo paritario vergonzoso que arranca con un primer incremento de nada más que el 7% para el Estado Nacional y en el marco de los miles de despidos que se han producido tanto en el Estado Nacional como en muchas provincias y municipios.
En ese contexto este paro nacional va a ser muy fuerte. En particular en la provincia de Buenos Aires venimos de semanas intensas de lucha, en particular la CICOP (Asociación Sindical de Profesionales de le Salud de la Provincia de Buenos Aires, cuya nomenclatura histórica responde a Comisión Interhospitalaria del Conurbano y Provincia) y judiciales, quienes entran ya en la decimocuarta semana de paro, vuelven a parar: judiciales toda la semana, CICOP 72 horas. ATE paró la semana pasada 48 horas y fue todo en el marco de un tratamiento de una ley que nada tiene que envidiarle a decretos de la dictadura o a decretos o legislación del menemismo y que tiene que ver con una declaración de una emergencia que además, con la excusa de facilitar y agilizar las contrataciones en el Estado, les deja las manos libres a las grandes empresas para escapar de cualquier tipo de control y en particular para con los trabajadores declara la posibilidad de contratar, bajo la figura de un nuevo contrato autónomo sin que rija la legislación laboral, a cualquier trabajador estatal, al tiempo que otorga plenos poderes a los ministros para reformular áreas, poner en disponibilidad personal, etc.
En ese contexto, que también se vive seriamente en los conflictos de Tierra del Fuego, en Santa Cruz o en Santiago del Estero y con un deterioro generalizado del salario, desde el conjunto de los trabajadores que dependemos del Estado en cualquiera de sus niveles, se va a desarrollar este paro con una movilización cerca del mediodía hacia el Ministerio de Economía en la Plaza de Mayo.
ELM: Vemos que hay presión desde las bases y de los sectores gremiales combativos desde la movilización del 29 para realizar un paro nacional. Se esperaba una definición sobre esto este fin de semana por parte de las CGT. Habría para el 6 de junio pero parece que es un potencial.
NS: Sí, lamentablemente es un potencial porque el grueso de las direcciones de las centrales sindicales y de los sindicatos del país obviamente no está en manos de los trabajadores. Si uno revisa los nombres de quienes están atornillados en sus sillones desde hace 15, 20 o 30 años en los principales sindicatos, si observa sus formas de vida, prácticamente ninguno de ellos trabaja desde hace muchísimo tiempo y son una especie de gerentes de sus propios sindicatos y, al mismo tiempo, muchos de ellos son a la vez empresarios.
En este contexto es de esperar -o era de esperar- que ese malestar en las bases, esa inmensa preocupación, por más que quieran ocultarlo, por los más de 150.000 despidos que hubo en el Estado y en el sector privado en estos meses, los forzara a algún intento de negociación que se hiciera bajo algún tipo de poder de fuego.
Entonces las centrales convocaron a su acto, previamente habían ido al parlamento y después, cuando llegó el punto decisivo de la ley no fueron ni al parlamento ni convocaron a más nada. Mientras, el gobierno de Macri buscaba aceitarles algunos dineros de las obras sociales. Y además que las avanzadas supuestas que hay “anticorrupción” -bastante poco creíbles de gobernantes que tienen cuentas off-shore en el exterior y que han hecho todo tipo de negociados, evasiones y estafas- bueno, no las iba a tocar a la administración de las obras sociales.
Entonces, puede ser que surja, más allá que las dos CTA casi con seguridad van a convocar a parar, puede ser que surja de todos modos algún tipo de acción, que va a estar exclusivamente medida en cuánto calculen que haya malestar por abajo, o que se ponga en riesgo su monolítico control de la mayor parte de los sindicatos.
Por eso las asambleas, los plenarios, los debates en los distintos ámbitos de trabajo, de las bases, es lo único que puede garantizar que de verdad haya un paro nacional y un plan de lucha y hayan medidas de fuerza. Y no va a ser con el empuje de la dirigencia, no, se va parecer más a ir con la cabeza de los dirigentes que con los dirigentes a la cabeza.
ELM: ¿Cuál es desde tu punto de vista la realidad o las sensaciones que hay en las bases? Porque pareciera que hay una presión muy grande que incluso hasta a la burocracia sindical se le hace imposible hoy de contener
N.S: Yo no quisiera exagerar. Creo que hay una situación muy dispar, es decir, más que presión podemos hablar de malestar, donde hay algunos grados de organización o donde hay alguna experiencia de lucha, o donde hay ataques graves en general hay respuestas muy importantes, pero en muchos otros lugares… ahí se mastica la bronca y no se termina de ver que se pueda revertir la situación. Esto se combina también con algún sector que, por ahí, con tanta manija mediática, con tanta mentira, con tanta basura que el gobierno permanentemente lleva adelante, con el cinismo de poder ir a anunciar el veto a la ley en una planta como Cresta Roja, donde un tercio de sus trabajadores han retomado actividades bajo condiciones precarias y el resto sigue en la calle, en definitiva, todo eso genera un cuadro muy complejo.
Ahora, lo que hay que decir es que las centrales sindicales, si sintieran semejante presión y no sintieran que han descomprimido un poco como esas tradicionales válvulas de escape de las corrientes sindicales, en la movida del 29 de abril, si sintieran semejante presión nunca podrían haber arreglado un salario mínimo vital y móvil, en cuotas, de 8000 pesos -cuando el conflicto aceitero o el de los bancarios demostraron a las claras que el salario mínimo vital y móvil es de 20.000 pesos para poder cubrir el costo de la canasta familiar, y al mismo tiempo han demostrado que las empresas pueden pagarlo- y en definitiva de lo que se trata es de organizar la economía para que ningún trabajador tenga ese salario.
Ese sería el programa más elemental de cualquier sindicato y de cualquier central de trabajadores frente a una realidad donde, sin ponerse colorados, desde los propios funcionarios del gobierno, desde las empresas de las que ellos son parte -con sus acciones y porque han sido gerentes, etc- siguen fugando millones de dólares al exterior y siguen haciendo negocios de todo tipo, desde la especulación financiera, comprando lebac, vendiendo, comprando dólares… Entonces mientras hay una camarilla de grandes empresarios, hay empresas multinacionales, hay monopolios locales que siguen abultando sus cuentas bancarias en la Argentina y en el exterior, es inadmisible que no se discuta un salario mínimo en serio y que no se discuta la estabilidad en el empleo.
Todo esto son fuegos de artificios políticos, con oposiciones realmente que hacen una especie de obra teatral en el congreso, pero que en definitiva la inmensa mayoría de estos legisladores y gobernantes no tienen nada que ver con los intereses de los trabajadores, porque la inmensa mayoría de ellos son empresarios, y muchísimos de ellos grandes asociados o accionistas de las grandes empresas de la Argentina, o buenos comisionistas sobre la base de trabajar para ellos.
ELM: Macri dijo en el acto en Cresta Roja, donde anunció el veto de la llamada «ley antidespidos», que esta ley es en contra de los argentinos, porque es antiempleo ¿nos podés comentar de qué trata y qué pensás sobre ella?
N.S: Lo que pasa es que la ley básicamente lo que plantea es la doble indemnización para despedir, es decir, las empresas realmente monopólicas, como existen en este país, ya vienen pagando sumas cercanas a una indemnización y media o dos cada vez que se han querido sacar encima a trabajadores. Y esto, por goteo, ha sido una constante desde el estancamiento de la economía en los últimos tres o cuatro años, para ellos no es nada, pero en definitiva, por ahí, para los trabajadores, sabiendo que las empresas de todas maneras siempre tratan de pelear el mango como si a ellos no les alcanzara comida, en vez de ser que cuando tienen achicar un poquito sus gastos a los mejor es un viaje a Miami menos de alguno de sus funcionarios o de alguno de sus accionistas.
Pero en definitiva la ley plantea la doble indemnización, y lo más interesante que tenía, el punto un poco más progresivo, era que se podía judicializar el pedido de reinstalación de haberse producido en un determinado período. Pero todo esto se ha desvirtuado, porque en definitiva acá de lo que se trata es que, de haber establecido una ley en serio para impedir los despidos, lo primero que tendría que hacer es establecer que todos los trabajadores que son despedidos por el Estado sean reincorporados, sin más, y en todo caso de ahora en más se revisa efectivamente si cumplen su tarea, etc. Todo el verso que inventaron de los ñoquis (fue) para producir una sangría tremenda y, sobre todo, para dar la señal política de que en la Argentina volvía el pleno privilegio patronal de despedir a todos los que se quiera, cuando se quiera, ese es en definitiva el planteo del gobierno. Y no es sólo para achicar planteles, sino también para condicionar con el miedo la lucha salarial. Es decir, cuando Ratazzi, el de FIAT, dice una y otra vez que es hora de que los sueldos en Argentina se parezcan a los de México o Brasil porque no podemos competir, está pidiendo una baja salarial, que es lo que este gobierno plantea: flexibilización en el trabajo.
Por algo el principal acuerdo de empleo que ha hecho el gobierno de Macri ha sido un convenio con McDonald’s, pagando la mitad del salario mínimo y superexplotando a los pibes.
Es decir, es mentira que esta ley era una ley antiempleo, y, más allá de los límites que tuviera contra los despidos, los que son antiempleo son los propios empresarios, en especial los más grandes, que no por casualidad, si uno mira, desde hace décadas en el mundo y en la Argentina, son los responsables de haber precarizado, de tener -sobre todo las multinacionales más grandes- la mitad de su personal ultraprecarizado, cobrando la mitad del salario del personal de planta, subcontratado por empresas que son subsidiarias de esas mismas multinacionales. Y el salario en el mundo, el mayor lugar de producción del mundo, que es China, lo es porque tiene los salarios más bajos del mundo.
Entonces, si fuera para complacer a los grandes capitales, que es esa política de seducción de Macri, que va más allá incluso -ya no me quiero extender en este otro aspecto, pero que está relacionado con la sumisión absoluta a los EEUU, con el reconocimiento inmediato del golpe institucional en Brasil, con recomponer con el Reino Unido las relaciones y todas estas noticias que se conocen en estos días- en realidad, vuelvo entonces a lo anterior, si fuera por estas empresas, y por complacerlas, lo que hay que hacer es regalarles la energía, no cobrarles impuestos, poner los salarios más bajos del planeta y entonces ahí sí seguramente invertirían mucho dinero -con la facilidad de sacar todas sus divisas al exterior cada vez que se les antoje- y, en definitiva, si después alguien quiere tomar una medida contra ellos puede ir a un tribunal, de Nueva York, a determinar si está bien o mal y si hay que indemnizar.
Ese es el modelo de las empresas multinacionales, es el modelo del capital imperialista y es el modelo que abraza Macri y que defiende a rajatabla, por eso puso a los gerentes de esas empresas en sus ministerios.
Entonces, la única posibilidad de frenar los despidos, realmente, es con la inmensa participación de los trabajadores y trabajadoras de nuestro pueblo, peleando para que el plan de Macri se venga abajo. Si no se derrota el plan de Macri hay despidos, hay ajuste y, en la medida que esa lucha no tenga la masividad ni la contundencia que se necesita, van a tratar de acallarla por todos los medios, con el temor a los despidos y, si ese temor se reduce o se lo enfrenta con acción en la calle, lo van a hacer con la represión, más tarde o más temprano.
En definitiva, para enfrentar eso se necesita mucha fuerza desde abajo. Lo último que quiero decir en relación a esto es que tenemos plena confianza en que esa fuerza desde abajo se va a multiplicar, porque ya hay decenas de miles de trabajadores que todos los días pelean, en todos los rincones de la Argentina, porque hay una memoria de que el último gobierno que quiso hacer un plan como éste se tuvo que ir en helicóptero y no hubo nada que frenara esa rebelión. Cuarenta muertes en las calles, estado de sitio declarado, no impidieron que De la Rúa se tenga que ir en helicóptero. Eso y las conquistas que tanto le costaron a nuestra clase trabajadora y nuestro pueblo son las que hoy, por una buena parte de los trabajadores, se defienden todos los días y seguramente, más tarde o más temprano, van a ser defendidas masivamente hasta derrotar estos planes.
ELM: ¿Cuáles son las expectativas para el paro y movilización de mañana?
N.S: Nosotros creemos que el paro va a volver a ser importante. Entendemos que tal vez no va a tener la contundencia de aquel del 24 de febrero, porque también se va produciendo un desgaste y el gobierno está absolutamente cerrado.
Para poner algunos ejemplos, la capacidad de paralizar la actividad, de manifestarse, que ha habido por ejemplo en la sede central del Ministerio de Trabajo y en casi todas las reparticiones de Trabajo del país, o en Economía, o en tantos otros puntos; o los casi setenta días de no inicio de clases y de paralización del Estado en Tierra del Fuego, en general, no han hecho mella tanto al gobierno nacional como a gobiernos provinciales de otro signo, como el de tierra del fuego que es del Frente Para la Victoria. Entonces eso va produciendo también un cierto desgaste, pero calculamos que el paro va a ser muy contundente, muy masivo, que va a haber movilizaciones en todo el país, que se va a volver a hacer sentir, que va a conjugar con medidas de fuerza de otros sindicatos, por ejemplo en provincia (de Buenos Aires) toda la semana va a volver a parar judiciales y tres días van a parar los profesionales de la salud, y en definitiva, esto, la única continuidad posible que debe tener en tanto no se reviertan aunque más no sea los aspectos más regresivos de esta política oficial, va a tener que ser el camino hacia un paro nacional más generalizado, que en principio estimamos que puede ser convocado por las dos CTA solamente, pero que más tarde o más temprano deben empujar a una paralización general del país como necesidad imperiosa de los trabajadores y las trabajadoras, porque no se soporta más este nivel de despidos, no se soporta pensar que el salario va a ser de 8000 pesos recién el año que viene y que los tarifazos y los aumentos de precios consuman el nivel de vida de la mayoría de la población.