Maro Skliar: «Hace falta un plan de lucha común con protagonismo de las bases e inteligencia política»
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 26/02/2016
En el marco del paro nacional de trabajadoras y trabajadores estatales del miércoles 24 de febrero, desde el programa Enredando las Mañanas nos comunicamos con Mariano “Maro” Skliar, delegado general adjunto de ATE Promoción Humana. Además de compartir ciertas apreciaciones en torno a las movilizaciones que comenzaban a desarrollarse, Maro realizó un interesante análisis de las condiciones que llevaron a esta jornada de protesta, caracterizó al gobierno de Mauricio Macri y dio su mirada acerca del protocolo antipiquetes.
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Corriendo ya la mañana de concentraciones y cuando ya se veía la masividad de la jornada, Mariano Skliar señaló: “el paro nacional está adquiriendo mucha fuerza, yo diría que se está transformando en una jornada de protesta que va más allá de los estatales, si bien está convocada y protagonizada por ATE. Hasta el momento, lo que se está haciendo es concentrar en algunos organismos clave, donde hay despidos de personas, compañeros y compañeras trabajadores que tienen años de antigüedad, que cumplen tareas permanentes en esos organismos”.
La dinámica que tomó la protesta apeló a las bases trabajadoras: “estamos concentrándonos temprano con nuestras juntas internas, con nuestros compañeros de laburo, también tratando de vencer el miedo que mete el macrismo, amenazando con despidos, planteando que aquellos que paren y adhieran van a formar parte de la lista de despidos (…). A partir de las 11, vamos a concentrar para la marcha general en Avenida de Mayo y 9 de Julio. Es interesante porque están adhiriendo otros sindicatos y organizaciones sociales, lo que va a hacer, pensamos, que sea una jornada multitudinaria y el primer paro nacional que se le hace al gobierno de Mauricio Macri. Un gobierno que con los mismos funcionarios prácticamente, nosotros ya sufrimos hace ocho años en la Ciudad de Buenos Aires, donde trabajo yo”.
En relación a la decisión del paro y a la repercusión y acompañamiento de otros sectores, Skliar explicó: “me parece que el paro de ATE, por un lado, es absolutamente necesario; por otro, pensamos que llega un poco tarde la convocatoria nacional porque los despidos empezaron los últimos días de diciembre. La respuesta de la directiva de ATE, tanto nacional como provincial, viene siendo atender el conflicto en cada organismo por separado, entonces hay una especie de tour permanente por pequeñas movilizaciones que se hacen en la puerta de los organismos, y eso hace que la respuesta sea débil”.
“Hace falta un plan de lucha común con protagonismo de las bases e inteligencia política”
Parte de los debates que atraviesan el movimiento sindical tiene que ver con la caracterización que se hace de la gestión kirchnerista, como aclaró el delegado de ATE en diálogo con Enredando las mañanas: “arrastramos debates y posiciones diferentes con las distintas organizaciones populares y sociales, en función de quienes creen que el proyecto político de la actualidad es militar la vuelta de Cristina Kirchner, quienes creemos que con eso no alcanza y que el kirchnerismo mostró sus propios límites. De hecho, más allá de ciertos avances y cuestiones progresivas innegables, también producto de la lucha, fue el propio kirchnerismo el que dejó, por ejemplo, el suelo tan fértil de la precariedad laboral para que el macrismo en un mes pueda echar a tanta gente sin ningún inconveniente. Lo mismo con el tema del protocolo antipiquete, es lamentable pero la verdad es que el kirchnerismo había planteado reglamentar la protesta, me acuerdo de Cristina Kirchner planteando en la apertura de sesiones del 2014 que protestemos en la vereda como en Estados Unidos y este discurso de la convivencia cuando no se resuelven los problemas estructurales, precarización de la vida, del empleo, la falta de vivienda, de tierra para vivir y para trabajar. Entonces, en este punto venimos arrastrando una fuerte fragmentación que tenemos que madurar y construir una unidad que no niegue los debates pero sí esté a la altura de las circunstancias para enfrentar a un gobierno de una derecha sofisticada, muy despiadada, que es la marca Mauricio Macri. Detrás de la marca Mauricio Macri hay una gran maquinaria de producción de exclusión social y violencia”.
Sin embargo, para Skliar, lo central será el día después: “[el paro] igual nos llega, lo estamos laburando y va a ser muy fuerte, a nosotros lo que nos preocupa y estamos militando en todos nuestros sectores de laburo es qué pasa el 25 de febrero, es decir, qué pasa mañana. Nosotros pensamos que este paro tiene que ser una demostración de fuerza, pero que para torcerle el brazo y frenar al macrismo hace falta construir un plan de lucha común con mucho protagonismo de las bases ycon mucha inteligencia política”.
Protocolo antipiquetes: el sesgo de clase de la represión macrista
Una de las cuestiones que más especulaciones generaba en relación a las movilizaciones era si se aplicaría o no el protocolo antipiquetes difundido por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, apenas unos días antes del paro. Acerca de una posible represión y de la aplicación del protocolo, Maro dijo: “la camaleona política Patricia Bullrich (…) hizo una bravuconada planteando que iba a sacar a la gente en cinco minutos, dijo que el 99% de la policía no iba a llevar armas de fuego, y en todo caso es muy preocupante que en el 1% de los casos sí las lleven. Este protocolo es inconstitucional y vulnera la dignidad más básica y derechos muy muy elementales, ya sea sociales, políticos (…).La bravuconada de Patricia Bullrich se encuentra con un panorama político en el que el costo del gobierno nacional de reprimir una protesta en un día tan masivo de movilizaciones, con tanta visibilidad pública, sería una torpeza como varias de las que vienen cometiendo. Me parece que si bien y lamentablemente el macrismo al salir con este protocolo se basa en cierto consenso social muy ligado al individualismo y a cierta resignación y bronca entre pares, digamos, que hay en la sociedad; de todos modos la batalla social se está dando sobre cuáles son las causas de tantas protestas. Nuestro pueblo, acá en Argentina, tenemos una gran cultura de la protesta, y mucha gente que se muestra indignada también forma parte de protestas que quizás no están estigmatizadas como las protestas piqueteras o estatales o docentes, y claramente este protocolo tiene una marca de clase que está implícita en su texto, es un protocolo que se va a aplicar sobre las movilizaciones de los más pobres, no van a ir a darle cinco minutos a los vecinos de Palermo cuando les corten la luz, no van a ir a darles cinco minutos a las entidades del campo cuando vayan a tirar leche a la ruta porque no les cierran los precios. Les van a intentar dar cinco minutos a las barriadas, a los laburantes. Ese es el sesgo de clase del protocolo que hay que combatir y ese combate es en la calle, pero sobre todo es ideológico y tiene que darse en términos de la representación y el sentido social de lo que implica el derecho a expresarse y cuáles son las causas de fondo que hacen que en Argentina haya tantas protestas. No hay protocolo para la falta de vivienda, no hay protocolo para la falta de atención a la salud, no hay protocolo para la falta de tierra para trabajar, no hay protocolo para la precarización, pero sí hay protocolo para la protesta. Y eso habla de que las clases dominantes, que hoy tienen en Mauricio Macri su marca registrada en algún punto, quieren ubicar el lugar de la expresión social como un problema de seguridad o inseguridad. Y en realidad es un problema que tiene que ver con el trabajo, que tiene que ver con la vivienda, que tiene que ver con otras cuestiones. Nosotros queremos un protocolo para todas estas cosas que nombré antes”.
Una jornada de protesta que se expresó de norte a sur
Terminando el programa, hicimos un repaso en vivo por las movilizaciones en distintos puntos del país. Nos comunicamos con compañerxs de Ciudad de Buenos Aires, Jujuy y por último de La Rioja para hacer un repaso de sus convocatorias.
Juan Felpeto (Anred) desde la Capital Federal comentó que la jornada empezó a las 9 de la mañana y que ya cerca del mediodía podría apreciarse que una variedad de organizaciones sociales y sindicatos fueron las que nutrieron la convocatoria. Con respecto a la aplicación o no del flamante protocolo de seguridad, comentó: “acá en la cabecera no hay policía, no hay nada. Solamente cortando el tránsito”.
Mientras, en la provincia de Jujuy, Sebastián Fernández (Radio Pueblo) nos informó que la jornada de paro nacional se había convocado para las 8.30, pero que finalmente comenzó cerca de las 11. Con respecto a la presencia policial, afirmó: “no es mucha la presencia policial durante el recorrido de la marcha. Pero sí la hay en la Plaza Belgrano que es a donde se dirige la movilización, para concluir la jornada”.
Desde la provincia de La Rioja, Romina Gómez (Radio Voces) nos comentó que la movilización se conformó por delegaciones gremiales del interior de la provincia además de la capital riojana. Con respecto a las diferentes corrientes ideológicas que nutrieron la convocatoria, una característica de la jornada a nivel nacional, Romina expresó que se dio una convivencia respetuosa: “se está viendo una necesidad de unidad para pelear por todos los puestos laborales y que no se siga despreciando el sueldo de los trabajadores”.