Marco Teruggi: “Se trata de que el pueblo sea poder y de poner en marcha una Economía Socialista”

Escrito por el 24/09/2015

 

El viernes 11 de septiembre estuvo en el estudio de Enredando las Mañanas Marco Teruggi  periodista  que reside hace varios años en Venezuela y autor del reciente libro Lo que Chávez sembró. Testimonios desde el socialismo comunal, editado por Sudestada. En esta primera parte, dialogamos sobre la actualidad y la continuidad de la Revolución Bolivariana, las comunas como ejes centrales de la construcción del socialismo, el pueblo organizado, la guerra económica y la necesidad de salir del rentismo petrolero.

 

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Enredando las Mañanas: ¿Cómo llegas a Venezuela y cómo comienza el proyecto del libro?

 

Marco Teruggi: Nosotros, con otros compañeros del Frente Popular Darío Santillán-Corriente Nacional, llegamos a Venezuela en enero del 2013. En un principio para armar una brigada internacionalista que efectivamente se armó. Llegamos en un escenario complejo porque a los dos meses sucede la partida física de Chávez y cambia rotundamente la etapa de la Revolución, porque es cuando la derecha, tanto nacional como internacional, retoman la línea insurreccional que habían abandonado durante el 2005 y el 2013. Recordemos que en la primera etapa de la Revolución la derecha tuvo una política muy fuerte de intentos de golpismo e insurrección y sectores de las clases medias y altas movilizadas que abandona en 2005. En el 2013 retoma eso y es la etapa que vivimos actualmente: guerra económica, mediática, intento insurreccional y paramilitarismo alternado y multiplicado. Todo esto junto con los ataques de los aliados internacionales, como Estados Unidos y la Guyana Esequiba y recientemente lo de Colombia.

Ese es el escenario en el cual nosotros llegamos y nos metimos rápidamente en el tema comunal porque siempre habíamos visto a la revolución bolivariana a través de los sectores populares organizados, los movimientos campesinos y pobladores. Siempre buscamos conocer la experiencia a través de cómo iba creciendo el poder popular, que a partir del 2013 hasta la actualidad tiene su vector principal en el proceso comunal. Ese es el punta pie inicial para decir ¿qué pasa en las comunas y cómo contar esta experiencia? Que es un poco preguntarse por donde está el socialismo y la revolución en Venezuela, porque están ahí, en las comunas.

 

ELM: ¿Qué son y cómo funcionan las comunas?

 

MT: Hay dos niveles. Un nivel son lo que son y otro lo que deberían ser. Ahí hay una tensión permanente. Lo que pasa es que Chávez puso la vara bastante alta. Les dijo: no se trata de organizaciones locales, no se trata de dar solución a reivindicaciones concretas de los territorios campesinos, urbanos o indígenas. Se trata de ser gobierno sobre un territorio, construir una nueva institucionalidad, de autogobernarse y poner en marcha una economía socialista, ni más ni menos. Entonces, la comuna sería el segundo pilar, porque el primero es el Consejo Comunal, de construcción del Estado Comunal, que es la estructura de estatalidad que va a remplazar al Estado Burgués, que es la pregunta del millón en cada revolución: ¿qué pasa con el Estado Burgués? Esa es la pregunta que cada revolución intentó resolver, no sé con qué grado de éxito.

Hay un ordenamiento de la realidad dentro del capitalismo que tiene como punto nodal el Estado. Bueno: si no es este Estado, qué es y quién lo va a construir. Ahí hay una respuesta muy clara de la Revolución Bolivariana: lo va a construir el pueblo organizado en su amplia heterogeneidad, campesinos, trabajadores estatales, obreros, barriadas, pescadores, docentes. Todos a construir comunas, todos a derrumbar al Estado Burgués y a aprender a gobernarse colectivamente en un territorio. Ese es el objetivo.

 

ELM: En relación a eso ¿cuáles son las disputas que se dan entre el surgimiento del poder popular y la institucionalidad, incluso dentro del mismo partido de gobierno, el Partido Socialista Unido de Venezuela-PSUV?

 

MT: Las contradicciones (risas). Lo primero es reconocer, y no está mal, que todo proceso tiene contradicciones y que si hay un proceso amplio y lleno de ellas es el chavista. Pero lo que es interesante es cómo fue cambiando el marco teórico de Chávez, que era indudablemente el principal conductor. Pasó de una línea nacionalista bolivariana con fuerte protagonismo popular a una muy marxista, incluso citando a Kropotkin. Él trabaja esa línea permanentemente sobre la estrategia, dando el debate sobre que el poder debe ser devuelto al pueblo, y en ese camino es que se desemboca en las comunas. Pero la conducción de la revolución es más que Chávez y, generalmente, hay cierta lectura más estatista, más de un poder popular subordinado y reducido a tareas menores que choca con las comunas. Todo poder que crece se enfrenta a un poder que va a resistir. Evidentemente, uno esperaría que los primeros en resistir sean los gringos y la derecha venezolana, pero uno se da cuenta que la tensión está también adentro. Porque si la comuna debe ser la nueva institución eso significa que hay una institución existente que va a perder poder, porque los comuneros piden que se les transfieran competencias, que se les transfieran recursos, que los primeros niveles de la estatalidad empiecen a perder algunas de sus competencia sobre el territorio comunal y eso genera la tensión. Pero además de eso hay otra tensión propia del crecimiento y es que hay que aprender a ser gobierno. A uno lo formaron para votar cada cuatro años, en todo caso protestar, pero esta propuesta que plantea Chávez, que es la necesidad de aprender a gobernarse, es más difícil. Ahí hay un vínculo permanente y diferentes tensiones, donde Nicolás Maduro, que tiene mucha claridad acerca de la necesidad de construir comunas, va ensayando ejercicios de vínculo entre el poder comunal y él mismo como presidente. Que las comunas planteen políticas públicas a nivel nacional, planteen cómo resolver los problemas que está enfrentando el país. Y en este marco, algunos niveles medios suelen mostrar cierto tipo de reticencia ante esto que es el legado de Chávez y el camino estratégico hacia el socialismo.

 

ELM: ¿Cuáles son las políticas públicas que están planteando concretamente las comunas?

 

MT: Esta bueno decir que el fenómeno comunero empieza fuertemente en el campo y con el paso del tiempo va arraigando más en lo urbano. Entonces las comunas campesinas tienen objetivos muy claros y muy inmediatos y a la vez estratégicos. Recordemos que estamos en plena guerra económica entonces hay una disputa permanente por la producción de riquezas y por hacer que esos alimentos lleguen al pueblo. ¿Qué dicen las comunas? Nosotros tenemos tierras, tenemos comuneros, conciencia revolucionaria, organización popular, todos los órganos de las comunas, el Parlamento Comunal, instancias de contaduría, planificación y legislación. Nosotros queremos y podemos manejar toda la cadena productiva: desde que se siembra la semilla hasta que se almacena en un centro de acopio se distribuye y se vende. La comuna debe empoderarse de todo el circuito de producción. Es una disputa muy fuerte, porque disputas con intermediarios privados, con el Estado al pedirle que habilite recursos para más centros de acopio, para conseguir camiones. Una cantidad de inversiones primeras que no puede hacer una comuna por ahorro propio. Es un poco la trampa del capitalismo. ¿El capitalista cómo empezó a acumular riqueza? Tenía un capital. ¿De dónde lo sacaba? Lo robó. El tema es, ya con las cosas planteadas en este momento, cómo empezás a financiarte para conseguir un camión. Ahí está la necesidad de lo estatal. Los comuneros dicen “necesitamos al Estado para ser independientes y autónomos del Estado”. Ese es un punto muy fuerte en lo económico, pero también plantean, por ejemplo, la tenencia comunal de las tierras. Que el Ministerio de Agricultura de títulos comunales. Hasta ahora lo solucionan con propiedades a nombre de campesinos, aunque después se trabaje colectivamente. Los comuneros reclaman las tierras en manos de la comuna. Igual que la transferencia de competencias. Hay que empezar a hacer ensayos de manejar lo que antes manejaba la intendencia sobre el territorio. Entonces hay una serie de políticas de avanzada muy fuertes donde yo creo que los comuneros y las comuneras, en los casos más avanzados, plantean la totalidad del control territorial. Estamos hablando de producir, legislar, tener una milicia que garantice la seguridad: la totalidad del control. Es interesante ver, cuando gobierna el chavismo, la tensión y el vínculo siempre en construcción, donde hay que mantener la unidad; pero donde gobierna la derecha ya está, va un intendente de derecha a una comuna y nadie le respeta nada. Es territorio comunal. Imagínate que si hay roces con un intendente chavista, con un tipo de la derecha la comuna es gobierno y ellos no tienen nada que hacer ahí.

 

ELM: El otro día contabas que  cuando uno llega a una comuna puede hablar con cualquier compañero o compañera y te habla de socialismo, y eso es muy distinto a lo que sucede acá cuando uno va a distintas construcciones de organizaciones de base ¿cómo se vive eso? ¿Cómo se alcanza que todos los compañeros y compañeras hablen de socialismo?

 

MT: Yo creo que hay un debate de fondo y pensándolo en relación con Argentina, y es que Chávez planteó el tema del poder, y acá ese tema no está planteado. O en todo caso, está planteado que se mantenga el poder de la manera que siempre estuvo después de la derrota que sufrimos con el genocidio. Chávez plantea otra cosa: vamos a recuperar, desde el Estado algunos sectores de la economía (el petróleo, las tierras, etc.) para plantear que el pueblo tenga poder. Es la única forma de pensar un proceso de transición a un sistema pos capitalista. Nosotros vamos a ir contra la burguesía, es decir, el petróleo; vamos a ir contra la oligarquía, es decir, las tierras; vamos a ir contra los gringos. O sea, arrancaste la batalla y vas contra todos. Ahora, para que eso sea posible hay que construir una correlación de fuerzas necesaria y eso implica un pueblo formado, que tiene que tener una claridad muy aceitada de qué está pasando en la geopolítica, qué está pasando en su propia historia, quienes son las clases dominantes, quienes son los aliados, qué es el socialismo, qué es el capitalismo. Y todo eso organizado de manera estratégica. Si no hay eso no hay posibilidad de enfrentar a nadie. Ahora, insisto, Chávez plantea “nosotros vamos a transmitirle el poder a la gente”. Antes de hablar del socialismo, Chávez decía cosas como “para resolver el problema de la pobreza, hay que darle poder a los pobres”. Algunas claves primeras que planteaban lo que acá nunca se planteó. Acá siempre hubo un esquema de un gobierno que otorga, sede, redistribuye o como quieras llamarlo. Allá no se trata de redistribuir, se trata de que el pueblo construya y sea el poder.

 

ELM: Marco, recién hacías referencia a lo que hace a la estructura económica de Venezuela. Pensando en los límites de la revolución bolivariana, está el de la matriz productiva; ya que sigue siendo un país que depende fuertemente de su petróleo y, por ende, de su precio internacional. ¿Qué perspectiva tenés sobre la posibilidad de ascender esa matriz productiva en pos de poder seguir consolidando el camino al socialismo?

 

MT: No es una pregunta sencilla. Yo creo que ahí hay varios puntos. Uno de los problemas de Venezuela es que hereda un país que está totalmente organizado alrededor de la renta petrolera. Estamos hablando de una burguesía cuyo trabajo único era sacar el petróleo y vendérselo en crudo a los gringos a un precio menor a lo que había en el mercado internacional. Desde 1979 había dejado de invertir en términos productivos. Un campo totalmente abandonado, sin políticas específicas para ese sector. Gigantescas migraciones a las ciudades. Y una burguesía sin ningún tipo de perspectiva de desarrollo nacional. Eso es con lo que se encuentra la revolución. Entonces, la revolución dice “pongamos la economía al servicio del pueblo, recuperemos primero los recursos principales de la riqueza venezolana que son el petróleo y la tierra para transferir conocimiento y poder al pueblo para saldar la deuda histórica.” Entonces empiezan a aparecer otras preguntas: el socialismo es más que producir, pero si no producimos, si no se revierte la matriz productiva, es difícil que se avance en otros niveles. Cuba está un poco también en ese debate. Como es el vínculo entre la transformación cultural, moral, social y política de un pueblo y su base material. Ahí hay como una pregunta no resuelta y los esquemas más ortodoxos no sé si dan respuestas. Si Venezuela efectivamente ha avanzado años luz en un montón de debates y transformaciones morales, culturales y sociales, pero de repente uno se encuentra en que esa estructura productiva tira para atrás. Porque efectivamente no se ha logrado revertir o avanzar en un proceso más agresivo de productividad y manejar determinados resortes y poner en marcha nuevas fábricas. En este momento se debate el tema de nacionalizar el comercio exterior. Entonces ahí yo creo que no se si hubo tal vez una subestimación de la necesidad productiva que se planteaba pero se postergó. Tal vez fue parte también del acumulado de la lógica rentista. Porque la revolución hasta el 2013/2014 funcionó con un petróleo a 140 (dólares por barril), un ingreso extraordinario de dinero. Entonces cambiar la matriz productiva no era una urgencia que si no se hacía no había plata. Entonces ahora aparece la pregunta, la crisis y la oportunidad: bajó el precio del petróleo, tenemos guerra económica, si no producimos, si no nacionalizamos el comercio exterior, si no pensamos cómo hacer para tener soberanía e independencia en remedios, alimentos, productos de higiene, ¿qué hacemos? Aparece la pregunta por la economía socialista. Ahí está bueno citar al Che, como han hecho algunos compañeros. Porque insisto: la pregunta por la destrucción del Estado Burgués es una pregunta abierta que no tiene una respuesta y el que dice que la tiene macanea. Hasta Fidel Castro dijo en el 2005 “nuestro error fue que pensábamos que sabíamos cómo se hacía esto.” La otra pregunta es la Economía Socialista. ¿Cómo es una economía no capitalista? Entonces yo creo que ahí hay dos claves: la economía comunal que todavía es embrionaria pero está planteando un nivel muy fuerte de transformación productiva atado a una conciencia política estratégica y revolucionaria. Eso junto con la nacionalización y expropiación con control obrero. Si esas dos cosas logran articularse, si se articulan la fuerza del Estado con los trabajadores productivos y las comunas, entramos en un proceso de avanzada.  

 


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