Femicidios: “No hay una protección efectiva para la persona que denuncia”

Un nuevo femicidio ocupa la agenda mediática. Claudia Schaefer fue asesinada por su pareja, el empresario Fernando Farré, el pasado viernes 21 de agosto. El primer abogado de Farré, Gustavo Álvarez, habló de un posible acto de “emoción violenta”. Este hecho sumado a que la investigación recayó en la de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Delitos Conexos a la Violencia de Género de Pilar, a cargo de Carolina Carballido Calatayud, obliga a poner especial atención en el proceso que viene. En la emisión del martes 25 de agosto de Enredando las mañanas, entrevistamos a Gabriela Conder, abogada de Yanina González, joven que fue detenida y juzgada sin fundamentos por la muerte de su bebé por esta fiscal.

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“Conozco el caso solo por lo que salió en los medios, tengo entendido que ya había denuncias previas. De todos modos, las fiscalías y comisarías de género funcionan de una manera que lo único que hacen es sacar una restricción perimetral, pero después no hay ningún tipo de control sobre si se respeta o no esa restricción, no hay una protección efectiva a la persona que denuncia. Uno tiene que tener en cuenta que la persona que denuncia es bastante valiente porque está en peligro su vida, y no hay ningún tipo de contención”, afirmó la abogada Gabriela Conder, en diálogo con Enredando las mañanas.

Al referirse específicamente a la fiscalía de género de Pilar, Conder habló de su experiencia como abogada de Yanina González: “sabemos bien que no tiene una mirada con perspectiva de género, al contrario tiene una mirada bastante machista, al menos quien está al frente de la fiscalía”.

Cabe recordar que Yanina fue acusada y juzgada por abandono de persona seguido de muerte. En agosto de 2013, su hija Lulú de 2 años murió como consecuencia de los fuertes golpes recibidos en su cabeza. Quien en realidad está señalado como agresor es Alejandro Fernández, ex pareja de Yanina, quien ejerció violencia de género contra la madre y la beba.

“De hecho, nosotros la recusamos (a la fiscal) en el caso de Fernández –continuó Conder–porque estuvo excarcelado todo el período durante el que ella estuvo investigando la causa por el homicidio de la nena de Yanina de dos años, en ningún momento estuvo en la cárcel. La fiscal fue muy dura con Yanina, con una chica que es discapacitada, que estaba embarazada de 6 meses cuando ocurrió el hecho en el que le matan a la nena de 2 años, y la acusó de abandono de persona seguido de muerte, y el que mató a la nena fue su pareja, está tipificado como femicidio vinculado, e implica provocar un daño a la pareja. Ella la acusó a Yanina. Los jueces dijeron que no correspondía esa figura porque Yanina no cometió ningún delito, entonces no corresponde la acusación de abandono seguido de muerte. La fiscal decía que como no la había llevado al médico, la nena se murió y lo que decían las pericias era que la nena murió por el golpe en la cabeza que le propició su agresor. Los jueces dicen que no hay delito, de todas maneras la fiscal apeló a Casación y la fiscal de acusación no mantuvo la acusación porque dijo, al igual que los jueces, que no había delito. O sea que todo el proceso que se comió Yanina, la cárcel, tener a su hija en la cárcel, hizo pre-parto y post-parto, ella y su hija estuvieron 8 meses encerradas en esa situación de tanta vulnerabilidad, porque cuando uno tiene un hijo la verdad que trata de tener las mejores condiciones, entonces todo eso que sufrió Yanina se lo produjo esta fiscal”

Carolina Carballido Calatayud también detuvo a otra joven, Celina Benítez de 22 años, acusándola de abandono de persona luego de que su beba de casi 2 años muriera víctima de los golpes de su padrastro, ocurridos mientras su mamá estaba trabajando. Al referirse a ambos casos, la abogada fue contundente: “la fiscal de género re-victimiza a la mujer”.

En relación al caso Schaefer, Conder advirtió sobre el intento por parte de la defensa del femicida de utilizar la figura de “emoción violenta”: “ojo que también hay que demostrar que un hecho fue emoción violenta. Esta figura lo que hace es bajar la pena, nada más. Tengo una pena por femicidio que es de perpetua, la emoción violenta bajará un poco la pena, no es que va a ser exculpado. Para que sea emoción violenta se tienen que dar varias cosas, pero sabemos bien que los peritos pueden decir que es emoción violenta. De todas maneras, tiene que haber un detonante”.

En este punto, Conder habló de las instituciones: “me parece que estamos más frágiles con estas instituciones, no solo las de la justicia como la fiscalía, sino aquellas que vienen de antes, porque la emoción violenta es una figura creada especialmente para bajar la pena al hombre cuando se producía el femicidio. Es muy difícil que encuadren este hecho en emoción violenta, ellos se estaban separando, la emoción violenta tiene que tener un detonante y ellos ya se estaban separando, no veo que haya un detonante para que la persona reaccione, porque eso ya estaba hablado, estaban los abogados. Él agarró un cuchillo, ya sabía lo que iba a hacer, ya no hay emoción violenta, que es algo como te enceguece. Pero igual la tiran por si las moscas. Porque aparte siempre se usó esa figura. Cuando va cambiando la igualdad entre el hombre y la mujer, y el hombre deja de tener esa propiedad y las mujeres son más conscientes de eso… es lo mismo que cuando se deje de penar el aborto, vamos a ser conscientes de que el Estado no puede meterse en planificar la vida de una persona que decida o no tener un hijo. Creo que para estos casos la ley tendría que igualar a la mujer y al hombre, porque si no es como que la ley va detrás de lo que pasó. Nosotros tendríamos que ver de qué manera nos igualamos en situación de fuerza porque ella tendría que tener algo como para defenderse de su agresor, y que la ley le permita hacer eso”, finalizó Gabriela Conder el diálogo con Enredando las mañanas.