Hilda Figueroa: “tenemos que empezar a luchar desde que nacemos”

Entre el 15 y 16 de agosto se realizó en San Salvador de Jujuy el XII Encuentro Nacional de la Red Nacional de Medios Alternativos. Allí se realizaron varios talleres y mesas de debate. En el panel Mujer y Lucha, se escuchó la voz de Hilda Figueroa, ex presa política, secuestrada durante las noches del Apagón, en julio de 1976. En la emisión de Enredando las mañanas del martes 18 de agosto, repasamos algunos fragmentos de su intervención, en los que relató cómo ella, sus compañeras y compañeros, sufrieron el hostigamiento, actos denigratorios y tortura por parte de la Policía y la Gendarmería durante la última dictadura cívico militar en el centro clandestino de Guerrero, ubicado a pocos kilómetros de la capital provincial. Figueroa además destacó la importancia de los medios comunitarios, alternativos y populares en el tratamiento de estas temáticas.

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Entre el 20 y el 27 de julio de 1976 en las localidades jujeñas de Libertador Gral. San Martín, Calilegua y El Talar se llevó a cabo un operativo cívico militar. Durante aquellas noches se realizaban reiterados cortes intencionales del suministro eléctrico en toda la zona, en medio de la oscuridad se detuvieron y secuestraron más de 400 personas, 33 permanecen desaparecidas. Para ello se utilizaron vehículos pertenecientes a la empresa Ledesma, propiedad de Carlos Pedro Blaquier. Estos hechos se conocen como las noches del Apagón, e Hilda Figueroa es una de las sobrevivientes.

Junto a Nora Ferreyra (expresa política y de la Red x el derecho a la Identidad), Hilda participó del panel Mujer y Lucha del XII Encuentro Nacional organizado por la RNMA.

En la emisión de Enredando las mañanas del martes 18 de agosto escuchamos algunos fragmentos de su intervención: “éramos seis compañeras que estábamos en un rincón del centro clandestino de Guerrero, también había otras compañeras que estaban en Tucumán, en la Jefatura; había otras que estaban en La Perla, en La Ribera (ambos CCD de Córdoba), en la ESMA (Buenos Aires), en tantos lugares de todo el país, en San Pedro de Jujuy, en la comisaría 24 de Ledesma y en la sección de Gendarmería de Ledesma. Una compañera tenía a su novio, hijo de un subcomisario de policía de San Pedro; lo detienen a este chico porque era de la Juventud Peronista, y alguien le dio la data porque en esa época tampoco podían muchos militares pasarse, eran todos grupos cerrados, donde si alguno colaboraba o se salía de ese pacto lo separaban o directamente tenía alguna reprimenda, pero alguien le pasa el dato y le dice a la novia, a nuestra compañera, que lo busque porque ella lo podía encontrar, y se va a Libertador General San Martín, a Ledesma, escasamente a cinco cuadras de la fábrica está la comisaría 24, la recibe el comisario y cuando se da cuenta que va a buscar a su novio le dice ‘así que vos venís a buscar a ese Montonero, a ese guerrillero’. La empieza a cachetear, le pega y la amenaza con que la va a violar, y que además va a traer a unos cuantos gendarmes de al lado para que la violen si no hablaba. Ella es muy sana, es muy franca, y lo relató ante los jueces en la audiencia de un juicio. Ella dijo ‘y cumplió’, así cortito. Le preguntaron ‘¿el comisario? ‘Todos’, respondió”.

Figueroa se refirió especialmente a los delitos de violaciones y abusos sexuales que se cometían contra los secuestrados: “muchas de esas cosas nos enteramos ahora, en épocas recientes porque lamentablemente con el tema de la violación, de los abusos sexuales, en realidad del atropello a la intimidad de cada uno, ese atropello que no deja ejercer la más mínima libertad ni siquiera de pensamiento, porque uno hasta se siente sucio, sucia, de verdad que se siente puta, ¿qué otra cosa más se puede sentir? Además de asco y de todo lo que se puede sentir, pero eso no estaba contemplado en el código como delito de lesa humanidad, lo contemplaban como tormento, que en realidad te violaban para sacarte información y eso es una mentira, y eso lo tiene que saber el mundo, todos, mujeres y varones, ustedes varones sepan que a mi compañero de asiento de la escuela normal le introdujeron una tijera y le cortaron el esfínter, con qué necesidad semejante crueldad, el mundo tiene que saber que en esa famosa Escuela de las Américas había gente entrenada para sacar información bajo tortura, el mundo tiene que saber que todas esas barbaridades se hicieron, se cumplieron y mano de obra había acompañada por dos cosas: la invisibilización y el no hablés”.

Respecto a lo que calificó como una “cultura de la invisibilización” que – según afirmó – se ha hecho carne en todos, Figueroa señaló: “a veces me pongo a pensar, medio livianamente, qué pícaros los varones de antes, si las enemigas éramos las mujeres, supongamos, en un hipotético y muy macro esquema, únete a tu enemigo si no puedes con él. Como no podían con nosotros, nos dieron unas cuantas cositas, estoy hablando en la historia, a partir de que éramos animales de pelos largos, nada más, no teníamos cerebro, no pensábamos, y que a través de la historia llegamos hasta el siglo XIX donde ‘le damos que críen a nuestros hijos pero como nosotros queremos’ y así llegamos al siglo pasado y a este donde muchas mujeres, muchas abuelas, muchas jóvenes, siguen con ese estigma de traspasar esto de criar hombres machistas y eso es algo que lo tenemos que cambiar justamente desde nosotras, desde los vientres, y si no podemos con nuestra voz usemos esta comunicación, a través del arte, del teatro, de la música, de la poesía, a través de la herramienta de un artículo de diario, de un libro, de un programa, de todos estos medios alternativos y empecemos a penetrar los medios oficiales, los medios del sistema”.

“¿Por qué no los podemos penetrar a los medios del sistema? – continuó – ¿Por qué nos pueden naturalizar la inseguridad y nosotros no le vamos a naturalizar lo que sí pasó en la Argentina, que fue una tragedia de la que muchos milicos hoy día tienen vergüenza, no saben cómo mirarnos a la cara, muchos jueces tienen vergüenza, no se atreven a mirarle a la cara a una vieja que tiene dos hijos desaparecidos y estoy hablando de Eulogia Garnica, otra de nuestras compañeras de la noche del apagón. No se atreven a mirar a la cara a las hermanas Díaz, con uno de sus dos hermanos desaparecidos en el Apagón; no se atreven a mirarles a la cara a las hermanas Córdoba que también tienen dos hermanos desaparecidos en el Apagón. Y aquí quiero hacer una aclaración, uno de ellos era de Calilegua y estudiaba en Tucumán, fue detenido con sus compañeros allí y traído al centro clandestino de Guerrero; al otro esa noche del 20 de julio que nos secuestraron a más de 103 personas en Calilegua nada más, y al resto entre el Ingenio y Libertador, más de 200 personas en una noche .Y fueron  llevados en la camioneta de Ledesma,  Blaquier  y Lemos, no sabían  que sus choferes secuestraban a la gente, porque ni siquiera era una detención ilegal. Siete días después, y quince días después seguían llevándose gente en los vehículos de la empresa, entonces mucho tiene que ver este sistema de justicia, este sistema de comunicación que existe, que es un sistema perverso y al que yo creo que hay que poder penetrar”.

Durante su intervención en el Panel Mujer y Lucha del XII Encuentro organizado por la RNMA, Hilda Figueroa afirmó: “hay una canción que dice ‘he visto el país vestido de soledad’ y yo en mi niñez, adolescencia y juventud, he visto otro país, otro pueblo, donde no necesariamente cuando le tocas el culo al coya recién reacciona y ojo cómo reacciona, y bienvenido y salud a esa reacción que ha defendido, logrado y ganado muchas luchas allá en Ledesma. Hay todavía vestigios de una sociedad a la que necesariamente le tienen que pasar las cosas, que es como yo siempre paralelizo con la discapacidad, hay tan poco trabajo de información, de saber de la discapacidad en la salud pública, que es una obligación del Estado, nacional, provincial, municipal, hay tan poco trabajo hecho sobre la prevención, que cuando a unos papás jóvenes les llega un niño con discapacidad muchas veces no saben qué hacer y muchas veces se enferman de tristeza esas mamás que rechazan los niños y son tragedias realmente muy terribles cuando hay muchas patologías que se pueden revertir tempranamente con muy buena información, con muy buenos tratamientos. Y en esto de la violación de nuestros derechos, como en esto del femicidio, en esta historia de la tragedia de Argentina, de Latinoamérica en realidad, porque en Bolivia, Chile, Paraguay han ocurrido y están ocurriendo cosas todavía, yo creo que también nos debemos mucha información para que cuando nos llegue, nos toque el femicidio, la violación, la inseguridad, lo que sea que nos toque, no necesariamente recién tengamos que salir a luchar”.

En el último tramo del fragmento que repasamos en ELM, Hilda Figueroa se refirió a la importancia de la lucha y también al rol de los medios alternativos: “nosotros tenemos que empezar a luchar desde que nacemos, de la mano de nuestros padres, para que nada nos toque. Es verdad que es muy doloroso hablar desde el lugar del sobreviviente, desde el lugar del que puede contarlo, desde el lugar del compañero, de la compañera, de la madre, del hermano del desaparecido, es muy doloroso, pero llega un momento en la vida en que sí podemos hablar y sí nos sana a nosotros, y también sana a ustedes, a los que escuchan, que al principio también es doloroso, causa lágrimas, bronca, y a veces causa ese dolor de no querer escuchar y es comprensible, pero todo eso se supera, entonces llegar a tener el relato de todos para poder transmitirlo, y esto de los medios alternativos es un herramienta para mi modo de ver importantísima porque es una herramienta incipiente que está en todos lados de tal forma de, silenciosamente, entrar con todas estas historias y socializarlas. Socializar la historia de los femicidios de hoy, de nuestros sobrevivientes, de todas los males, todas las violaciones flagrantes, terribles, de nuestros derechos humanos, socializar las historias frescas de lo que pasa. Por ejemplo en Ledesma hace poco hubo un paro de 72 horas y la tenían con el (Rafael) Cuchi Vargas que es el secretario general, decía que no sirve, que es esto, que es aquello, y el Cuchi Vargas lo que hizo fue sacarse un certificado por enfermedad porque realmente está enfermo, y ha quedado su sucesor, y resulta que el secretario gremial ha sido más bravo que él, le han dado toda la prensa porque no sabían entonces cómo era y los agarró de sorpresa. Desde ese lugar hasta ahora los medios alternativos no han causado grandes despelotes pero es importante que empiecen a sorprender porque de última es la única voz que nos queda a todos los que vivimos en el interior”.