Raúl Montenegro: “es el primer juicio donde se asociará la aplicación de plaguicidas con efectos sobre la salud humana”
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 16/06/2015
La Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM) informó que se reactivó la llamada causa madre del juicio por las fumigaciones en el Barrio Ituzaingó, en la provincia de Córdoba. Por primera vez en Argentina llega a esta instancia una causa por daños a la salud por fumigaciones aéreas. En la emisión del martes 16 de junio de Enredando las mañanas, dialogamos con el Dr. Profesor Raúl Montenegro, presidente de FUNAM, sobre esta novedad. Además, el biólogo se refirió a la formación y al rol de los ingenieros agrónomos en el uso de los plaguicidas.
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La llamada causa madre tiene 6 imputados que están acusados de ser coautores del delito de contaminación ambiental dolosa (artículo 55 de la Ley 24.051 de Residuos Peligrosos).
Se trata del productor agropecuario Francisco Rafael Parra y el piloto aeroaplicador Edgardo Pancello, ambos condenados a 3 años en agosto de 2012 por la Cámara 1ª del Crimen en otra causa por fumigaciones. Además, serán juzgados el empleado y aviador Gustavo Alejandro Peralta Amaya, los hermanos empresarios Javier Eduardo y Fernando Ramón Amuchástegui, directivos de Tecnocampo SA; y la ingeniera agrónoma de esa firma Alejandra del Carmen Mendizábal Pizarro.
El juicio se realizará en la Cámara Séptima del Crimen de Córdoba, que está integrada por Víctor María Vélez, Ricardo Iriarte y Carlos Ruiz. En tanto, el Fiscal de Cámara será Marcelo Altamirano. El titular de FUNAM, Raúl Montenegro, será querellante junto a 70 vecinos del Barrio Ituzaingó Anexo.
Según datos de la Fiscalía de Instrucción entre 2000 y 2009 fallecieron 272 personas en el Barrio Ituzaingó Anexo. 82 de ellos fue como consecuencia de tumores cancerígenos.
“Este es el primer juicio en donde se va a asociar la aplicación de plaguicidas con efectos sobre la salud humana, es lamentable que no haya habido juicios similares antes. Lo negativo de este proceso es que lamentablemente no van a estar sentados en el banquillo de los acusados funcionarios de la Secretaría de Agricultura o de Ambiente de Córdoba; lo positivo es que tenemos un productor, un aeroaplicador, e incluso a la propia empresa Tecnocampo que hizo la aplicación. Lo que me parece muy interesante es que también estará sentada una ingeniera agrónoma, quienes hasta ahora no han sido cuestionados pero son responsables”, expresó Raúl Montenegro en diálogo con Enredando las mañanas.
“En nuestro país –continuó Montenegro– los ingenieros agrónomos que egresan tanto de universidades públicas como privadas no están capacitados técnicamente para proteger a las personas de las pequeñas dosis de plaguicidas, esas dosis que no son letales pero que por comportarse como hormonas y tener actividad estrogénica, rompen el sistema hormonal de las personas expuestas o pueden reducir todo su sistema inmune con lo cual la persona pasa a enfermarse de una enfermedad bacteriana o viral o de pronto se ve alterado el desarrollo. Es decir, a los profesionales ingenieros agrónomos no se los ha formado para ver todas estas situaciones complejas en donde pequeñas dosis terminan rompiendo la salud de las personas. Por eso este juicio nos parece tremendamente interesante en este sentido, no solamente por los que están sentados como acusados sino por el debate que necesariamente dentro y fuera del juicio se va a generar”.
El rol de los ingenieros agrónomos
Sobre este tema, Raúl Montenegro agregó: “este es un debate que tuvimos en su momento con el Consejo Profesional de Ingenieros Agrónomos, toda una discusión que se hizo cuando el Concejo Deliberante benefició al Barrio Ituzaingo Anexo con una prohibición de aplicar plaguicidas, una prohibición que fue pionera en su momento porque estamos hablando de comienzos de la década del 2000. Ya en ese momento planteábamos que no entendíamos muy bien cómo profesionales que no han visto en su carrera las distintas vías por las que actúan lo que llamamos disruptores endócrinos, o sea sustancias en este caso plaguicidas que afectan el sistema hormonal, es decir no sabiendo cómo actúan puedan extender o permitir la aplicación de plaguicidas a través de recetas; pero también con otros vacíos inconcebibles, por ejemplo un ingeniero agrónomo hace su receta fitosanitaria sin saber cuánto plaguicida ya está acumulado en el campo en el que va a aplicarlo, y mucha menos información tiene de cuánto plaguicida tienen acumuladas las personas que van a ser expuestas”.
Montenegro además manifestó que le parece sumamente grave que en distintos medios de comunicación se diga que la contaminación se genera en una aplicación incorrecta de los plaguicidas: “creo que esto también va a ser parte del juicio, pero el problema no es que diga que se aplica mal un plaguicida, el problema es que se aplican los plaguicidas; sí o sí al aplicarse plaguicida en proximidad de una zona poblada aunque se lo aplique de acuerdo a lo que supuestamente debería hacerse aún así el impacto va a estar. En Argentina hay 12, 14 millones de personas que están expuestas a pequeñas dosis de plaguicidas, y a quien repite el argumento de que en realidad no es un problema mientras se aplique bien, le doy la mala noticia de que no hay forma de aplicarlo bien cuando hay gente cerca”.
Luchas
En diálogo con Enredando las mañanas, el titular de la Fundación para la Defensa del Ambiente destacó la pelea que llevan adelante las Madres del Barrio Ituzaingó: “en Argentina la mayor parte de las luchas más exitosas es liderada por mujeres, eso me parece que es algo muy interesante para destacar. Y además son luchas sostenidas en el tiempo. En el caso del Barrio digo que este año es muy bienvenido porque las Madres ya tienen su personería jurídica, y además el glifosato ha sido incluido en el grupo 2A por la Agencia de Investigación sobre Cáncer. También se han publicado trabajos claves mostrando que enfermedades, como el autismo, están asociadas al glifosato cuando interactúan con las enzimas dentro del organismo humano, entonces el juicio se da en un momento en el que la buena ciencia está mostrando elementos verdaderamente increíbles”.
Montenegro destacó que la confirmación del juicio puede resultar una noticia pequeña, pero ya se cuenta con un tribunal y un fiscal: “solamente nos falta la fecha para iniciar el juicio, y esto coincide con que en Francia, por ejemplo, se acaba de prohibir la utilización de glifosato como plaguicida para ser usado en jardines o espacios públicos por particulares y por el propio Estado. Hay algo que se está moviendo, pero Argentina sigue siendo lamentablemente algo medieval, acá se ha optado mucho más por alimentar las vacas en Europa y en China aunque eso cueste la salud y la vida de muchísimas personas que terminan enfermando y muriendo anónimamente mientras ciertos señores se hacen cada vez más ricos, y mientras el señor (Gustavo) Grobocopatel sigue difundiendo su perspectiva de la agricultura de precisión. Pero la única precisión que nosotros detectamos es la precisión con que se está enfermando y matando gente. El glifosato que es uno de los herbicidas más utilizados en Argentina, cada año se aplica – obviamente ahora la cifra es mucho mayor – aproximadamente 300 millones de litros o kilogramos de plaguicida, la mayor parte de glifosato”, aseveró el biólogo.
Finalmente, Raúl Montenegro destacó el seguimiento que los medios comunitarios alternativos y populares realizan de estas temáticas: “gracias a este seguimiento, vamos a multiplicar la visibilidad, porque no es que Barrio Ituzaingó Anexo, Córdoba o Chaco son lugares excepcionales, son simplemente lugares donde la gente, las mujeres, hicieron visible el problema, pero son miles las zonas que tienen la misma problemática”.