Desde su reclusión perpetua, Ricardo Cavallo intimida a fiscales y medios

En una de las audiencias del tercer tramo del juicio por la megacausa ESMA, Ricardo “Sérpico” Cavallo, ex agente de inteligencia vinculado con los vuelos de la muerte, mostró ante el tribunal fotos y notas periodísticas publicadas por La Retaguardia (medio integrante de la RNMA), con la intención explícita de deslegitimar a los fiscales Mercedes Soiza Reilly y Guillermo Friele. A este hecho se suma un grave episodio sufrido por Víctor Basterra, testigo y querellante en la causa y miembro de La Retaguardia. En la emisión del Enredando las mañanas del martes 9 de junio, Fernando Tebele describió estos hechos.

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En la emisión de Enredando las mañanas del martes 9 de junio, Fernando Tebele, integrante de La Retaguardia, afirmó que los hechos sucedidos durante la última semana del juicio por la megacausa ESMA son para preocuparse: “estamos ahora en las instancias previas a los alegatos. Entonces los imputados tienen la posibilidad de ampliar sus indagatorias, si es que quieren hacerlo. Ricardo Cavallo, alias Sérpico, fue uno de los jefes de la ESMA que se fugó en los primeros años de justicia en Argentina y se instaló en México, donde cambió su vida, su nombre y tuvo una vida pública en el poder. Él era funcionario y a través de imágenes televisivas algunos sobrevivientes comenzaron a reconocerlo y empezaron a pasarse la voz; fueron, lo reconocieron, e hicieron la denuncia. Cavallo fue extraditado de México a España, de España a Argentina y hoy está siendo juzgado. El miércoles (3 de junio) tomó la palabra y acusó a los fiscales de haber perdido la objetividad”.

“Los fiscales –continúa Tebele- van formando su opinión leyendo el expediente. Es más, su rol es acusar, por lo tanto ellos tienen que buscar las pruebas que den cuenta que los acusados están bien imputados en las causas. Sin embargo, Cavallo les cuestionó que han perdido la parcialidad, y en ese cuestionar hizo referencia a alguna nota que se le hizo a Guillermo Friele en Página 12, y después Cavallo dice: ‘y esto no fue un hecho aislado, podríamos decir que esto es parte de una campaña, porque también hace algunas semanas nos enteramos que hay una nota en La Retaguardia donde también Friele habla de mí y demuestra que perdió la objetividad’. Todo esto en la Sala AMIA en el subsuelo de Comodoro Py, donde hay un cañón para proyectar imágenes. Según se había establecido antes del juicio, las imágenes proyectadas tenían que ver con el objetivo procesal, es decir tenían que aportar algún dato probatorio, algo que tuviera que ver con que si el imputado era inocente o no”.

Para Tebele, la actuación de Cavallo es una demostración de que tiene alcance a material de inteligencia: “está condenado a perpetua en otros juicios, es decir que está preso, por lo tanto no tiene acceso a internet. Evidentemente tiene alguna estructura de inteligencia propia o acceso a estructuras de inteligencia que le permiten no solo leer lo que es fácil de leer, como Página 12, sino también acceder a otros espacios. Nosotros siempre hablamos que nuestros medios no son fáciles de encontrar, sin embargo estos tipos están enterados de que estamos. Y evidentemente es porque hay cuestiones de inteligencia alrededor”.

Tebele remarcó además que, durante su uso de la palabra, Cavallo no pidió la recusación de los fiscales: “es decir que no hizo todo esto como una estrategia judicial, lo hizo claramente como un apriete para los fiscales. Lo que nosotros creemos también es que en esa selección de entrevistas que les hizo a los fiscales, que no han hablado solo con nosotros, surgen dos opciones: una es que estos juicios tienen poca cobertura, cosa que es cierta y bastante probable, pero una segunda opción que al menos nosotros queremos plantear y no queremos descartar es que esa utilización material del programa Oral y Público que nosotros hacemos en la radio sobre los juicios a los genocidas, es porque en él participa Víctor Basterra, que no solo es testigo y querellante de esta causa, sino que es -podría decirse- el testigo clave. Hay algunos imputados que, si Basterra fuera el único testigo, estarían en condiciones de ser apresados. Su testimonio ha sido fundamental no solo por lo que ha contado, sino porque no hay posibilidad alguna de que estos tipos que fueron fotografiados ahí adentro digan que no estuvieron”.

Cabe recordar que Víctor Basterra no solo fotografió a los represores que actuaban en la ESMA, sino que además pudo sacar esas imágenes fuera del centro clandestino de detención, tortura y exterminio, lo que permitió que años más tarde se conocieran los rostros de los genocidas y fuera más sencilla su identificación y posterior juzgamiento.

En este punto, el integrante de La Retaguardia se refirió específicamente a Basterra: “él ha sido objeto de un hecho muy extraño en estas últimas semanas. Él está llevando la muestra de las fotografías que pudo sacar de la ESMA por todo el país y hace poco volvían de 9 de julio, de noche, e intentando pasar un camión, el camión les tiró todo el acoplado con la clara intención de sacarlos de la ruta; quien estaba manejando el auto en el que iban pudo mantener el control, se quedó atrás, y empezó a perseguir al camionero, que comenzó a dispararles con armas de fuego. Obviamente hasta allí podía ser un loco suelto en la ruta de los que hay montones lamentablemente, pero la persecución continuó intentando detenerlo, cosa que consiguieron hacer en un peaje. El tipo fue detenido por la policía, pero a partir de ese momento entraron en escena, según contó Víctor, cuatro policías de civil que se encargaron desde ese momento hasta la mañana siguiente en que el camionero quedó liberado, primero de que el tipo no sea detenido, y después que el tipo saliera. Cuatro policías de civil a la vista de todos intentando morigerar la pena para un tipo que podría haber generado que el auto saliera de la ruta y que estuviéramos hablando quizás de un accidente”.

“Si este fuera un hecho suelto –aclara el comunicador-, a uno le quedan dudas, pero cuando empezás a juntar cosas, la verdad que en el país de Jorge Julio López y Silvia Suppo, hablar de que estas cosas le puedan pasar a un testigo genera mucha preocupación. Por eso también aún sin tener evidencias de esto, simplemente pensándolo desde el sentido común, también entendemos que el hecho de que Cavallo haya mostrado una nota nuestra en particular tiene que ver con meterle presión no solo a los fiscales -que sin duda son el eje de la presión, porque además de las notas periodísticas había fotos de ellos participando de rondas de las Madres, de actos y charlas en universidades-, sino también un intento también de decirle a Víctor, ‘mirá que somos nosotros, seguimos siendo nosotros, y estamos cerca’”.

En este sentido, Tebele sostuvo que desde La Retaguardia entienden que esto no le ocurrió a Basterra por casualidad, como tampoco lo es que el sobreviviente de la ESMA participe de un programa que se realiza en un medio alternativo: “cualquiera de los medios que integramos la Red Nacional de Medios Alternativos y aún muchos que no están integrados a la Red, tienen esta lógica desde lo comunitario y lo alternativo de que los actores sociales son quienes estén al frente de los espacios de comunicación que podemos impulsar desde nuestros medios, y eso muchas veces genera este tipo de preocupaciones. Nosotros hemos sido tan cuidadosos con esta situación porque ya nos había sucedido alguna vez en una causa que tenía el juez (Roberto) Gallardo, en la ciudad de Buenos Aires, en la que los imputados habían intentado utilizar una entrevista que le habíamos hecho, para llevarlo a juicio político. Uno sabe que puede ser utilizado como herramienta y con ese antecedente cuando recién comenzábamos como medio en 2003-2004, es que nosotros siempre somos muy cuidadosos y sabemos que podemos ser utilizados por aquellos que queremos ver presos porque los consideramos genocidas”.

Tebele remarcó que, de todos modos, en las entrevistas de Oral y Público a los fiscales en la causa ESMA, Basterra no participa más que con un saludo: “él es testigo, es querellante y no queremos que pueda ser esto objeto de utilización en el juicio, como se intenta ahora. Creemos que el hecho de que haya un medio alternativo siendo tomado en esta causa no es casual sino que tiene que ver con nuestra razón de ser, que es que los actores sociales sean los protagonistas”, reiteró.

Juicio ESMA, último tramo

Durante el diálogo con Enredando las mañanas, Fernando Tebele se refirió además a la actuación del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 5, que lleva adelante el juicio por el tercer tramo de la Megacausa ESMA: “en el segmento en que Cavallo empieza a mostrar las fotos de los fiscales, Soiza Reilly intervino intentando recordar aquel acuerdo de que las fotos tenían que ver con el objeto procesal, que no se podía mostrar cualquier cosa. Pero el tribunal, en un signo bastante preocupante, decidió que Cavallo siguiera con su exposición. A esto le vamos a agregar otro dato preocupante que surgió en el día de ayer (lunes 8 de junio), que fue el rechazo del tribunal a ampliar los cargos de los imputados también a delitos sexuales”.

“La investigación de los delitos sexuales ocurridos durante el Terrorismo de Estado en Argentina –explicó Tebele–, como todo, ha recorrido un camino tipo de escalera, de ir escalón por escalón. En la mayor parte de los juicios, los delitos sexuales fueron tratados como vejámenes o torturas, es decir que estaban englobados en todas las vejaciones que sufrieron las secuestradas y los secuestrados, pero de un tiempo a esta parte las querellas y los fiscales van comenzando a proponer que los imputados sean imputados, además de por torturas y vejámenes, y desapariciones, por delitos sexuales puntualmente, que es un delito que está tipificado en el Código Penal. En algunos juicios, incluso, ya se han dictado sentencias donde se ha condenado a los imputados por delitos sexuales. En la causa ESMA los relatos comenzaron a aparecer tibiamente, porque también ha sucedido que las testigos se han animado muy de a poco a ir contando, pero aún hay muy pocos testimonios de varones que dan cuenta de los vejámenes sexuales sufridos. Hubo uno reciente en Córdoba, de un varón que explicitó todas las torturas sexuales que sufrió pero en el caso de las mujeres esto sí ha sido más frecuente. Entonces, como aparecieron varios de esos relatos en esta megacausa ESMA, la fiscalía y una de las querellas, que lleva adelante Justicia Ya!, pidieron que se ampliaran las imputaciones pero el tribunal lo rechazó, en un hecho que no deja de preocupar, porque estamos muy cerca del final del juicio. Yo estaba absolutamente convencido de que con el conjunto de testimonios terribles que hay en esta causa iba a ser muy difícil que alguno de estos imputados no sea condenado, además algunos de ellos ya tienen condena pero otros no. Hoy sigo pensando lo mismo, me parece que van a ser condenados, pero esta decisión del tribunal son de esos fallos que deja un antecedente fulero para lo que viene”.

Finalmente, Tebele destacó otro hecho trascendente de las últimas audiencias del juicio: “el jueves (4 de junio) habló otro de los imputados, que es un civil, Gonzalo Torres de Tolosa. Era secretario de un juzgado en aquella época y fue visto varias veces en la ESMA como parte de la patota, por eso está imputado. Él también pidió ampliar la indagatoria y lo primero que hizo fue pedir la detención de su abogado oficial porque -según dijo- hasta aquí no lo había dejado hablar y él quería hablar y entregó algunos datos de cómo fueron asesinados Mario Koncurat y Claudia Urondo, una de las hijas de Paco, y cómo sus dos chiquitos pasaron por un orfanato y él como secretario de un juzgado decidió entregárselos a los abuelos previa consulta con  el Tigre Acosta, el jefe de la ESMA, que no estaba de acuerdo con que se devolvieran los chicos a los abuelos. Entre tanto silencio, entre tanta inteligencia, que haya uno que haya entregado un dato -aunque no sepamos por qué lo hizo- me parece significativo e interesante”, cerró Fernando Tebele el diálogo con ELM.