Monte Maíz: los agrotóxicos en el ojo de la tormenta
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 30/04/2015
Durante marzo y abril, una noticia referida a la pequeña localidad cordobesa de Monte Maíz trascendió a nivel nacional. Se trataba de un informe elaborado por el equipo de la cátedra de Clínica Pediátrica, a cargo del médico Medardo Ávila Vázquez, acerca de la situación sanitaria del pueblo en el que, entre otros datos, se establece que los casos nuevos de cáncer duplican el promedio provincial y nacional. Sin embargo, lo que terminó de instalarla en el debate público fue la inédita resolución emitida el pasado 16 de abril por el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Médicas deslindándose y expresando su preocupación por el «negativo impacto» de la investigación. En la emisión del miércoles 29 de abril de Enredando las Mañanas, dialogamos sobre este tema con Fabiana Bringas, periodista e integrante del Colectivo Piratas x Tierra Mojada.
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El martes 28 de abril se desarrolló una audiencia pública en el Concejo Deliberante, de la que participaron vecinxs, productores, aplicadores e instancias de gobierno. Presidida por Ignacio Silva, titular del Concejo Deliberante, y con la participación en representación del gobierno provincial de Juan Cruz Molina Hafford, secretario de Agricultura, su objetivo era dar continuidad al análisis de un proyecto de Ordenanza presentada por la Red de Prevención Ambiental y por la Salud de esa localidad, en relación a las fumigaciones. A pedido de lxs vecinxs, se encontraban presentes también Medardo Ávila Vázquez, el ingeniero químico Marcos Tomassoni y el abogado Darío Ávila, ambos piezas clave del juicio a las fumigaciones en Barrio Ituzaingó del año 2012.
En el programa enredando las Mañanas del miércoles 29 de abril nos comunicamos con Fabiana Bringas, periodista e integrante del Colectivo Piratas x Tierra Mojada, quien estuvo presente en la audiencia, para comentar y analizar el proceso que se viene dando en esta localidad del interior provincial en torno a las fumigaciones con agroquímicos y la defensa de la salud y el ambiente.
Bringas rescató, principalmente, el camino recorrido por estas luchas, y el fortalecimiento de prácticas de construcción política y debate profundamente democráticas: «al menos para los que estamos en el tema desde hace muchísimos años, cuando se iniciaron los Paren de Fumigar en cada uno de los pueblos, de las comunidades, veíamos cómo se planteaba esta realidad, con tanto dolor, desde el sufrimiento, desde las enfermedades. Me parece que se ha avanzado muchísimo, y el estado de maduración que tiene esta comunidad de Monte Maíz, de maduración democrática y la valentía de enfrentar esto a pesar de las diferencias, me parece sumamente destacable».
Una de las cuestiones a destacar, sostuvo, y que diferencia a Monte Maíz de otras comunidades, es que en este caso «el intendente ha alcanzado un grado de maduración, la sensibilidad también y la sensatez de escuchar a los vecinos y de poner manos a la obra para sancionar una ordenanza que le ponga límites a las fumigaciones, atendiendo a los altos índices de enfermedades que se producen, las mortandades por cáncer, malformaciones, casos de infertilidad». Así es que «se encuentran los vecinos en la instancia de la sanción de esta ordenanza”.
La audiencia del martes por la noche tenía como fin continuar el análisis del articulado del proyecto de ordenanza que busca poner límites a la aplicación, manipulación y traslado de los agrotóxicos en el ámbito del pueblo.
«Hasta el momento –explicó Fabiana – se habían analizado los articulados hasta el punto 9, se retomó desde ahí en adelante, particularmente, hasta el 15. Precisamente, se hizo referencia ayer (por el martes 28) al transporte de las máquinas por dentro del ejido urbano de la localidad de Monte Maíz, el tema del lavado, que no pueden transitar por dentro de las calles de la comunidad». El debate fue, por momentos, tenso, «pero se escuchó, de muchísima convivencia y de gran tolerancia, fue muy fuerte, porque ahí encontramos a los vecinos, a los que se denominan ambientalistas, que son los promotores de esta ordenanza, pero están también los productores que son vecinos de ellos». Sin embargo, a pesar de la resistencia inicial, Bringas sostuvo que «finalmente se llegó a alcanzar a comprender que no puede haber otra prioridad que no sea la de la salud dentro de la comunidad. Que no se puede establecer un parangón entre la salud a un mismo nivel de la producción, que eso no resiste análisis, que está garantizado por nuestra misma Constitución Nacional».
Durante el debate, circularon distintos argumentos entre productorxs y vecinxs. Cuando uno de los productores argumentó: «hice más de veinte cursos sobre el manejo de fitosanitarios, se supone que yo estoy capacitado para hacer las aspersiones, las fumigaciones, ¿por qué me tienen que controlar?», una vecina le contestó con mucha claridad, que el hecho de que se haya formado no es suficiente, y que más allá de la confianza se necesitan controles e inspecciones. En ese sentido, Fabiana comentó: «se avanzó también sobre otra parte del articulado, que establece que van a ser controladas las fumigaciones. Va a haber inspectores, empleados de la municipalidad, que van a ser los encargados de controlar cada una de las fumigaciones que se hagan en los campos». Otra de las cuestiones que generó asperezas fue la referida al traslado y lavado de la maquinaria agrícola, que tendrá que hacerse fuera de las márgenes, de la localidad de Monte Maíz.
«No necesitamos la aprobación del decano»
Durante la audiencia, comentó Bringas, «uno de los ingenieros agrónomos que asesora a los productores preguntó por qué había sido desautorizado Medardo Ávila Vázquez y le pidió explicaciones acerca de por qué no habían recibido el apoyo del decano de la Facultad de Medicina, a lo que Ávila contestó que en la universidad se hacen investigaciones de manera constante, dentro de la Facultad de Medicina también, y no es necesaria la aprobación o desaprobación del decano de la facultad». El médico pediatra y ex subsecretario de Salud de la municipalidad de Córdoba señaló que en la Facultad de Medicina de Rosario se hacen este tipo de investigaciones de manera oficial y que ya se han hecho dentro del territorio de la provincia de Santa Fe 22 campamentos sanitarios similares al sostenido en Monte Maíz.
El debate en el pueblo, aunque haya llegado a oídos de gran parte de la sociedad cordobesa en estos días, data de mucho tiempo, y ha alcanzado, para la periodista, una profundidad y seriedad difíciles de encontrar.
Es lo que explica que, cuando se interpeló a Ávila Vázquez acerca de la posición de la facultad, lxs vecinxs pudieran sostener con determinación que no necesitan la legitimación de la Universidad Nacional de Córdoba para saber lo que están viviendo. «Se te ponía la piel de gallina cuando un médico urólogo –recordó Bringas–, que nunca antes había participado de estas instancias, contaba que en esta misma semana, recibió dos chicos de 13 años que tienen cáncer de testículo, que van a quedar infértiles para toda su vida, que, si se salvan, no van a poder ser padres nunca».
Al respecto, traía a la memoria el claro posicionamiento del embriólogo e investigador Andrés Carrasco, cuando, al difundir sus investigaciones en apoyo a las Madres de Barrio Ituzaingó, decía con claridad que no venía a «probar» nada, sólo a comprobar en laboratorio lo que las Madres ya habían dicho mucho tiempo antes.