Los motivos del paro del 31 de marzo
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 01/04/2015
La emisión del 31 de marzo de Enredando las mañanas se dio en el marco del paro de 24 horas convocado por varias centrales de trabajadores del país. Dialogamos con Claudio Dellecarbonara, delegado de la línea B de subterráneos, quien se refirió a algunos de los motivos por los que se sumaron a la medida de fuerza. Luego hablamos con Raúl Llaneza, secretario general de los trabajadores del Indec, a quien le consultamos – además de sus motivos para adherir al paro – sobre la vigencia de las patotas en el organismo y las consecuencias de las permanentes visitas del FMI.
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“Muy contundente” fue la forma en que Claudio Dellecarbonara definió el paro convocado por las CGTs que lideran Hugo Moyano y Luis Barrionuevo y la CTA Autónoma que encabeza Pablo Micheli, y que acompañaron diversos sectores de trabajadores.
El delegado de la línea B de subtes explicó que ellos ya habían votado en asamblea su adhesión a la medida: “entendemos que es un reclamo justo, genuino, más allá de que tengamos muchas diferencias con las conducciones de las centrales sindicales que lo están convocando, pero entendemos que el reclamo es muy justo y le sumamos otros reclamos que no están presentes, así que para nosotros es una oportunidad enorme de poder hacer escuchar la voz de los trabajadores sobre todo la voz que nadie quiere escuchar que es la de los reclamos genuinos de las bases. Estamos muy contentos por la masividad del paro y por la contundencia de la medida”, afirmó en diálogo con Enredando las mañanas.
En relación a sus motivos específicos para sumarse al paro, Dellecarbonara explicó: “al reclamo original de la derogación del impuesto al salario estamos sumando el reclamo contra las suspensiones y los despidos que se pueden ver en muchas ramas de la industria, como la automotriz, la metalmecánica, uno de los ejemplos es la autopartista Lear. Estamos sumando también el reclamo de los jubilados, ya que hoy en nuestro país más del 80% cobra la mínima, y el reclamo de paritarias sin techo para llegar a un salario digno, más cercano o que alcance la cifra de una canasta familiar, teniendo en cuenta que la mitad o un poco más de trabajadores en la Argentina cobran hoy menos de 5500 pesos. También sumamos reclamos de la juventud trabajadora que en su inmensa mayoría está precarizada con contratos basura, tercerizada, trabajan doce, catorce horas por día, por sueldos que son una miseria. También hacemos oír los reclamos de los trabajadores desocupados que son cientos de miles en todo el país. Nos parece que estos son reclamos muy sentidos por toda la clase obrera, que hay motivos de sobra para salir a parar hoy. Sobre todo lo que nosotros intentamos hacer con los cortes, los piquetes, con las convocatorias a las movilizaciones que hay en todo el país, es tratar de hacer activo un paro que en principio desde los que lo convocan no era más que un paro dominguero. Nosotros creemos que la fuerza de los trabajadores tiene que ponerse en las calles al servicio de alcanzar los objetivos que planteamos como reclamos, no hay otra forma y por eso también estamos exigiendo la continuidad de este plan de lucha para que no se quede solo en este paro de 24 horas como pasó años pasados, sino que hay que empezar ya a discutir si no hay respuesta cómo continuar con un nuevo paro de 36 horas en los próximos meses”.
A diferencia de medidas de fuerza anteriores convocadas por la CGTs Azopardo y Azul y Blanca, junto a la CTA Autónoma, a la de este martes se sumaron todas las líneas de subte y no solo la B: “por lo menos desde la línea B tomamos la decisión en asamblea, nos parece que este es el método más allá de lo que opine el delegado o algún dirigente del sindicato. Lamentablemente la mayoría de la comisión directiva de nuestro sindicato adhiere al proyecto del gobierno y tenía la posición contraria a parar, entonces no se hicieron las consultas como correspondía, no hubo mandatos en todos los sectores pero los trabajadores de la línea B no son muy diferentes a los de otras líneas, por eso en cada uno de esos sectores los trabajadores entendían que sumar nuestra voz y nuestro reclamo aprovechando este paro nacional”, señaló al respecto Dellecarbonara.
Desde algunos sectores que se opusieron a la realización de esta medida, la calificaron como un paro político. En este punto, Dellecarbonara aclaró: “todos los paros son políticos porque detrás de esa medida hay un reclamo de cambio de política y de rumbo, lo que pasa es que lo que intentan desde este y otros gobiernos es tratar de alguna manera de denostar o menospreciar o poner algún mote a la medida que es en realidad una medida genuina de los trabajadores, es la única medida que tenemos los trabajadores para expresar nuestro derecho a organizarnos, a votar y a llevar adelante medidas, no hay otra forma. Lo sabe muy bien (Aníbal) Fernández, (Axel) Kicillof, saben muy bien que los paros son políticos porque persiguen cambiar algún tipo de política que afecta los intereses en este caso de los trabajadores, y nos parece genuino que así sea, no hay otra forma de cambiar la realidad. Lo que intentan en este caso desde el gobierno es tratar de generar un manto de duda sobre la medida pero en realidad lo que estamos haciendo los trabajadores es aprovechar una oportunidad enorme para hacer escuchar nuestra voz en contra de lo que opinan los dirigentes de las centrales sindicales, tanto las opositoras como los oficialistas que cuando se acuerdan de hacer alguna medida en general sucede cuando les conviene en forma personal o algún proyecto político que defienden que en general no tiene nada que ver con los intereses de los trabajadores; por eso nosotros, desde donde estamos, impulsamos asambleas, que los trabajadores se organicen en forma independiente con un método democrático, asambleario para tener una alternativa a estas dirigencias que lo único que han hecho es llevarnos a esta situación que estamos viviendo los trabajadores hoy en día”.
Hacia el final de la emisión del Enredando las mañanas, dialogamos con Raúl Llaneza, secretario general de los trabajadores del Indec, quien también se refirió al acatamiento al paro de los empleados del organismo: “desde los compañeros de ATE Indec adherimos al paro. En muchos casos, los compañeros adhieren al paro convocado por ATE, un paro que adhirió nuestra central que lidera Pablo Micheli. No hay que olvidarse que el Indec está intervenido, que hay aún nombradas por decreto autoridades de facto que en su momento, en 2007, desplazaron a quienes estaban designadas ahí. Esto empezó con la salida de la profesora Graciela Bevacqua del Indec. Si bien estamos lejos del pago del piso imponible del impuesto a las ganancias, todos ganamos muy poco en promedio, hay una gran precarización laboral, diría que el paro es importante dentro del Indec. Seguramente las autoridades lo van a disfrazar dentro de una figura que se llama ‘fuerza mayor’, que es que el paro no es paro sino que la gente no puede venir porque, como dice el gobierno, se le impide a los trabajadores viajar y trabajar libremente”.
En relación a la falta de libertad para trabajar en lo cotidiano dentro del organismo, Llaneza se refirió a las patotas que aún se encuentran en el Indec: “en abril de 2007, en plena intervención se impugnó a nuestra junta interna, a nuestra comisión gremial de ATE en el Indec, y elaboraron por pedido del Ministerio de Trabajo un informe en donde dijeron que nosotros éramos 1152 trabajadores, hoy pasamos holgadamente las 2000 personas, entre las personas que entraron hay fuerzas de choque. En principio eran hombres y luego también entraron mujeres, cuya única función era la de amedrentar a los trabajadores que participaban de nuestras asambleas, nuestras actividades gremiales. Hoy esa patota está dentro de las casi mil personas que entraron al Indec con lo cual siguen estando. Es una patota a la que le pagamos todos nosotros entonces es muy difícil cuando uno habla de normalización como lo hacían a principio de año los grandes medios de comunicación que afirmaban que con este nuevo índice de precios al consumidor nacional urbano iba a cambiar algo, y se montó toda una operación de prensa para decir que el Indec se estaba normalizando. Pero siempre dijimos y mantenemos que cualquier normalización del Indec tiene que venir de la mano de sacar a la intervención, a su patota, y devolverles a los trabajadores sus puestos de trabajo y empezar a recuperar de alguna manera la confianza pública. Sin esos hechos que son fundamentales, obviamente es imposible cambiar nuestro normal desenvolvimiento. Es un organismo público y a veces se pierde de vista, el Estado es administrado por los gobiernos de turno, pero nunca pueden apropiarse de él”.
También se le consultó a Llaneza sobre la visita que funcionarios del Fondo Monetario Internacional realizaron al organismo mientras se elaboraba este nuevo índice de precios: “claramente el FMI nunca fue un organismo internacional que facilite las cosas a los trabajadores –aseveró–, todo lo contrario, quiere cobrar de alguna manera la deuda que tienen los pueblos subdesarrollados, o en desarrollo. Nosotros denunciamos en su momento que no queremos la injerencia del FMI porque aparte no hace estadísticas, se puede dedicar a otra cosa como a apretar pueblos para que paguen esas deudas que son abismales y poco claras respecto a quién las generó, como es el caso de la nuestra. Nosotros denunciamos y lo hacemos cada vez que vienen, porque a menudo vienen a ver cómo va ese nuevo índice de precios al consumidor, entonces salimos públicamente a denunciarlo, en la calle y a los medios”.
En cuanto a las tareas pendientes en el organismo, que se suman a los reclamos realizados por los trabajadores del Indec en el marco del paro de este 31 de marzo, se encuentra la elaboración de una canasta que permita definir los índices actuales de pobreza e indigencia: “hay que hacer un buen relevamiento de precios, para poder decirle a la gente qué nivel de pobreza hay. En el sitio www.ateindec.org.ar está nuestro libro ‘No Somos Cómplices de la Mentira’, que se puede bajar legalmente. Allí está nuestro informe del primer semestre, un ejercicio del dato de pobreza e indigencia que el Indec hace tres semestre no está dando. Y eso no es para no estigmatizar sino para no hacerse cargo que con tantos años de, como decían, viento de cola este gobierno despilfarro una millonada de pesos y no hizo lo que debería hacer que es generar empleo genuino, darle a los trabajadores trabajo estable, pase a planta permanente y obviamente el tema de quienes se jubilan. Se han jubilado muchos nuevos trabajadores aún aquellos que no tenían aportes y creo que la materia pendiente es dar el 82% aún cuando digan que no hay caja para hacerlo”, cerró Raúl Llaneza el diálogo con Enredando las mañanas.