Los vecinos de Glew se organizan frente a la imposibilidad de acceder a la vivienda
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 03/10/2014
Desde el lunes pasado, 120 familias ocupan un predio en la localidad de Glew, partido de Almirante Brown, debido a la imposibilidad de acceder a una vivienda digna. En la emisión de Enredando las Mañanas del 3 de octubre dialogamos con Federico Fagioli, vecino del barrio, sobre cómo están llevando adelante la toma.
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Enredando las Mañanas: ¿De dónde surge la iniciativa de tomar el predio y cómo se vienen desarrollando los hechos desde el lunes pasado hasta hoy?
Federico Fagioli: Todo surge a partir de la crisis habitacional que vivimos en el país y, particularmente, en la provincia de Buenos Aires, donde estamos ahora. La inflación y la especulación inmobiliaria evitan que cualquier trabajador pueda acceder a una vivienda digna y que, entonces, tengamos que pagar sumas exorbitantes de dinero para poder alquilar.
Eso detonó en que la necesidad de acceder a una vivienda sea muy fuerte, ya que no solo no podemos pagar el alquiler sino que nos cuesta poner arriba de la mesa el plato de comida. Por lo tanto, con los vecinos de Almafuerte -barrio que linda con el predio que nosotros denominamos Pueblo Unido- decidimos entrar al lugar y expresar allí la necesidad de acceder a la vivienda y la imposibilidad que tenemos. Además de intentar abrir una negociación con el municipio, con Nación y con los propietarios para acceder a la tierra de esta forma, que entendemos que es la única posibilidad que tenemos de acceder a una vivienda digna.
ELM: ¿Hubo alguna respuesta institucional durante el transcurso de esta semana?
FF: Hasta el momento hemos tenido un diálogo casi nulo con la intendencia. El poco diálogo fue de dos minutos en el momento en el que ingresamos al predio y se acercó una abogada para decir que nos teníamos que ir.
Por eso estamos trabajando para que, a través de otros organismos, organizaciones sociales y de la Defensoría del Pueblo, se forje una reunión entre todas las partes para poder empezar a discutir como resolvemos esto.
Estuvimos ayer y antes de ayer en reunión con la Comisión Nacional de Tierra y con la Defensoría del Pueblo y la voluntad de esas partes es ayudarnos en lo que puedan.
ELM: ¿Y Cómo están organizados los vecinos en relación a la seguridad, la comida y para que el día a día se haga más llevadero?
FF: Hubo procesos para trabajar en eso porque nosotros creemos que, además de la toma y el acceso a la vivienda, es necesario construir un barrio digno, lo que no significa solo como cada uno viva en su casa, sino las condiciones del barrio, que no haya ningún tipo de negociado ni nada por el estilo. Nos hemos podido organizar todos con lotes del mismo tamaño y hemos dejado una parte importante del predio para desarrollar actividades culturales, como una canchita, un centro comunitario, un jardín, entre otras cosas.
Lo que también veo es una fortaleza muy grande de los vecinos, se respetaron mucho a los delegados y se formó una suerte de comisión directiva. Además, estamos en asamblea permanente para ir discutiendo la poca información y los avances que vamos teniendo. Es muy fuerte el trabajo que se hizo y eso evitó que nos liberen la zona y que otros vengan a hacer quilombo. Nos hemos organizado muy fuertemente en materia de seguridad y todo el barrio está bloqueado para no permitir que acceda alguien que quiera perjudicar a los vecinos. Con unidad vamos desalojando a aquellos que hayan ingresado con alguna intención negativa como especular con la tierra o venderla. A esa gente en el barrio no la queremos, le damos lugar a quienes tienen realmente la necesidad.
ELM: ¿Cómo se organizan frente a estos días de lluvia y frío?
FF: Estamos todos en ranchos bastante precarios, pero la organización fuerte interna nos permite entre todos darnos una mano. Estamos viendo de movernos para conseguir algunos materiales y reforzar los ranchos más débiles o aquellos que el viento tiró. Pero vamos a ver entre todos como construimos los ranchos y pasamos estos días de lluvia sin mojarnos ni enfermarnos.