Detrás de las inundaciones: corrupción, deforestación, represas y refugiados
Escrito por Red Nacional De Medios Alternativos el 02/07/2014
En la emisión del martes 1º de julio de Enredando las Mañanas nos comunicamos con las provincias de Formosa y Misiones para conocer la situación tras la crecida de los ríos Uruguay, Paraguay y Paraná. Carlos Tolosa, educador, agremiado en Voz Docente, afirmó que las inundaciones en Formosa son recurrentes y que los damnificados están fuera de las barreras urbanas levantadas para proteger una parte de la ciudad. En tanto, Rulo Bragagnolo, integrante de la Mesa No a las Represas, se refirió a las causas que provocaron las inundaciones que dejaron a miles de evacuados en Misiones.
Carlos Tolosa, educador, agremiado en Voz Docente de Formosa.
AUDIO descargar
Enredando las Mañanas: ¿Cómo está la situación en la provincia?
Carlos Tolosa: Para entender un poco la cuestión hay que decir que nosotros acá en Formosa tenemos casi 180 kilómetros de ribera del Río Paraguay, y cuando el río crece todas esas riberas, terrenos aledaños, se inundan. Lo mismo ocurre con las islas porque el Paraguay en esa zona tiene muchas islas que están habitadas, de modo que con la creciente también se inundan las islas y las personas, los bienes que hay ahí. Ahora el río creció bastante, ha inundado muchos sectores, de modo que debe haber en la provincia por lo menos 8.000 evacuados, muchos de ellos autoevacuados. También hay que saber que tanto en la ciudad de Clorinda como en la ciudad de Formosa hay barreras contra la inundación, de modo que lo que se inundan son los terrenos que están fuera de esas barreras ya yendo al río, ahí justamente se colocan a vivir muchas familias muy pobres, indigentes, excluidos, que no tiene dónde ir. Cuando llega el momento de la crecida, los afecta, convirtiéndolos en más víctima de lo que son, ya que son víctimas de la sociedad que los excluye y víctimas también del desastre de la naturaleza. En Formosa, el gobierno lo que ha hecho es refugiarlos en unos conglomerados de casillas de cartón de cuatro por cuatro, que nosotros decimos que son violatorias de los derechos humanos, son indignas de cualquier condición. Ahí reina la lluvia, porque siguió lloviendo, además del viento, el frío y la humedad, porque son casillas de cartón sobre un terreno natural, lleno de humedad, ponen plásticos negros para tirar los colchones al piso. Hay letrinas, no hay baños.
ELM: Este tipo de inundaciones también ha pasado otras veces, casi todos los años.
CT: Sí, pero esta es una grande, de las que suceden más o menos cada ocho, diez años. Después sí, hay un crecimiento normal todos los años pero que no afecta a la mayoría de los que viven en la zona ribereña. Desgraciadamente el gobierno los está victimizando a todas estas personas, no hay chico que no tenga toda la zapatilla húmeda, las enfermedades respiratorias están a la orden del día, ha habido seis parturientas en estos días que las tuvieron que evacuar a los hospitales de la zona, y que después seguramente tendrán que regresar, de modo que no es buena la condición en que el gobierno está teniendo a estas personas. Yo estuve visitando algunas de estas casas de cartón y hay familias que son de ocho integrantes y me mostraron dónde están y no hay puertas ni ventanas, son cortinas, que con el frío que está reinando ahora eso es bastante serio y grave, la casilla es casi como una carpa porque solamente está llena de colchones, porque duermen en el suelo, no hay lugar para camas y llenaron el suelo de la casilla con colchones y duermen de esa manera. Es realmente inhumano el trato que la provincia le está dando a los refugiados como les decimos nosotros, son una especie de concentración de gente realmente en condiciones muy lamentables. Nosotros como gremio hemos pedido que se adelante una semana el receso escolar, de modo que se pueda llevar a estas personas a las escuelas donde pueden pasar esta temporada de frío y lloviznas por lo menos hasta que empiecen las clases, y calculamos que para esa fecha ya va a bajar el río y van a poder volver a sus lugares.
ELM: ¿Considerás a todos los evacuados como refugiados?
CT: Sí, por las condiciones en las que están. El gobierno ha hecho tres refugios, son conglomerados de 200, 300 casillas, una al lado de la otra, sin baños. Los vecinos hicieron una letrina, clavaron cuatro estacas de madera de pino, pusieron cuatro chapas de cartón y eso es a cielo abierto, todo a la intemperie. Y ahora como han habido quejas, el gobierno ha llevado a algunas familias a los salones del regimiento y otras a un club policial, se las resguardó ahí porque se rompió una barrera secundaria y el agua entró de golpe y afectó como a 30, 40 familias que todavía estaban ahí. Sucede que se hace una barrera y como mucha gente se pone para el lado del río, el gobierno en algún momento le hizo una segunda barrerita, diríamos secundaria, y esa es la que rompió anoche (por el lunes 30), de modo que se pueden imaginar la desesperación de esa gente, que tuvo que salir disparando con sus hijos en brazos porque se les venía un metro de agua a las viviendas. Encima son viviendas precarias, muchos de ellos están enganchados en la luz, hay cables colgando, realmente fue un momento terrible para esa gente. El ejército y la comuna trasladaron a esas familias a un polideportivo policial que queda cerca.
ELM: Vos contabas que cada ocho, diez años se producen este tipo de inundaciones, pero una vez que suceden ¿hacen algo para remediarlo, para mejorar la situación?
CT: Acá el gobierno municipal tiene un plan al que llaman pomposamente “de urbanización”, de los asentamientos donde hay gente en casillas de cartón, chapa, plástico, se la traslada a un lugar donde se les da un terreno y una pieza de ladrillo de cuatro por cuatro. Eso es lo que se estuvo haciendo, por supuesto terminan todos hacinados.
ELM: Pero los ponen, por decirlo de alguna manera, dentro de la barrera…
CT: No, quedan adentro de la ciudad. A las personas que están evacuadas, como ha habido muchas quejas y malestar por las condiciones en las que están, ahora les están prometiendo que les van a construir esa urbanización para que ellos salgan del río y vayan a esos lugares donde el terreno es de 10 x 30, además de una pieza de cuatro por cuatro. Hay nuevas generaciones de excluidos, sacan a unos, pero de afuera ya vienen otras generaciones que no tienen dónde ir y vuelven a ocupar esos lugares del río que son bajos. Ellos son víctimas y acá no hay funcionario, concejal, ministro que cuando aclara para evitar asumir responsabilidades no diga que se trata de personas que viven en lugares prohibidos. Son víctimas sociales, de la inundación, y resulta que desde el gobierno los hacen victimarios de sí mismos. Según el gobierno no tendrían por qué vivir ahí.
ELM: Además ponen la situación casi en un tema de voluntad.
CT: Acá también ha ido el canal oficial a los asentamientos, que ya de verlos es como para salir a gritar a todo el mundo, y es como un show, les hacen hablar a las personas que están en medio del barro, del agua, en esas condiciones, y que digan que están bien, que son atendidos, que el gobierno les lleva mercadería, como si pudieran decir otra cosa, porque temen también que después haya represalias y los saquen de las listas de apoyo, de ayuda. Es un desastre. Desgraciadamente acá siempre hubo inundaciones, pero nunca se los trató así. En otras inundaciones se los llevó a las escuelas, a galpones, a salones, esta es la primera oportunidad que nosotros estamos viendo este tratamiento que se le da a los refugiados víctimas de las inundaciones. Después en Clorinda, sucedió un hecho terrible, trágico, producto de la corrupción, ahí también tienen barreras contra la inundación, pero como el río crece, el agua de lluvia que cae en la ciudad, lo mismo que en Formosa, desagota en el río Paraguay, y tiene desagües pluviales, pero cuando el río crece ese desagüe se lo tiene que cerrar porque el río amenaza entrar por ahí a la ciudad, entonces con el agua de lluvia cuando se junta, se usa un sistema de bombeo para tirar el agua de lluvia hacia el río, por arriba de la barrera. Bueno, en Clorinda hace unos días llovió 200 milímetros en poco tiempo, el agua que se juntó era terrible, y las bombas nunca funcionaron, entonces en la ciudad de Clorinda, que tiene 40.000 habitantes, había un metro y medio de agua en las casas, en toda la ciudad. Digo que esto es una cuestión de corrupción porque la provincia le entregó a una empresa privada la vigilancia y el mantenimiento del sistema de bombeo, que nunca se hizo. Esa empresa es propiedad a través de un testaferro del senador (por el Frente para la Victoria, José Miguel Ángel) Mayans, que está en Buenos Aires, toda la ciudad sabe quién es quién, y se sabe que la empresa que se llama Loma Hermosa es propiedad del senador Mayans a través de un ingeniero. Ellos cobraron ese contrato de mantenimiento de las bombas de las máquinas y evidentemente no las mantuvieron, no las controlaron, no las probaron a pesar de que estaba lloviendo mucho y el río estaba creciendo, entonces en el momento en que se las necesitó cuando empezó a llover 200 milímetros, las bombas no funcionaron y se acumuló en toda la ciudad un metro y medio de agua. Por suerte no hubo víctimas, muertos, y ya el gobierno mandó una nueva bomba, que aparentemente ya está desagotando toda la ciudad.
Rulo Bragagnolo, integrante de la Mesa provincial contra las represas.
AUDIO descargar
Enredando las Mañanas: ¿Cómo está la situación en Misiones?
Rulo Bragagnolo: Gracias a las redes sociales, se puede tener un panorama de lo que aquí está sucediendo, no es lo mismo ver sentado en un lindo sillón desde la computadora esto, que estar aquí en los lugares donde realmente está el daño. Sentir el frío del agua, agua que ya viene roja por tantos otros motivos, y ver la angustia de la gente que silenciosa va sacando sus cosas, ayer (por el lunes 30) empezó a bajar el río. No es nada fácil y es realmente increíble ver o imaginarse que pueda suceder en una zona como la nuestra, donde hay tanta selva, donde estamos con mucha altura
ELM: ¿Estás inundaciones tienen todos los años esta magnitud o no son habituales?
RB: Esto que se está viviendo ahora es extraordinario. Tengo 46 años, no vivo al lado del río, pero lo veo siempre, lo visito, y desde niño no recuerdo haber visto semejante inundación. Sí en el ’82, ’83, que el Paraná se desbordó, el Uruguay también hizo lo suyo, pero desde que existen estas represas en el Río Uruguay la historia ha cambiado, porque nos decían compañeros nuestros que también están trabajando muy fuerte del lado brasileño con las represas que ellos ya tenían un sistema de alerta con algunos compañeros río arriba del Uruguay, en el Brasil, que le avisaban cuándo las compuertas de la represa abrían. Esto daba tiempo a algunos comerciantes a sacar la mercadería y guardarla. Esto hace treinta años atrás no se vivía, considerando obviamente que las crecientes son un fenómeno natural que se ha dado siempre en los distintos ríos, pero no cabe ninguna duda que la construcción de represas de alguna manera influye en esto, y ni hablar de la desforestación y de todo lo que se está hablando tanto en las redes sociales como en los distintos textos que uno va leyendo de gente que realmente conoce el tema, este fenómeno de deforestación por el modelo extractivista, la expansión agroindustrial que se ha hecho en la alta cuenca en este caso del Río Uruguay, también del Río Paraná, ha dañado tanto que la naturaleza empezó a mostrar sus dientes. Tristemente uno tiene que agachar la cabeza cuando lamentablemente no se han tomado las decisiones políticas previendo este tipo de cosas muchos años antes, estudiando modelos productivos, que sean más amigables con el ambiente, y acá están las consecuencias. El agua no distingue ricos de pobres, y avanza, manda.
ELM: Vos integras la Mesa Provincial contra las Represas, recién dijiste que el agua no distingue ricos de pobres, y me hace pensar que en algunos lugares los más pobres son los que más damnificados están. En Misiones, en este caso, afecta a todos.
RB: Sí, igual no sé si está bien comparar sensibilidades, pero la sensibilidad de una persona que determina el destino de un río sentado en un quinto, sexto piso en una oficina de la gran ciudad donde tiene todos los beneficios no es la misma que la sensibilidad del ribereño que disfruta del río, consume lo que hay en el río y tiene otro estilo de vida. Al río lo veo como un amigo y no como un combustible de represa, por ejemplo. Son dos sensibilidades y lamentablemente la sensibilidad más fuerte, y hablo en sentido irónico, es la de esa persona que está allá en el edificio alto diagramando una estrategia política, económica, y viendo los commodities y cómo ir pergeñando esta perversa trama que sin duda es parte de este plan IRSA, donde las represas juegan un rol fundamental, y esto es lo que ya se está anticipando, así que no nos vengan con el cuento de que El Niño, La Niña, que es cierto que son fenómenos naturales, pero no es casual que en este tiempo hayan sucedido este tipo de cosas en nuestra región. En cuanto a la Mesa Provincial, sí, nosotros somos el Grupo Ecológico Cuña Pirú, miembros fundadores con otras tantas organizaciones, hoy ya llegamos a más de 45 organizaciones en un colectivo social de la provincia, que se llama Mesa Provincial No a las Represas, y estamos trabajando fuerte para que en esta región se deje de hablar de las grandes represas, tenemos una ley que ha sido sancionada por la Legislatura provincial en 2010, estamos exigiendo el cumplimiento de esa ley, que básicamente apunta a que toda obra hidroeléctrica que se pretenda construir en la provincia o que la afecta sea consultada previamente por el pueblo misionero. La están violando nuestros propios dirigentes, nuestros propios representantes, y nosotros lo que simple y llanamente queremos, como lo pedimos el año pasado en esa caminata de río a río de 160 kilómetros, es ser consultados y decidir nosotros el destino que queremos para nuestra provincia. En ese objetivo estamos ahora, que haremos una consulta abierta del 20 al 26 de octubre en Misiones.
ELM: Recordábamos esa caminata de la que también participó Adolfo Pérez Esquivel, el año pasado. Una caminata que tiene que haber sido impresionante, estas cosas que conmueven porque hubo un recorrido a campo abierto en contra de estas represas y de este modelo.
RB: Ustedes me hablan de esto, y la verdad que me emociona porque hasta mi padre que tiene 77 años se caminó todo y así tantísima gente que se ha sumado en los distintos tramos de ruta, hemos caminado, hemos hecho nuestra propuesta, nuestro proyecto de ley, hemos presentado en la Legislatura poniendo fecha para el plebiscito, nadie dio bolilla, hay una indiferencia tan soberbia en la dirigencia política nuestra, en nuestra propia presidenta mandando hace un tiempo a Julio de Vido a hablar cuando las Cataratas del Iguazú se estaban llenando de agua. El ministro de Planificación hablaba de la necesidad de reflotar el proyecto hidroeléctrico Corpus, ya rechazado en 1996 por nueve de cada diez misioneros. Caraduras, qué se creen para venir a definir nuestro destino, alardeando con estos megaproyectos que sabemos que son grandes negocios para ellos mismos. Ni nuestros hijos, que tienen 10, 12 años, creen en este tipo de versos. Hoy estoy terminando una nota que la voy a publicar con mucho dolor sobre si tienen realmente sensibilidad, corazón, qué es lo que les está pasando. En esta nota pregunto dónde está Monsanto, dónde está la presidenta, por qué no decreta que los fondos destinados para estos estudios de impacto ambiental, social y tantos otros versos que están haciendo, no los usan para ayudar a la gente inundada que está padeciendo ahora el Río Uruguay, no va alcanzar la plata para poder cubrir las necesidades materiales, porque las otras no se cubren con dinero, dónde están los responsables de las grandes desforestaciones que hoy tienen forestaciones de monocultivo, en la cuenca del Brasil, es hora de sacarles las máscaras y que se pongan en serio. Y a nuestros gobiernos que tanto hablan del Mercosur, que se dejen de pensar en un Mercosur mercantilista, económico, que todo sea el dinero y una suma de palabrería en todos estos encuentros, y que hagan de una vez por todas un Mercosur popular, donde podamos pasar el río sin problemas, sin ser controlados como delincuentes cada vez que tenemos que pasar la Aduana.