No se negocia el agua de Mendoza

 

A las 9 horas en Vicente Zapata y Costanera, uno de los principales nudos viales de Mendoza, empezaron a llegar los manifestantes; concurrieron desde distintos lugares de la provincia con sus carteles, banderas, silbatos y tambores. Todos y todas estaban ahí para decir NO a la aprobación del proyecto megaminero San Jorge. Los minutos transcurrían y el número de personas aumentaba, así como el constante chinar de bocinas y dedos pulgares para arriba, que expresaron la adhesión popular en relación a esta lucha, una lucha que compromete nuestro presente y futuro.
Alrededor de las 11 horas se organizó la columna para recorrer las calles capitalinas, con la única consigna que convocó a amplios sectores de Mendoza: No a Minera San Jorge y No a la criminalización de la protesta. Las asambleas del Valle de Uco, de Alvear y de Uspallata con sus banderas marcharon en conjunto con organizaciones sociales, sindicales, políticas, estudiantiles, culturales, campesinas y personas no organizadas en algún partido o asamblea,-exactamente al contrario de lo que difundieron las empresas mediáticas-. “No a la mina, la mina contamina” fue uno de los cánticos que acompañaron la marcha, la cual recibió gran adhesión de los transeúntes, que en algunos casos se incorporaron al recorrido. Así amaneció Mendoza ese martes en el que alrededor de 3000 mendocinos y mendocinas, decidieron salir a la calle y pelear como corresponde, cuestionando duramente el modelo económico que el kirchnerismo eligió como plato fuerte.

 

  

Desoír la voz del pueblo
Es necesario recordar que minera San Jorge tiene como objetivo la extracción de oro y cobre utilizando entre 97 a 141 litros de agua por segundo, en una provincia que este año sufre una preocupante emergencia hídrica, pero que desde hace años viene sufriendo disminución en los caudales de sus ríos.
Desde hace dos años el pueblo de Uspallata viene sosteniendo la lucha contra la instalación de esta empresa, en la que de muy diversas formas a hecho sentir su opinión, su rechazo a San Jorge y se ha comprometido a informar a las y los mendocinos las consecuencias de un proyecto megaminero en la cordillera, tarea que han encarado en conjunto con las demás asambleas socioambientales de la provincia. Una instancia de gran importancia fue la audiencia pública realizada el 26 de octubre del año pasado en el valle uspallatino, donde el 75% de los mendocinos y mendocinas dijeron NO a la megaminería, NO a este proyecto. Al respecto las asambleas afirman que “los políticos están poniendo por encima los intereses de una empresa privada sin importar lo que le está diciendo el pueblo. El pueblo de Uspallata dijo que no, el pueblo de Mendoza entero hoy está diciendo que no. Mendocinos es hora que nos pongamos a cuidar el agua, estamos hartos de los dobles discursos, están diciendo todo el tiempo que estamos en emergencia hídrica, que tenemos que restringir nuestro consumo y después están entregando millones de litros de agua diarios a estas empresas mineras”.

 

En la calle Mendoza dice NO!
La marcha llegó a Tribunales Provinciales para hacer saber que no quiere este proyecto y que considere la acción de amparo colectivo, presentada por la organización ambientalista Oikos. La medida es contra el Gobierno y pide que se declare inconstitucional la Resolución conjunta N° 19/2011 de la Dirección de Minería y la Dirección de Protección Ambiental, debido a las irregularidades de procedimiento Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Después se siguió el recorrido hasta la Legislatura, ya que la Cámara de Senadores comenzaría a sesionar sobre la DIA y algunos legisladores recibirían el petitorio que expresaba la única moción que convocaba a los manifestantes. La llegada superó las expectativas, ya hartos/as de no ser escuchados/as ni representados/as se ingresó al recinto parlamentario, se copó la legislatura y la voz del pueblo se hizo escuchar en el lugar donde históricamente se toman decisiones y se hacen negociados que dejan de lado la voluntad y los intereses de las grandes mayorías de la población.

 

 Es importante detenernos en este hecho, no porque consideremos que este sea el punto nodal de lo que pasó el martes, si no porque entedemos que la perspectiva debe ser compleja y colectiva, recogiendo diferentes puntos de vista y aportando para el análisis de nuestra Mendoza.

Ese mismo día, dentro de la Legislatura, muchos/as empezaron a temer sobre las “repercusiones” que un acción como esta podía tener en las empresas de información (tan afines a cualquier otra empresa y funcionario político, tan en contra del pueblo). Lo cierto es que eso pasó como pasa siempre. Las empresas mediáticas encontraron un punto interesante que ayudaría a desviar el debate, a confundir a la sociedad no movilizada, a endurecer los discursos hegemónicos de mano dura contra quien se organiza, a criminalizar la protesta. En definitiva, a trabajar para mantener las cosas en orden, en su orden, dejando claro qué intereses defienden y de qué lado de la historia están.
Y si de violencia se trata intentemos ir un poco más al fondo de la cuestión, sin justificar, sin prejuicios, sin miedos. Más allá de lo que puede haber estado organizado o de lo que esperaban las asambleas socioambientales, en la calle había bronca y mucha energía. Y cuando eso se multiplica por miles, es lógico que el enojo que genera el ninguneo y la repartija de nuestros bienes comunes entre empresarios y políticos, se potencie, se exprese, se canalice.

Desde el Noticiero Popular, nos preguntamos de qué violencia hablan los medios de des-información de la provincia, de qué destrozos, de qué “desmanes”. Es que acaso ¿no es violento que el Estado invente y reinvente una y mil formas para mantenernos atados, quietos, dispersos? ¿no es violento que el gobierno nacional defina un modelo económico basado en la explotación de las personas, el saqueo y la contaminación de la tierra y el agua, los agronegocios? ¿no es violento que a lo largo y ancho se haga propaganda política con “los derechos humanos” y se desconozca por completo qué valor tiene -o debería tener- esa frase hacia el interior del campo popular? ¿de qué derechos? ¿de qué humanos?
Varios días hemos tenido para hojear diarios, escuchar radios, mirar la tele. Repugnante. Mentiroso. Indigno. Colaboradores de un sistema injusto que escriben y hablan a sueldo, usando su maquinaria para invisibilizar la lucha y silenciar los gritos del descontento popular. Es llamativo que estén tan preocupados por la rotura de algunas sillas y mesas (resta decir que es obvio que si miles de personas entran a un espacio reducido, daños de ese tipo, iban a suceder) pero que de la cordillera, el agua y la tierra no digan una sola palabra… dificil que lo hagan teniendo enormes sumas de dinero sobre la mesa, de la mano de la misma empresa minera y de los funcionarios de esta democracia mentirosa que aprovechan el momento para trepar un escaloncito más.

 Daniel, de la Asamblea de San Carlos, tomó el aire por asalto y expresó estar profundamente emocionado “porque lo que soñamos siete años fue esto, que la gente de Mendoza este acá… En San Carlos, en Alvear, en Tunuyán, en aquellos pueblos aprendimos a ser algo que lo hicimos en la ruta y aprendimos a sesionar, sesionamos como asamblea. Esta Legislatura debería representar al pueblo de Mendoza, entonces yo voy a poner a consideración de los aquí presente, verdaderos dueños de Mendoza, creo que la única moción que hemos traído… quiero mocionar por la Declaración de Impacto Ambiental de San Jorge, esa mentira administrativa y política, los que estén por la negativa de aprobarla levanten la mano (…) Hoy legislamos directamente y esos legisladores que deberían representarnos tendrían que saber que en una democracia directa la gente ya votó: NO A LA MINERÍA SAN JORGE”.