Repercusiones en Paraná luego del 25º Encuentro nacional de Mujeres

Durante el desarrollo del Encuentro, los medios de comunicación mostraron el lado humanitario de las mujeres, que con sus testimonios mostraban verdaderos ejemplos de lucha. Sin embargo, una vez finalizado el encuentro que movilizó a más de 30 mil mujeres de todo el país y parte de América latina, las empresas de noticias locales se encargaron de criticar a la organización y a las actitudes de las mujeres en cuanto al cuidado de la ciudad. Que se pintaron paredes, edificios, calles y carteles es verdad; que se rompieron algunas flores en las plazas, también es verdad. Lo que no es verdad, es que las mujeres hayan venido con la intensión de destrozar la ciudad.
Lo que en verdad  no se dice es que lo que se busca con esta manipulación de la realidad, por parte de los grandes medios de comunicación, es querer  romper la organización  de mujeres ejemplo en Latinoamérica y en el mundo.
El Debate en Paraná por cómo quedó la ciudad luego del 25º encuentro nacional de mujeres tomo carácter público. Según difundieron algunos periódicos entrerrianos, Senadores de la provincia “rechazaron las actitudes violentas de las mujeres que participaron en el XXV Encuentro nacional de Mujeres”. También, en Noticias Universitarias, de la Fac. de Cs. de la Educ. de la UNER, se dijo que “el plenario del Consejo acordó impulsar acciones -en la Facultad y en la Universidad- orientadas a instalar el debate sobre el tema de la despenalización del aborto, y lo hizo a propuesta de los Profesores Gustavo Lambruschini y Alicia Naput, quienes el 8 de octubre pasado organizaron un foro con la intención de contribuir a colocar en la agenda pública el tema, en el marco de la discusión de los derechos de las mujeres”, días antes del XXV ENM.
Al hablar con Elina Cánepa, una de las integrantes de la Comisión Organizadora, ella nos dijo que “detrás del discurso que repudia las pintadas y las consignas que se expresan en los Encuentros Nacionales de Mujeres, se esconden aquellos a los que no les conviene hablar de gatillo fácil, de despenalización de los luchadores populares y políticos, de los problemas de soberanía alimenticia y el problema de la tierra.