25 de noviembre: día de lucha

Contra las violencias capitalistas, machistas, heterosexistas.

Ésa fue la consigna que aunó a cientos de personas este 25 de noviembre en la ciudad de Neuquén. La concentración y marcha fueron convocadas por la colectiva La Revuelta y la organización Sin Cautivas, con la adhesión de Pan y Rosas, Convergencia de Mujeres de Izquierda, Plenario de Trabajadoras PO; la Comisión de Mujeres del Hospital de Plottier y ATEN. Además, estuvieron en la actividad organizaciones y partidos de izquierda, sindicatos, las Madres de Plaza de Mayo Filial Neuquén y Alto Valle, la asociación Newen Koñi, Ofelia Villar (la madre de Verónica Villar) y familiares de Gimena Salazar, la joven de Centenario cuyo crimen está impune

Durante la concentración, se leyeron comunicados, se realizaron esténciles en el piso de la plazoleta y se hizo una suelta de paracaídas con consignas feministas. Cerca de las 19 horas, encabezada por la bandera "contra las violencias capitalistas, machistas, heterosexistas" una nutrida columna realizó una marcha por el centro de la ciudad. Los reclamos de pancartas y cánticos aludieron a la visibilización y el cese de la violencia contra las mujeres en sus casas, las violencias que ejerce el Estado, el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, los femicidios y la impunidad que gobierna en todas las formas de violencia contra las mujeres, niñas, niños, lesbianas, travestis y trans.

La violencia contra las mujeres se manifiesta de diversas formas. Están las discirminaciones constantes, verbales, simbólicas cotidianas que se reflejan en los insultos, los chistes, los "piropos", las miradas desnudantes, la cosificación de las muejres, la mercantilización de sus cuerpos en las publicidades y en los productos culturales.

Hay violencias que se ejercen desde el Estado, como la criminalización del aborto y la no legalización del mismo. En Argentina, se practican entre 460.000 y 700.000 abortos por año. La ausencia de acceso al aborto legal, seguro y gratuito, hace que cerca de cien mujeres pobres mueran por año por abortos clandestinos y que muchas, muchísimas más, deban ser hospitalizadas. Pero aquí la responsabilidad no es sólo del Estado. En este mundo neoliberal, la corporación médica tiene igual responsabilidad. Actúan como policías y verdugos, vulneran los derechos de las mujeres a la salud, a la información, a la atención médica digna.

Otras manifestaciones de violencia estatal contra las mujeres tienen que ver con el demantelamiento sistemático de los servicios asistenciales a las víctimas de violencia doméstica. Particulamente, en la provincia de Neuquén, las trabajadroas del servicio de violencia se encuentran en una situación laboral de extrema precariedad, sin una estructura que permita un trabajo serio con las víctimas.

Además, las mujeres, lesbianas, travestis y trans sufren violencia a través de diversas formas de discriminación. Quizás las más cruetas sean las discriminaciones laborales, que hacen que sólo el 14 % de las travestis y trans puedan acceder a un empleo y que el 79 % sea explotada sexualmente.  La discriminación laboral reduce a las mujeres a ciertos sectores de la economía: la taza de feminización de la rama de servicios es del 128.5 %. Por otra parte, la discriminación laboral no se da sólo en el acceso al trabajo, también se refleja en los sueldos, ya que las mujeres cobran alrededor de un 40% menos que los varones por igual trabajo.

Las violencias heteropatriarcales están engrosando la lista de desaparecidas para la prositución. Son más de 600 niñas, mujeres y travestis las que son secuetradas anualmente por redes de trata y prostitución. Excepto en La Pampa, donde la directora del área de género, Mónica Molina, consiguió la clausura de los prostíbulos; en el resto del país el Estado es un proxeneta más, obteniendo onerosas ganacias de la prostitución ajena y de la esclavización de las desaparecidas.

Finalmente, las violencias machistas, heterosexistas y capitalistas contra las mujeres tienen su peor reflejo en los femicidios. Los femicidios son crímenes de odio contra las mujeres, crímenes misóginos acunados en una enorme tolerancia social, cultural y estatal. Son posibles gracias a la impunidad , las nulas o precarias investigaciones, a los policías, fiscales y jueces misóginos y que desatienden las denuncias de las víctimas. En Argentina, en el 2009, 176 mujeres fueron asesinadas por sus parejas, ex parejas, amantes o novios. ¿Y el Estado? Nada. Hay feminicidio, según Marcela Lagarde, cuando el Estado no da garantías a las mujeres y no les crea condiciones de seguridad para sus vidas en la comunidad, en la casa y en los espacios de trabajo, de tránsito o de esparcimiento.

Este 25 de noviembre, no se hornó a vítimas, no se hicieron monumentos, no se lloró por las caídas. Este 25 de noviembre, las cientos de personas que marcharon en Neuquén gritaron ¡Basta de violencia contra las mujeres!